Recuerdo cuando era niño, y la llamada “de la abuela” era motivo suficiente para saltar de la cama. Pero ahora, cuando el teléfono suena y veo un número desconocido en la pantalla, mi corazón se acelera, no de emoción, sino de pánico. ¿Quién será esta vez? ¿Un vendedor de seguros, un teleoperador que insiste en que me merezco una rebaja en mi tarifa de móvil, o tal vez el mismísimo Darth Vader ofreciendo paquetes de vacaciones galácticas?
Desde 2023, en España, hemos llegado a un punto en el que la lucha contra el spam telefónico se ha convertido en una cuestión de vital importancia. Sin embargo, la realidad es que muchos de nosotros todavía estamos atrapados en un torbellino de llamadas que no deseamos.
La ley que se prometía como salvadora
En junio de 2023, fue promulgada la Ley General de Telecomunicaciones, diseñada para protegernos de esas inundaciones de llamadas comerciales no solicitadas. Este cambio legislativo fue como un rayo de esperanza en un mundo donde el acoso telefónico parecía estar ganando terreno. La ley prohíbe estrictamente las llamadas promocionales sin consentimiento expreso del consumidor. En teoría, esto suena fantástico. Pero, ¿realmente ha cambiado algo?
La respuesta, lamentablemente, parece ser un rotundo “no”.
Números parpadeantes y promesas vacías
La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha sido la encargada de proteger nuestros derechos, y aunque ha recibido una avalancha de denuncias (750 en total), el hecho de que el 97% de estas fueran rechazadas nos deja preguntándonos si la ley realmente está funcionando como se esperaba. De las 750 denuncias presentadas, solo 21 fueron admitidas a trámite. Es un poco desalentador, ¿no creen?
La verdad es que muchos de nosotros podemos sentirnos como si estuviéramos lanzando un mensaje en una botella al océano. La frustración se acumula, especialmente cuando intentamos devolver la llamada y nos enfrentamos a un mensaje que dice que el número no existe. Es como intentar contactar a un espía del gobierno, pero en este caso, el único costo es nuestra paciencia.
¿Y la famosa Lista Robinson?
Si alguna vez te has preguntado por qué tu teléfono sigue sonando cuando te registraste en la Lista Robinson para evitar llamadas comerciales, no estás solo. Para quienes no están familiarizados, la Lista Robinson es un servicio en el que te inscribes para limitar las llamadas no deseadas. Sin embargo, parece que muchas empresas ignoran esta base de datos como si fuera un consejo sobre qué hacer en un episodio de Bear Grylls: Man vs Wild. Algunos incluso creen que su existencia es un mito urbano, como el monstruo del lago Ness.
He intentado burlar las llamadas suscribiéndome a la lista y, aunque me sentí como un guerrero de la luz, la realidad es que las llamadas seguían llegando. En una ocasión, incluso recibí una llamada que comenzó con una grabación que decía: “Hola, ¿es usted el titular de la línea?” y cuando respondí que sí, la grabación continuó. Sirena de advertencia, aquí se viene el desastre…
Frustraciones al presentar una denuncia
Pongamos esto en perspectiva. Imagina que recibes una llamada de un número desconocido que deseas denunciar. ¿Cómo lo harías? Primero tendrás que averiguar quién está detrás de ese número. Como un detective privado en una novela de Agatha Christie, deberás recopilar datos: una captura de pantalla del número, la fecha y la hora, y luego, por supuesto, tendrás que grabar la conversación… Si te hace sentir que has vuelto a la escuela haciendo una tarea interminable, no estás equivocado.
Algunas personas pueden desear no lidiar con esto, y en cambio, optan por ignorar la llamada como quien ve pasar una mosca, a la espera de que se aleje por sí sola.
Un nuevo enfoque para un viejo problema
El gobierno, consciente de la frustración y el acoso que sentimos todos los días, ha dado un paso más al aprobar una nueva normativa. A partir de junio de 2024, las llamadas comerciales desde teléfonos móviles estarán prohibidas, a menos que provengan de números específicos. Esto es un alivio, pero, seamos honesto, ya hemos sido escaldados con palabras de aliento en el pasado.
La lucha contra el fraude telefónico
Incluso más importante es la cuestión del fraude telefónico, que ha aumentado en los últimos años. Con tantas estafas flotando en el aire como globos en una fiesta de cumpleaños, el gobierno está tratando desesperadamente de controlar la situación y restaurar nuestra confianza. La creación de una base de datos que incluye empresas legítimas que envían mensajes alfanuméricos es un paso vital en esta dirección. Sin embargo, aquí viene la parte complicada: ¿quién realmente verificará esta base de datos y se asegurará de que sea precisa?
¿La solución está en nuestras manos?
Al final del día, es el consumidor quien tiene que tomar el timón en esta situación. Es esencial que estemos sobre nuestros pies y notemos patrones en las llamadas. ¿Recuerdas esa vez que un amigo tuyo no pudo dejar de recibir llamadas de un número que nunca había visto? No cabe duda de que el pueblo tiene voz, y cuando unimos nuestras fuerzas, podemos hacer que la justicia se escuche.
Reflexionando sobre nuestra privacidad
Reflexionando sobre este caos de llamadas y legislación, se impone otra pregunta: ¿cuánto estamos sacrificando nuestra privacidad a cambio de comodidad? A menudo, al darnos de alta en servicios u ofertas, no nos damos cuenta de que estamos ofreciendo nuestro número telefónico a empresas que lo utilizarán para perseguirnos como un perrito con un frisbee.
Es como si estuviéramos en un cuento de hadas (del tipo terrorífico) donde nuestras decisiones en línea nos persiguen en forma de llamadas, mensajes y promociones de productos que nunca quisimos. ¿Y si, en lugar de aceptar los Términos y Condiciones sin leer, comenzáramos a tener una conversación real sobre lo que significan?
Llamadas de la esperanza: el futuro del spam telefónico
Así como un héroe en un relato de superhéroes, la lucha contra el spam telefónico continúa y, con el tiempo, podríamos ver el amanecer de una nueva era. Con la nueva ley y una mayor conciencia, hay motivos para mantener la esperanza.
Pero quizás el cambio real comience desde nosotros, el consumidor. Convertirse en un guerrero en la lucha contra el spam implica aprender a defender nuestros derechos. Si empoderamos a otros compartiendo nuestras historias y experiencias, quizás, solo quizás, esta guerra interminable pueda llegar a su fin.
Al final, es un ciclo, un camino lleno de obstáculos y desilusiones, pero con la voluntad y la fuerza de todos los afectados, se puede lograr un mundo donde nuestras líneas telefónicas no sean un campo de batalla contra el spam.
¿Qué piensas tú sobre todo esto? ¿Has tenido experiencias frustrantes con llamadas no deseadas? Al final, el diálogo y la acción individual pueden llevarnos a muchas más soluciones de las que la legislación puede lograr por sí sola. Así que, la próxima vez que suene el teléfono, ten en cuenta que, aunque haya un teleoperador al otro lado, ¡tú estás al control!