En un mundo donde las conversaciones sobre género, raza y cultura son cada vez más relevantes, resulta crucial explorar y celebrar las voces que desafían las nociones convencionales. Una de estas voces es Oyèrónké Oyewùmí, socióloga nigeriana y autora de la obra seminal La invención de las mujeres. En su reciente participación en el seminario «África y la afrodiáspora frente a los mundos del género» en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB), Oyewùmí compartió sus ideas que invitan a repensar el concepto de género en el contexto africano, cuestionando la narrativa occidental que ha prevalecido durante demasiado tiempo.
¿Por qué escuchar a Oyewùmí?
Antes de zambullirnos en las complejidades de sus ideas, reflexionemos sobre la importancia de escuchar a quienes han vivido toda una vida en contextos donde los conceptos occidentales de género simplemente no aplican. Me acuerdo de una vez que estaba con un grupo de amigos en una charla sobre feminismo y, al decir que estaba civilizando a mis hijos en base a los estándares modernos, uno de ellos, con un atisbo de ironía, respondió: «¿No será que tú también estás sufriendo del efecto ‘espejo diminuto’ del patriarcado?» Nunca lo había pensado de esa manera, pero esa es precisamente la cuestión: ¿qué pasa si el reflejo que vemos es solo una distorsión?
Una mirada crítica: ¿qué nos dice Oyewùmí sobre el género?
Oyewùmí nos presenta una crítica poderosa de cómo las categorías de género que conocemos hoy deben ser repensadas. Ella sostiene que la conceptualización de la mujer y su «sometimiento» en África no es un hecho universal, sino una imposición colonial, una especie de «actualización» de una realidad que, en su contexto yoruba nativo, era fundamentalmente diferente.
Dice, y cito: «Las mujeres africanas hemos tenido un ‘Me too’ durante 50 años, era el mundo occidental el que necesitaba despertar». ¡Vaya declaración! Me hace pensar en cómo a menudo nos centramos en nuestros propios relatos y olvidamos las historias de otros que han estado luchando simultáneamente.
De la «negritud» a la «africanidad»: un cambio de paradigma
Una de las revelaciones más impactantes de Oyewùmí es su rechazo de la idea de «negritud». Ella argumenta que este término es fundamentalmente reductivo y está íntimamente ligado a una mirada occidental. En su lugar, propone el término «africanidad», que enfatiza las ricas y diversas culturas, etnias y prácticas existentes en el continente africano. Esto resuena especialmente en una época donde se celebra la diversidad, pero ¿qué tan a menudo miramos más allá de las etiquetas?
En una conversación que tuve recientemente con mi hermana sobre las identidades y las etiquetas sociales, nos preguntábamos exactamente eso: ¿somos realmente los términos que elegimos para describirnos, o son solo etiquetas impuestas por otros? La opinión de Oyewùmí sobre la africanidad sugiere que, si hacemos un esfuerzo consciente por desafiar estas características impuestas, podríamos descubrir un sentido de identidad más grande y auténtico.
La religión yoruba y el concepto de «uri»
El enfoque de Oyewùmí sobre la religión yoruba resulta fascinante; nos recuerda que la comprensión profunda de una cultura puede ser vital para entender su sociedad. Los yorubas no definen su existencia a través del género, sino a través de la «uri», un concepto que integra la esencia de la persona, independientemente de su sexo. Esto choca radicalmente con la visión occidental, que propaga un dualismo rígido entre masculino y femenino.
¡Imaginen vivir en un mundo donde tu valor no está basado en ser «hombre» o «mujer», sino en lo que realmente eres como ser humano! Entonces, la cuestión es: ¿qué pasaría si redefiniéramos nuestras propias identidades a partir de nuestras experiencias propias? ¿Podríamos liberarnos de las limitaciones de género convencionales?
La experiencia de ser negro
Un aspecto conmovedor de la charla fue cuando Oyewùmí mencionó su propio descubrimiento del racismo a la edad de 23 años, cuando se trasladó a Estados Unidos. «No sabía que era negra hasta que viajé”, dijo. Esta revelación resuena con muchos de nosotros. A menudo nos encontramos en situaciones donde las etiquetas que llevamos se vuelven más relevantes en otros contextos. Nos hace preguntarnos: ¿cuáles son las experiencias que nos definen?
Esa frase en particular me lleva a reflexionar sobre un momento en el que estuve en una reunión multicultural y uno de mis amigos, con raíces africanas, compartió su perspectiva sobre ser «negro» en Estados Unidos en comparación con su hogar en África. Las diferencias son abismales. En un lugar se siente una carga, mientras que en el otro es simplemente parte del ser.
La lucha contemporánea por la aceptación
En su discurso, Oyewùmí también hizo referencia a las minorías dentro de las comunidades africanas, como las personas transgénero y queer. Subrayó cómo estas identidades enfrentan una violencia y discriminación extremas. La validación que muchas personas transgénero y queer sienten al leer su trabajo, ya que desafía la noción binaria de género, es una clara señal de que necesitamos cambiar nuestras narrativas y, en consecuencia, nuestras sociedades actuales.
Sería injusto no mencionar que este tipo de discriminación también existe en nuestras culturas modernas. Cuando era adolescente, solía escuchar a mis amigos criticar a aquellos que no encajaban en la norma. ¡Cuánto ha cambiado! Pero aún queda camino por recorrer.
Reflexiones finales: el legado de Oyewùmí
La obra de Oyèrónké Oyewùmí se convierte en un faro y un llamado a la acción para académicos, activistas y cualquier persona interesada en comprender más profundamente las intersecciones entre género, raza y cultura. No se trata solo de un discurso académico, sino de un llamado a la re-evaluación de nuestras identidades y la lucha hacia un futuro donde la diversidad y la aceptación no sean excepciones, sino la norma.
Es un recordatorio necesario: la cultura no es un concepto fijo; fluye y cambia, y somos responsables de cómo la entendemos y la vivimos. Así que la próxima vez que alguien intente definirte o etiquetarte, recuerda lo que Oyewùmí nos enseña: hay más en nosotros que las categorías que elegimos o que nos imponen.
Al igual que el «uri» yoruba, nuestras existencias son únicas y no pueden ser definidas por un par de etiquetas. Al abrir los ojos al potencial infinito de lo que significa ser humano, quizás podamos crear un mundo más inclusivo y amoroso para todos.
¡Así que, sigamos cuestionando, aprendiendo y, sobre todo, siendo curiosos!