Si hay algo que me fascina de la historia es su capacidad de mezclar lo cotidiano con lo extraordinario. En el caso de la monarquía española, la saga de los primeros Borbones no es una excepción. Desde la abdicación de Felipe V en favor de su hijo Luis I, hasta la inconfundible locura que acechaba a Felipe, este periodo está lleno de relatos que merecen ser contados. Así que prepárate, porque en este recorrido por el tiempo, te prometo drama, un toque de locura y quizás una risa o dos.
Felipe V: un inicio nada monárquico
Felipe V nació en el Palacio de Versalles en diciembre de 1683, como el primer Borbón en ocupar el trono español. Ahora, imagínate esa escena: un bebé en la corte francesa, rodeado de aristócratas, mientras su madre probablemente se estremece al pensar en su futuro. La historia nos dice que Felipe V fue el rey que llegó al trono español tras la muerte de Carlos II, un monarca cuya falta de descendencia fue la chispa que encendió la Guerra de Sucesión Española. ¿No es irónico que un simple hecho familiar haya desencadenado un conflicto tan grande?
Desde el primer día de su reinado, Felipe V mostró signos de ser un personaje complicado. Con solo 17 años, ya daba muestras de inestabilidad emocional al hacer desaparecer de la corte por periodos prolongados. Cuando pienso en ello, no puedo evitar recordar a esos adolescentes que se encierran en su habitación a escuchar música y despotricar sobre la vida. Al final, ser rey no lo salvó de las complejidades de la juventud.
La locura de Felipe V: un chisme real
La serie «La vida breve» de Movistar Plus se adentra en la vida de Felipe V y, sin duda, el aspecto más intrigante es su inusual salud mental. Hay anécdotas que parecen sacadas de una película de terror: hay momentos en los que Felipe se convenció de que era una rana o creía que estaba muerto. ¿Te imaginas ser un noble en esos días y encontrarte con el rey creyendo que es una rana? Quiero decir, ¡hay algo cómico en eso!
De acuerdo con estudios más recientes, algunos historiadores y expertos han llegado a la conclusión de que su comportamiento errático podría estar relacionado con un trastorno bipolar. La consanguinidad de la familia real podría haber contribuido a problemas mentales significativos, no solo en Felipe V, sino también en sus sucesores. Es como si la historia de la realeza nos enseñara que, a veces, la sangre no siempre es más espesa que el agua… a veces es una receta para la locura.
Un palacio como refugio: la Granja de San Ildefonso
Tras abdicar en 1724 debido a su deteriorada salud mental, Felipe V se retiró al icónico Palacio de La Granja de San Ildefonso. Este lugar, con su majestuosidad y jardines deslumbrantes, es el equivalente a un spa real. Imagínate al rey paseando por sus jardines, posiblemente hablando con los árboles, mientras el resto del mundo seguía dando vueltas. Era un escenario digno de una película, pero incluso en su retiro, la sombra de su locura seguía acechando.
Los episodios de su locura iban desde gritar y morder hasta dejar de cortarse el pelo y las uñas. En un momento podría ser un rey temido; en otro, un hombre atrapado en sus propios demonios. ¿Y quién no ha tenido un día en el que desearía haberse quedado en casa, en lugar de lidiar con las presiones del mundo exterior?
Luis I: el rey fugaz
Ahora, hablemos de Luis I, el hijo de Felipe V. Con solo 17 años, su reinado fue efímero, tan breve que se siente más como una anécdota que como un gobierno. A tan solo ocho meses de proclamarse rey, su vida terminó trágicamente. Uno no puede evitar preguntarse… ¿qué tanto puede hacer un adolescente en un rol tan grande y complicado? La presión de ser parte de una familia tan problemática debe haber sido enorme.
Luis I no solo fue víctima de su juventud, sino también de las expectativas que pesaban sobre él. ¿Alguna vez te has sentido abrumado por las expectativas de los demás? Imagínate ser un joven que entra a gobernar, con su padre psicólogo en el Palacio Real. Luis también enfrentó un amor prohibido, una mujer que no fue nunca bien vista por su familia, como nos cuentan la mayoría de las historias reales.
¿Acaso el amor verdadero no puede triunfar en el mundo de la realeza? Bueno, tal vez solo en las novelas románticas.
Música y locura: el papel de Farinelli
Un personaje interesante en esta trama es el famoso castrati, Farinelli, que fue contratado para calmar las tormentas internas de Felipe V. A veces, un buen par de notas es lo que necesita un rey para recuperar la cordura, ¿verdad? Felipe se convirtió en un fanático de la música y, a través de ella, halló un poco de paz en sus días oscuros.
Esto me lleva a reflexionar sobre cuántos de nosotros encontramos consuelo en la música. Creo que todos hemos tenido ese álbum que se siente como un apretón de manos de un viejo amigo en momentos complicados. Durante su reinado, las notas de Farinelli fueron como un suave abrazo para Felipe V; en su mente atribulada, era una forma de reencuentro con la normalidad en una vida que se desmoronaba lentamente.
La locura heredada: ¿quién está al mando?
¿Qué sucede cuando los problemas mentales de un rey afectan a su familia? La historia de los Borbones nos muestra que la locura no se detiene en una sola persona. Su hijo, Fernando VI, también sufrió problemas mentales, lo que nos hace preguntarnos cómo la locura puede ser parte del legado real. Mientras tanto, Carlos III, otro hijo de Felipe V, tuvo la suerte de no sufrir los mismos efectos; un cambio de suerte que siempre parece estar al borde de la historia.
La historia revela un patrón: mientras se limitan a mantener su linaje, los Borbones pueden haber dejado un rastro de trastornos mentales que podrían haberse evitado. Imagine cuán diferentes podrían haber sido sus historias si solo hubieran decidido tomar un descanso de la “vida real” y disfrutar de un café en la terraza de un bar, en lugar de lidiar con el dolor y el resentimiento acumulados durante generaciones.
Lecciones de la historia: del pasado al presente
Hoy en día, la salud mental ha dejado de ser un tabú, pero la historia nos recuerda que no siempre fue así. Felipe V, con su vida llena de dramatismo, nos muestra cómo las dificultades mentales pueden afectar incluso a quienes llevan coronas. En nuestra lucha diaria por la estabilidad emocional, sería bueno recordar que todos, reyes o no, enfrentamos nuestras propias batallas. Lo que nos une es nuestra humanidad.
Por lo tanto, aquí va una cuestión retórica: En un mundo donde las redes sociales reflejan siempre lo mejor de nosotros, ¿no es hora de ser más honestos sobre nuestras luchas? La historia de los Borbones debería hacernos preguntar: ¿cómo estamos contribuyendo a romper el ciclo de locura, tanto en nuestra familia como en nuestras vidas?
Un final acorde a la vida real
La vida de Felipe V y Luis I es un recordatorio de que detrás de cada trono hay una historia de sufrimiento, locura y, a veces, amor. La serie «La vida breve» nos brinda un vistazo a estos eventos fascinantes, pero no pierde de vista la humanidad de las personas detrás de las coronas.
Si la historia de los Borbones te ha atraído, si te ha parecido una mezcla de trágico y cómico como a mí, entonces quizás sea una buena oportunidad para reflexionar sobre nuestras propias vidas y cómo, a pesar de las dificultades, todavía podemos encontrar momentos de belleza, ya sea en una nota musical o en un simple abrazo.
Así que, la próxima vez que estés en una conversación familiar y alguien mencione a los Borbones, ya estarás preparado. Y recuerda, si Felipe V pudo sobrevivir a su mundo, tal vez nosotros también podamos sobrevivir al nuestro.
Espero que este viaje a través de la historia de los primeros Borbones en España te haya entretenido y proporcionado una nueva perspectiva sobre el legado real, la locura y la lucha por la cordura en un mundo a menudo caótico. Así que, siéntete libre de comentar tu anécdota o lo que piensas sobre las similitudes entre la vida de un rey y la nuestra. Al final del día, todos tenemos nuestras propias historias que contar. ¡Hasta la próxima!