Este año 2025 ha comenzado con una nota reflexiva de uno de nuestros actores favoritos, Miguel Herrán, quien decidió abrir su corazón a sus seguidores en las redes sociales. Afortunadamente, no acabó siendo solo un monólogo dramático (aunque hay un par de fotos que podrían haberlo inspirado), sino una dosis de sabiduría y honestidad que todos necesitábamos. Su viaje a través de 2024, un año que Robert Frost describiría como «el más difícil de la vida», nos hace pensar: ¿qué es realmente lo que valoramos?
El pasado que nos conforma
Imagínate a uno de esos actores que parece tenerlo todo: fama, dinero, un aspecto envidiable y una larga lista de éxitos. Sin embargo, Herrán nos recuerda que detrás de cada sonrisa pública hay una historia personal llena de retos y aprendizajes. En una de sus publicaciones, nos comparte una imagen que dice más que mil palabras. En ella, sus ojos parecen gritar lo que su voz no puede: un cansancio emocional que refleja la lucha interna de muchas personas hoy en día.
Así que, ¿qué le pasó a Herrán en este año de locura? Parece que 2024 fue un año de altibajos. En su publicación, menciona: «ha sido un año muy loco… complicado… feo… pero también increíblemente bonito.» Quién no ha sentido algo parecido, ¿verdad? Esa combinación de lágrimas y risas que a veces parece ser la banda sonora de nuestras vidas.
Crecimiento personal y amor propio
A medida que leemos entre líneas, Herrán aborda un tema muy importante: el amor propio. Está claro que, en su travesía, ha aprendido que la verdadera felicidad no radica en mirar atrás y cuestionar nuestras decisiones pasadas, ni en estar ansiosos por el futuro; en realidad, el poder está en el aquí y ahora. «Hay que mirar hacia dentro y no dejar que nadie tenga poder sobre tus sentimientos o emociones», afirma, y es un recordatorio poderoso. ¿Cuántos de nosotros permitimos que otras personas o situaciones nos afecten más de lo que deberían?
A veces pienso en cómo era yo hace algunos años. Sí, fui ese chico reservado que muchas veces se sintió abrumado por lo que pensaban los demás. Entonces, me pregunto: ¿Cómo llegamos a aprender a ser nosotros mismos en un mundo lleno de expectativas? A veces, es solo una cuestión de tiempo y, en ocasiones, un poco de dolor.
El poder del agradecimiento
A lo largo de su mensaje, Herrán también enfatiza la importancia de agradecer. No se refiere únicamente a agradecer a su madre, a quien reconoce por su apoyo constante; también siente gratitud por su trabajo en el cine. «No hablo de la fama o el dinero. Hablo de una industria que me ha acogido como una gran familia.» ¡Vaya revelación! Nos muestra que, a pesar de los desafíos, siempre hay algo por lo que estar agradecido.
Podemos aprender de esto. Si miramos a nuestro alrededor, hay muchas pequeñas cosas que podríamos estar pasando por alto: esa charla espontánea con un amigo, la calidez de la luz del sol en una mañana fría o incluso el simple placer de tener un buen café en las manos. ¿No son esos pequeños momentos los que, en su conjunto, hacen que la vida sea hermosa?
La importancia de rodearse de buenas personas
Podemos estar seguros de una cosa: tener personas que nos apoyan es esencial. A lo largo de la vida, es posible que vayamos perdiendo algunas relaciones. Sin embargo, hay otros que llegan y nos enriquecen con su presencia. Herrán menciona que hay «gente con quien disfrutarlo,» esa gente que nos recuerda que no estamos solos, incluso en nuestros momentos más oscuros.
Recordemos aquellos días en que un amigo te envía un simple texto que dice: «Estoy aquí si me necesitas». Ese pequeño gesto puede cambiar el rumbo de un mal día. Las redes, esas maravillas modernas que a veces nos llenan de ruido, también pueden ser un refugio. La respuesta de sus seguidores a la publicación de Herrán, llena de mensajes reconfortantes, es un ejemplo perfecto de ello. ¿Acaso no es bello saber que podemos marcar la diferencia en la vida de alguien con un poco de amor y apoyo?
El papel de la vulnerabilidad en la vida pública
Hablando de amor, es importante reconocer que ser vulnerable no es sinónimo de debilidad, especialmente cuando se vive bajo el ojo público. Herrán, a pesar de su carrera brillante, se siente lo suficientemente cómodo como para compartir su dolor y sus luchas. En un mundo donde las redes sociales a menudo muestran solo los momentos de triunfo, su honestidad es refrescante.
A mí me pasa lo mismo, y a veces me pregunto: ¿Cuántos de nosotros, en estos días de Instagram y TikTok, nos tomamos un segundo para pensar en lo que realmente queremos compartir con nuestros seguidores? En vez de preocuparme por tener la foto perfecta, he decidido ser más auténtico. ¿Y saben qué? He recibido un aluvión de mensajes de apoyo. Quizá, solo quizá, todos necesitamos recordarnos mutuamente que está bien ser humano.
La lección de 2024
Así que, ¿cuál es la conclusión de esta reflexión sobre el año ‘loco’ de Miguel Herrán? En realidad, se podría resumir en un par de palabras: crecimiento y aceptación. Aprendemos a dejar ir lo que no nos sirve, a apreciar los vínculos que nos enriquecen y a encontrar el valor en ser nosotros mismos. En cierto modo, su mensaje resuena con el dicho popular de que «las cosas buenas vienen a quienes esperan». Todo tiene su tiempo, y a veces la vida, con todas sus pruebas, es la mejor maestra que podríamos desear.
En este sentido, aplaudamos a Miguel Herrán. No solo por sus logros profesionales, sino por su valentía al abrirse ante el mundo. Todos lidiamos con demonios internos, y tener a alguien como él, que nos recuerda que hay una luz al final del túnel, es un gran alivio. Por lo tanto, tomando un pequeño consejo de su libro de vida, tratemos de seguir adelante, siempre agradecidos y rodeados de amor, porque al final del día, eso es lo que realmente importa.
En resumen, ¡brindemos por un nuevo año lleno de amor propio, buenas amistades y, sobre todo, autenticidad! ¿Y tú, qué lecciones has aprendido en el camino hacia tu propio amor propio? ¡Me encantaría leer tus pensamientos!