Los avances en tecnología y sostenibilidad han impulsado al coche eléctrico a convertirse en un tema candente en diversos círculos. Pero, ¿cuánto sabes realmente sobre cómo las políticas fiscales están ayudando a las empresas a adoptar vehículos eléctricos (VE) y qué significa esto para el futuro del mercado automotriz en Europa?
Hoy vamos a sumergirnos en un análisis fascinante de la situación actual, comenzando por la reciente caída en las ventas de coches eléctricos en la Unión Europea, seguido de la notable experiencia de Bélgica, que ha logrado desmarcarse en este ámbito. ¿Listo? Pues entonces, abramos las puertas (eléctricas, por supuesto) a esta conversación.
La caída preocupante de las ventas de coches eléctricos en Europa
Según recientes datos, el año 2024 no fue el mejor para los coches eléctricos en la Unión Europea. Se vendieron 1.447.934 coches eléctricos, un descenso del 5,9% respecto a los 1.538.106 del año anterior. Alemania, el titán del automóvil en Europa, vio caer sus ventas en un notable 27,9%. Esto plantea una pregunta: ¿Qué está sucediendo en el mercado que necesita desesperadamente un empuje?
La respuesta parece complicada. Las ayudas estatales, que antes solían ser un gran incentivo para la compra de coches eléctricos, están empezando a desvanecerse. Para ponerlo en perspectiva, el 14,6% de los coches vendidos en Europa eran eléctricos en 2023, mientras que esa cifra cayó a un 13,6% en 2024. La tendencia es preocupante, ¿no crees?
La situación en España: un respiro en medio de la tormenta
En España, la historia es un poco más optimista. Aunque las ventas crecieron un 11,2% en 2024, la cuota de mercado solo alcanzó el 5,6% a finales del año. Sin embargo, el inicio de 2025 ya muestra un cambio positivo: en enero, se vendieron 5.012 coches eléctricos, un impresionante crecimiento del 48,5% en comparación con el mismo mes del año anterior. ¡Vaya contraste! ¿Te imaginas cómo se sentirán los amantes de los automóviles eléctricos con estas cifras?
Ahora bien, aunque España parece estar en el camino correcto, la cifra sigue siendo pequeña en comparación con otros países europeos. Hasta ahora, los esfuerzos de inversión y políticas de incentivo han sido más exitosos en otras naciones, como veremos en el siguiente apartado.
Bélgica: el milagro de las flotas de coches eléctricos
Mientras la mayoría del continente se debatía en dudas sobre el futuro de los coches eléctricos, Bélgica ha logrado un aumento del 36,9% en las ventas de coches eléctricos durante 2024. ¿Cuál es su secreto? La respuesta es sorprendente: las empresas belgas pueden deducirse hasta un 100% de la compra de coches eléctricos.
Un enfoque fiscal inteligente
A diferencia de otros países donde las ayudas a la compra son el principal atractivo, Bélgica se ha centrado en flotas empresariales. En lugar de simplemente ofrecer subsidios a los compradores, han optado por utilizar la deducción fiscal como una herramienta clave. Esto ha llevado a que el 80% de los coches eléctricos comprados en el país estén registrados a nombre de empresas.
Como añade la publicación en Bloomberg, en Bélgica, el coche se ha convertido en un “salario en especie”. Eso significa que, en lugar de aumentar el salario en efectivo, las empresas optan por ofrecer coches eléctricos a sus empleados. Esto no solo beneficia a los trabajadores, sino que también ayuda a las empresas a ahorrar en costes operativos. Una ganancia mutua, por así decirlo.
¿No te parece intrigante? En lugar de las compañías atrapadas en la espiral de costes relacionada con los combustibles fósiles, las empresas belgas están trocando ese viejo modelo por una opción más sostenible, económica y atractiva para los empleados.
Las cifras que hablan por sí solas
A nivel numérico, Bélgica ya superó a Alemania en ventas de coches eléctricos, consolidadas en un 28,5% de cuota de mercado. En enero de 2025, esta cifra se disparó al 33,8%. Algo que muy pocos hubieran pronosticado hace unos años, ¿verdad?
Cuando echamos un vistazo al día a día, tenemos que pensar en cómo un coche que consume 6 litros cada 100 km costaría unos 9,35 euros para recorrer esa distancia. En comparación, un vehículo eléctrico con un consumo de 18 kWh/100 km, si se carga a 10 céntimos/kWh, solo requeriría 1,8 euros. ¡Eso es un mundo de diferencia!
Los desafíos que enfrenta el mercado
Todo en la vida tiene su lado sombrío, y el mercado de coches eléctricos no es la excepción. A medida que las empresas belgas se benefician de deducciones fiscales generosas, el Estado también tiene que lidiar con las consecuencias. Entre los retos están la necesidad de un equilibrio fiscal y la posible caída de ventas de coches eléctricos de segunda mano.
Pero, y hay un gran “pero”, este modelo de negocio puede resultar insostenible si la demanda disminuye. La demanda que surge inicialmente puede chocar con una burbuja cuando los empleadores deciden deshacerse de su flota. En efecto, el boom puede ser seguido por una caída estrepitosa.
Entonces, ¿será Bélgica capaz de mantener su impulso mientras otras naciones luchan con sus propias políticas fiscales? Eso solo el tiempo lo dirá.
¿Qué le espera al coche eléctrico en Europa?
Con todo esto en el horizonte, hay algunas preguntas que nos hacemos: ¿Podrán otros países seguir el ejemplo de Bélgica? ¿Implementarán políticas fiscales similares que ayuden a impulsar el uso de vehículos eléctricos de manera efectiva?
La respuesta en la política
Lo que es evidente es que a Europa le queda un largo camino por recorrer para conseguir una transición efectiva hacia la sostenibilidad en el ámbito automovilístico. Si bien el camino parece estar pavimentado para los coches eléctricos, aún se necesita un empuje significativo en políticas adecuadas y un interés renovado por parte de los consumidores.
La clave está en educar a las empresas y consumidores sobre la importancia de este cambio. Debemos alentar la demanda y destacar los beneficios, no solo económicos, sino también ambientales.
¿Qué tal si cada uno de nosotros tomando pequeñas decisiones para optar por un coche eléctrico? Sí, ya sé lo que estás pensando: «¡Pero si los precios son tan altos!». Tienes razón, pero un pequeño empujón fiscal puede ser justo lo que se necesita para cambiar de opinión.
Conclusiones y reflexiones finales
La evolución del sector automotriz está más viva que nunca en este momento. La lucha entre los coches eléctricos y de combustión interna es solo una parte de una narrativa más amplia sobre sostenibilidad y cómo nuestras elecciones afectan al medio ambiente.
Entonces, la próxima vez que escuches sobre el coche eléctrico, recuerda la experiencia belga y considera cómo tus decisiones, ya sea que dirijas una empresa o simplemente pienses en tu propia necesidad de transporte, podrían tener un impacto mayor en el futuro del planeta.
Así que, amigos, ¿están listos para unirse al carro de los coches eléctricos y dejar atrás el viejo modelo de combustión? Porque, al final, cada pequeño cambio cuenta. ¡Y que no se nos olvide, siempre es mejor conducir con un pie en el acelerador y otro en el pedal del freno, para no perder el rumbo en este apasionante viaje hacia el futuro!