La vida de un biólogo no es solo la de un hombre de laboratorio, sumergido en frascos y tubos de ensayo. En el caso de David Bueno, reciente ganador del 57 Premio Josep Pla de prosa en catalán, la ciencia se transforma en una obra de arte. Su libro, «L’art de ser humans,» no solo refleja su vasta trayectoria académica, sino que también invita a la reflexión sobre nuestra percepción del mundo y de nosotros mismos. ¿Qué es ser humano en una era donde la ciencia y el arte parecen estar en constante diálogo? En este artículo, exploraremos la vida, la obra y el impacto de David Bueno en el campo de la neuroeducación y la divulgación científica.

¿Quién es David Bueno?

Para aquellos que no están familiarizados con su trabajo, David Bueno es un biólogo, investigador y divulgador científico de Barcelona. Desde sus primeros pasos en la ciencia a los 14 años, cuando un profesor lo animó a participar en un certamen literario, hasta sus contribuciones actuales en neuroeducación, su camino ha sido uno caracterizado por una entrelazada pasión por el conocimiento y la enseñanza.

Como si de un relato de ficción se tratara, David se ha desempeñado como director de la Cátedra de Neuroeducación UB-EDU1st, la primera en el mundo dedicada exclusivamente a explorar cómo la neurociencia puede mejorar la educación. Hablando de su carrera, Bueno ha mencionado que este premio no es el final de nada; más bien, un recordatorio de que el aprendizaje es un viaje continuo. Y, sinceramente, ¿quién no necesita un poco de motivación de vez en cuando?

La magia de «L’art de ser humans»

El libro galardonado, que saldrá a la venta el 5 de febrero en Destino, se describe como un viaje fascinante a través de las artes, la neurociencia y la educación. Pero más allá de lo académico, se trata de un llamado a descubrir el homo artisticus que todos llevamos dentro. ¿No es curioso pensar que cada uno de nosotros tiene un artista oculto esperando ser descubierto?

La obra ha sido reconocida por el jurado del premio como un texto que conecta la ciencia con el humanismo. Bueno nos invita a usar la creatividad y el pensamiento crítico para construir una sociedad más rica y plena. En sus propias palabras: “A partir de las artes en plural, la ciencia, la pintura, la filosofía, podemos enriquecer nuestra sociedad”. Y aquí es donde surge el verdadero desafío: ¿estamos realmente utilizando al máximo nuestra creatividad en nuestras vidas diarias?

Un recorrido por la carrera académica de David Bueno

David Bueno no solo se limita a sellar su nombre en libros de texto; su impacto en el campo de la genética y la neurociencia es indiscutible. Durante su carrera, ha colaborado en investigaciones en universidades de renombre internacional como Oxford y ha trabajado en laboratorios de prestigio en Heidelberg, Innsbruck y Nueva York. Hablando en términos simples, no es el típico científico que se queda dentro de cuatro paredes. Ha estado en la primera línea de la investigación, tratando de entender el comportamiento humano y su relación con los procesos de aprendizaje.

Con más de setenta artículos científicos bajo su lápiz, no es de extrañar que haya ganado diversos premios a lo largo de su carrera. Desde el Premio Europeo de Divulgación Científica en 2010 hasta el Premio Magisterio por su contribución a la neuroeducación en 2018, cada reconocimiento es una prueba de su dedicación. A menudo bromea sobre su vida, diciendo que si hubiera sabido cuántos trofeos y diplomas le esperaban, ¡probablemente habría comenzado antes!

La importancia de la neuroeducación

Pero, ¿qué es exactamente la neuroeducación? Para David, se trata de una confluencia entre la neurociencia y la pedagogía. ¿Alguna vez te has preguntado por qué ciertos métodos de enseñanza parecen funcionar mejor que otros? La neuroeducación trata de responder a eso, y más. Al comprender cómo funciona el cerebro, los educadores pueden adaptar sus enfoques para facilitar un aprendizaje más efectivo.

Uno de los mayores logros de Bueno ha sido cambiar las preguntas memorísticas tradicionales en las Pruebas de Acceso a la Universidad en Cataluña por preguntas que desafían a los estudiantes a reflexionar y analizar en contextos reales. Este cambio es monumental. Piensa por un momento en la cantidad de estudiantes que han pasado horas memorizando datos, solo para olvidar todo al final del examen. ¿No sería mejor si pudieran usar ese conocimiento de manera crítica y creativa? David ha hecho de esto su misión, y vaya que ha tenido éxito.

La figura del divulgador científico

Ciertamente, la figura del divulgador científico ha cobrado un papel protagónico en la era moderna. Nos encontramos en un momento en el que la información abunda, pero, a menudo, se pierde en el ruido. Este es el vacío que David Bueno llena con entusiasmo y pasión. Al escribir más de una veintena de libros, y colaborar en diversos medios de comunicación, ha acercado la ciencia a un público más amplio, haciéndola accesible y emocionante.

¡Ah, la divulgación científica! Suena formal, pero en realidad, es como contar historias de héroes y villanos, aunque en este caso, los héroes son los datos y la investigación. Imagina a David como un narrador que toma los hechos científicos y los convierte en relatos cautivadores. Este talento para la narración es lo que permite a los lectores conectarse con la ciencia de una manera personal, incluso si no tienen una formación en este campo.

Reconocimientos y logros significativos

Durante su prolífica carrera, David ha recibido varios premios y reconocimientos que avalan su trabajo. Además de los ya mencionados, ha sido distinguido por el Claustro de Doctores de la UB por su contribución a la divulgación científica y obtuvo el Premio Joan Lluís Vives al mejor libro de ciencia y tecnología en 2022. Cada uno de estos logros no es solo un trofeo en su estantería; son marcadores en un camino que busca inspirar a otros a valorar la intersección entre ciencia y humanidad.

Como diría mi abuela: “El reconocimiento es solo la cereza en el pastel”, y David parece llevarse muy bien con las cerezas. A través de su trabajo, no solo fomenta un cambio en la educación, sino también en la manera en que percibimos el conocimiento. ¿No es sorprendente pensar que la ciencia puede enriquecer nuestras vidas en un sentido tan amplio?

Reflexiones finales

Como bien dice David Bueno, “la vida es un viaje continuo de aprendizaje”. En su búsqueda de conectar la ciencia con el artismo y la educación, nos está recordando la importancia de ver más allá de lo evidente. Este enfoque no solo enriquece nuestra comprensión científica, sino que también hace que el aprendizaje sea más atractivo.

Así que, la próxima vez que te encuentres con un concepto científico que te parezca abrumador, recuerda las palabras de Bueno. Aprovecha el poder de la creatividad, utiliza tu pensamiento crítico y no temas investigar un poco más. Después de todo, todos llevamos un homo artisticus dentro; solo necesitamos el viaje adecuado para descubrirlo.

Con este artículo, espero haber hecho un homenaje digno a un hombre cuyo viaje es un ejemplo para todos. La ciencia no es solo conocimiento; es una aventura vivida a través de la curiosidad, la creatividad y la capacidad de conectarnos unos con otros. Entonces, ¿qué estás esperando? ¡Levanta esa paleta y empieza a pintar el lienzo de tu propio aprendizaje!