En un mundo donde los titulares a menudo suenan como un eco de los mismos nombres de siempre, como Apple, Samsung o Google, es fácil olvidar a algunos de los jugadores que han logrado sobrevivir y reinventarse. Y si hay un nombre que refleja esta transformación silenciosa, es ZTE. En el MWC 2025, la empresa mostró que, aunque a menudo se les ignora en Occidente, están muy lejos de haber desaparecido. ¿Cómo logró ZTE salir del ojo del huracán y adaptarse a un panorama tecnológico tan cambiante? Prepárate, porque esta historia no es solo sobre tecnología, sino también sobre resiliencia, estrategia y un poco de audacia.


Un regreso inesperado: la experiencia del MWC 2025

Recuerdo vívidamente mi primera visita al Mobile World Congress. Las luces brillantes, el bullicio de la multitud y las innovaciones impresionantes que resonaban en cada rincón me dejaron maravillado. Cada stand contaba una historia que invitaba a ser explorada. Lo que realmente me sorprendió fue el stand de ZTE, que, aunque no tenía un gran renombre en el mercado europeo, lograba captar la atención de todo el mundo. Con música a todo volumen y canapés que desaparecían a la velocidad de la luz, era difícil no sentirse atraído.

Diez años después, volví a encontrarme con ese mismo stand. Mismo tamaño, basta decoración y, lo que es más importante, un mensaje claro: “Estamos listos para regresar cuando la geopolítica lo permita”. Vaya, eso es un mensaje impactante. Pero, ¿de qué ha estado hecho todo este tiempo? Ahora que la marea parece cambiar, ZTE ha decidido que es hora de levantar la cabeza de nuevo.


ZTE y su torbellino geopolítico

Para entender el viaje de ZTE, debemos hacer una rápida revisión de su historia reciente. Todo parecía perfecto hasta 2018, cuando un rayo cayó sobre su cabeza. El Departamento de Comercio de Estados Unidos impuso una prohibición severa que no solo afectó su producción, sino que prácticamente desconectó a ZTE de las oportunidades de negocio en Occidente. La compañía, que ya dependía de los componentes estadounidenses, sintió el golpe en carne propia.

Imagínate estar en una fiesta y de repente te quitan la música, empiezas a sudar y tus amigos empiezan a mirar a otro lado. Así se sintió ZTE. La compañía tuvo que pedir disculpas, pagar una multa de 1.000 millones de dólares y cambiar su dirección ejecutiva. Este escenario no era simplemente malo, era catastrófico. A diferencia de su competidor Huawei, ZTE no tenía los recursos ni la capacidad para hacer frente a este embate. Así que tomaron una decisión sabia: se retiran y se reconfiguran.


La metamorfosis de un gigante

En su renacer, ZTE no ha hecho ruido, lo ha hecho sigilosamente, como un ninja en la noche. ¿Y cómo han logrado esto?

Estrategia silenciosa

En vez de salir a competir en terrenos hostiles, ZTE ha redefinido su estrategia. Concentración geográfica fue una de las claves: sus esfuerzos se han dirigido a mercados donde su huella ya era significativa y los riesgos eran manejables. Aquí, los nombres no son tan conocidos: mercados en África, Oriente Medio, y algunos países de Latinoamérica.

El resultado no ha sido nada menos que sorprendente. Se ha vuelvo un actor fundamental en la infraestructura de telecomunicaciones, que, aunque probablemente no te emocione tanto como un nuevo smartphone brillante, es increíblemente lucrativo. En 2024, sus ingresos alcanzaron los 16.000 millones de euros. Y si bien esa cifra no se compara con los titanes de la industria, es lo suficientemente robusta como para evitar que las alarmas suenen.


Innovación en mercados invisibles

Mucha gente puede pensar que un smartphone en Etiopía o un dispositivo de red en Pakistán no vale la pena, pero déjame decirte que ZTE ha estado llevando a cabo una revolucionaria expansión en estos «mercados invisibles». Desde construir redes completas de telecomunicaciones en Etiopía hasta convertirse en un proveedor clave en Brasil, su trabajo ha traído conectividad a lugares que a menudo pasamos por alto. Aunque no estén en nuestras manos, estos dispositivos están desempeñando un papel crucial en la transformación digital de estos países.

Y no, no estamos hablando de tecnología del futuro, sino de características que son absolutamente necesarias hoy en día. La digitalización industrial, las «fábricas inteligentes» y las redes energéticas inteligentes son solo algunas de las especialidades que ZTE ha abrazado. Todo eso puede sonar un poco «trendy», pero créanme, es clave en un panorama donde las industrias buscan adaptar su estructura para sobrevivir.


¿El fin de la competencia en móviles?

Si bien ZTE ha diversificado su producción y se ha centrado en la infraestructura, la compañía no ha olvidado su línea de smartphones. Sí, siguen fabricando móviles, aunque son más visibles en Asia y en algunos países emergentes. Sus marcas como Axon y Blade siguen vivas, aunque quizás no te suenen. Y la submarca Nubia, que se enfoca en innovación, ha visto ciertos éxitos en el ámbito del gaming. Quizás no son los iPhones de este mundo, pero en nichos específicos, tienen su tiempo bajo el sol.

Para ZTE, la clave está en mantener una relación optimizada entre precio y rendimiento, sin intentar competir en mercados que ya no tienen sentido para ellos. ¿Inversión en marketing en España? No, gracias. Mejor invertir en un mercado donde puedan tener una participación significativa.


La geopolítica como telón de fondo

Es imposible hablar de ZTE sin considerar la geopolítica, donde los fríos cálculos y el interés nacional a menudo toman la delantera. La empresa ha sido etiquetada como una «amenaza para la seguridad nacional» en EE.UU., una especie de marca en la frente que le ha dificultado el camino en Occidente. Pero aquí está lo interesante: mientras Occidente ve a ZTE como algo indeseado, otros países están abriendo las puertas.

La situación se ha complicado en un mundo dividido, donde los ecosistemas tecnológicos están claramente marcados. Así, mientras algunas regiones del mundo se protegen de fabricantes como ZTE, en otras se les está dando la bienvenida como si fueran viejos amigos. ¿No es ese un giro fascinante en la narrativa? Un gigante que aprende a bailar al compás de esta nueva realidad.


Un MWC lleno de señales

El stand de ZTE en el MWC 2025 no era solo una extravagante exhibición de lo que alguna vez fueron. Era un símbolo de su resiliencia y capacidad de adaptación. En lugar de un retorno por la puerta principal, se han reinventado como un proveedor integral de servicios de telecomunicaciones.

La estrategia para utilizar la IA en todos sus nuevos dispositivos, como en routers 5G y smartphones, es una jugada brillante. No solo se enfocan en el hardware, sino que también buscan soluciones completas que integren múltiples funciones.

Entonces, cuando echamos un vistazo al MWC y vemos ese enorme stand de ZTE, no es solo un recordatorio de lo que alguna vez fueron, sino una afirmación de que aún están aquí, modernos y listos para el futuro.


Mirando al futuro

¿Y qué nos depara el futuro? ZTE ha demostrado ser un campeón en un mundo que a menudo no les da crédito. De la crisis a la reinvención. De ser un gigante que casi se derrumbó a convertirse en un proveedor importante de soluciones tecnológicas. Su resiliencia es, sin duda, unz gran mensaje para todos.

Así que, la próxima vez que escuches el nombre de ZTE, no los asocies con la imagen de una compañía condenada a desaparecer. Piensa en su historia de reinvención, en su valor para establecer conexiones y en cómo están navegando aguas turbulentas con astucia y determinación. En un mercado tecnológico en constante cambio, eso merece un aplauso, ¿no crees?

Y al final, ese stand en el MWC no es solo un recuerdo del pasado; es un grito de que quizás, solo quizás, estamos viendo una nueva era para ZTE. Y cuando la geopolítica cambie nuevamente —porque, seamos sinceros, siempre lo hace— estarán listos para dar un paso al frente. ¿Acaso no es eso lo que todos deseamos al final del día?