¡Hola, amigos! Hoy quiero hablar de un tema que nos toca a todos: el cambio climático. Pero no se asusten, no estoy aquí para sermonearlos sobre cómo deben reciclar o si deberían dejar de comer carne (aunque, seamos claros, un poco de vegetales no le hace daño a nadie). En cambio, exploraremos un tema fascinante: los viveros romanos de Alicante y cómo se han convertido en el epicentro del debate sobre el cambio climático y el negacionismo.
El fenómeno del negacionismo climático
Primero, aclaremos algo. ¿Qué es el negacionismo climático? Es un término que se refiere a la creencia de que el cambio climático es una farsa o un engaño, a menudo basándose en datos erróneos o en interpretaciones incorrectas de los hechos. Imagina que estás en una cena familiar, intentas explicar que el clima está cambiando, y tu tío del alma interviene con un video que encontró en Internet. ¿Te suena familiar? Es algo así, pero con un toque científico.
Los negacionistas han encontrado un nuevo ícono: los viveros romanos de Alicante. Según ellos, estas estructuras, construidas hace unos 2,000 años en la antigua Lucentum, son la prueba de que el nivel del mar no ha cambiado desde que los romanos estaban al mando. Su razonamiento es bastante irregular, pero, como diría un viejo amigo mío: “Lo importante no es tener razón, sino tener seguidores”.
Las «pruebas» de los negacionistas
El video que ha vuelto locos a varios negacionistas es de Isaac Moreno Gallo, un ingeniero civil e historiador conocido en YouTube. El hombre tiene alrededor de 250,000 seguidores que, en su mayoría, asienten en aprobación cada vez que habla. En él, menciona que «parece que el agua no ha subido ni bajado ni un centímetro desde entonces». Y, claro, los negacionistas se lanzan a la piscina (literalmente) de la desinformación, utilizando eso como una prueba irrefutable de que el cambio climático es un engaño.
Pero, como diría mi madre: “No todo lo que brilla es oro”. En este caso, lo que brilla es un argumento malinterpretado y, por lo tanto, completamente erróneo.
La respuesta de la comunidad científica
El catedrático y director de la Cátedra del Cambio Climático de la Universidad de Alicante, Jorge Olcina, ha sido uno de los que ha entrado en la batalla. En sus propias palabras: “El negacionismo es una creencia, no una evidencia científica porque no se aportan datos”. ¡Toma eso, Tío Pepe!
Olcina explica que, de hecho, el Mediterráneo no se ve tan afectado por el cambio en el nivel del mar como otros océanos. En su opinión, el clima es rebosante de matices que muchos negacionistas ignoran. ¿Sabías que el agua del mar no sube uniformemente? Hay una variedad de factores que pueden influir en el nivel del mar en diferentes regiones, y esto no se limita a meros datos históricos.
El impacto del deshielo
Uno de los puntos más curiosos que Olcina toca es que el deshielo del Polo Norte no afecta realmente el nivel del mar. Si te lo estás preguntando, sí, yo también pensé que el agua del Polo Norte era la gran villana, pero resulta que no hay continente debajo de esa masa helada. La verdadera preocupación está en el derretimiento de los glaciares continentales del mundo, como los de los Pirineos y los Alpes. Y eso, mi gente, es algo de lo que todos deberíamos preocuparnos.
El Mediterráneo y sus temporales
Pero el problema del Mediterráneo no se limita al cambio del nivel del mar. Según Olcina, lo que realmente debemos estar vigilando son los “temporalismos marinos”. No, no me refería a ir de vacaciones en barco. Hablamos de episodios recurrentes de oleaje que están destrozando infraestructuras costeras. ¿Sabías que en Alicante están perdiendo más arena que una playa después de una fiesta masiva? Las construcciones cercanas al mar en ciudades como Denia están en la cuerda floja… o más bien en la orilla del mar.
Reflexiones finales: ¿Es hora de actuar?
Aquí está la pregunta del millón: ¿qué podemos hacer al respecto? La respuesta no es sencilla. Primero, debemos reconocer que la disidencia sobre el cambio climático no desaparecerá. Históricamente, ha habido una resistencia al cambio, desde la invención de la rueda hasta, bueno, la invención del plástico. Y sí, yo también recuerdo que no estábamos listos para renunciar a nuestras pajitas de plástico.
En segundo lugar, debemos educar a la gente. Esto incluye escuchar a científicos y expertos en lugar de simplemente rebuscar videos de YouTube que confirmen nuestras suposiciones. Al final del día, si vamos a poner en riesgo nuestras costas, al menos hagámoslo con información basada en pruebas.
Finalmente, debemos considerar que el cambio climático no solo es una cuestión de nivel del mar. Este problema es una porción de un rompecabezas mucho más grande que nos afecta a todos. Desde la agricultura hasta la economía, el cambio climático está en el centro de la mayoría de los problemas que enfrentamos hoy en día. La pregunta es: ¿estamos listos para encontrar soluciones y abrazar el cambio?
En conclusión
Así que ahí lo tienen, amigos. Los viveros romanos de Alicante son más que solo una pieza de la historia. Se han convertido en un símbolo de la lucha moderna contra el negacionismo climático y la desinformación. Mientras nos acercamos a las festividades de fin de año, y mientras disfrutamos de nuestras comidas y el calor de nuestros hogares, recordemos que nuestra respuesta al cambio climático debe ser colectiva y basada en hechos.
Y, como siempre, ¡no olvidemos reírnos un poco en el camino! ¿Quién diría que un tema tan serio podría estar lleno de tanta desinformación? Pero, ¿verdad? A veces la vida es como una fiesta en la playa: ¡hay que disfrutar del momento, pero también hay que asegurarse de que la marea no nos arrastre!
Así que sigamos atentos, continuemos aprendiendo y, sobre todo, cuidemos de nuestro querido planeta. ¡Nos vemos en la próxima!