Hace poco, el vibrante auditorio de CaixaForum en Madrid se iluminó no solo con luces brillantes, sino con el resplandor de ideas muy luminosas. La segunda edición de los Premios Lideremos se llevó a cabo y, permítanme decir, fue más que un simple evento; fue una celebración del talento, la innovación y, sobre todo, del inquebrantable espíritu juvenil que está cambiando el mundo. Si alguna vez has sentido que la juventud se ha desvanecido en un mar de redes sociales y selfies de comida, déjame recordarte que hay jóvenes ahí fuera que están haciendo cosas increíbles y que, en ocasiones, se necesitan plataformas como esta para iluminar su trabajo.

Lideremos: el cultivo de un futuro brillante

Ahora, hablemos un poco de Lideremos. Esta entidad se ha puesto como misión visibilizar y reconocer a esos jóvenes que están haciendo olas en sus comunidades y más allá. Fue fundación por el carismático Tomás Güell, que durante la ceremonia nos recordó la importancia de seguir creyendo en el poder del compromiso juvenil. “¡Sois inspiración, sois fuerza, sois esperanza!”, proclamó, mientras sus palabras resonaban en las paredes del auditorio. La verdad, a veces me pregunto si los jóvenes son los verdaderos superhéroes de nuestra era, o si simplemente nos están basando a todos en un modo de no dejar de intentar.

Recuerdo cuando tenía 24 años. La vida era un torbellino de decisiones importantes y correos electrónicos que jamás terminaban. Nunca me imaginé que puede que alguien me reconociera, al menos no de la manera en que estos jóvenes son premiados. ¿No es sorprendente? El mismo día que te sientes un completo desastre, el día siguiente te pueden otorgar un reconocimiento por ayudar a otros.

Un evento con más de 500 personas y talento desbordante

La gala, presentada con aplomo por la periodista Noor Been Yessef, no solo contó con una multitud de más de 500 personas, también tuvo la honrosa presencia de grandes personalidades como Carmen Calvo y Antonio Garamendi. Hicieron de la noche algo extraordinario al unir a talentos, asistentes, y figuras influyentes en torno a un objetivo común: reconocer las malas y buenas acciones que las nuevas generaciones están tomando en pro de un mundo mejor.

Momentos destacados de la ceremonia

Celebrando el liderazgo en primera persona

El primer premio de la noche, el Premio Liderazgo, se entregó a Sarah Almagro, una joven nacida en Málaga, cuyo amor por el surf y su historia de superación conmocionaron a todos los presentes. En un mundo donde las redes sociales a menudo exhiben una versión pulida de quiénes somos, escuchar su relato sobre cómo el deporte le dio sentido a su vida fue uno de esos recordatorios poderosos de que es la perseverancia la que nos define. Su viaje es un testimonio palpable de que, sí, “nada es imposible”.

¡Hagamos un pequeño alto! Cuéntame, ¿alguna vez has sentido que algo era inalcanzable y luego te diste cuenta de que todo estaba sólo en tu cabeza? A veces, los límites que creemos tener son más ilusorios que compromisos en una primera cita.

Innovación y emprendimiento: el camino a seguir

Además de Sarah, las hermanas Olimpia y Carolina Román fueron galardonadas en la categoría Internacional gracias a su empresa Oli&Carol, que se especializa en la producción de mordedores y juguetes sostenibles. Siempre me ha sorprendido como los hermanos pueden construir cosas juntos. Quiero decir, mi hermano y yo no conseguimos unir dos piezas de Lego sin pelear, mientras que ellas han generado una empresa que protege la sostenibilidad y el bienestar de los más pequeños. ¡Impresionante!

Por otro lado, Ismael Villalobos, creador de La Casa de las Carcasas, se levantó como el líder en la categoría de Emprendimiento, demostrando que la innovación en el mundo de la telefonía móvil medio un compromiso con la calidad y una pizca de audacia.

Innovaciones que marcan la diferencia

En la categoría de Impacto Social, repartiendo emociones en la sala, se premió a Julieta Rueff, la mente brillante detrás de FlamAid, un dispositivo diseñado para garantizar la seguridad de las mujeres. Pensar que un pequeño aparato puede brindar tanto alivio en momentos de vulnerabilidad me hace reflexionar sobre cuántas mujeres por ahí han recurrido a la fuerza no natural. Me alegra saber que iniciativas como estas están surgiendo. Al final, todos podemos aportar algo, ¿verdad?

Este panel de premiados a la innovación también tuvo su cuota de ingeniería tecnológica brillante con Andy Aguilar, una joven emprendedora que ha utilizado IA para ofrecer diagnósticos de enfermedades cutáneas. Cuando le escuché, me quedé reflexionando sobre la revolución que la IA está trayendo a nuestras vidas. No estoy diciendo que debamos confiarnos por completo en una máquina que verifique nuestras pecas, pero lo que está claro es que el futuro está en manos creativas, y Andy es un claro ejemplo.

Reflexiones sobre el futuro

Visto lo visto, ¿cuál es el futuro que nos espera? En el evento se destacó la expansión de Lideremos a más de 10 comunidades autónomas en solo un año. Ciertamente es un signo positivo. Significa que, como sociedad, comenzamos a reconocer a esos líderes jóvenes que están dispuestos a cambiar las cosas. ¿Te imaginas si tan solo un joven de cada comunidad se comprometiera con el mismo nivel de pasión? La cantidad de ideas frescas y creativas en nuestra rutina cotidiana sería abrumadora.

La adaptación a nuevos retos fue un tema recurrente durante la gala. La secretaria general de Lideremos, Claudia Tarinas, escribió sobre los valores que guían a estos emprendedores y la importancia de su voz y acción en los retos sociales. Ella lo resumió perfectamente cuando dijo que estos jóvenes no solo son el futuro, son el presente. Como alguien que ha dedicado más de la mitad de su vida a escuchar (más bien leer) sobre cambios y mejoras sociales, debo estar de acuerdo con esto: ¡el cambio es ahora!

Conclusiones y más allá de la gala

Entonces, ¿qué lecciones podemos extraer de este evento inolvidable? La claridad de que la juventud no solo es un concepto, sino una fuerza viva y vibrante que transforma cada rincón del mundo. Las historias personales, desde la experiencia de Sarah hasta las innovaciones de Andy, son pruebas vivas de que la combinación de pasión y esfuerzo puede abrir puertas que antes parecían cerradas.

Así que, la próxima vez que escuches a alguien hablar negativamente sobre la juventud, recuerda que hay una flota de líderes emergentes listos para asumir el mando. Tras sus pasos, solo puedes levantarte y decir: “¡sí, quiero ser parte de este cambio!”

¿Estás listo para ser parte de este movimiento? ¿Ya tienes tus propias ideas? Porque déjame decirte algo: allí donde hay pasión, hay esperanza, y a veces, la vida se transforma al conectar esas dos líneas. Así que no te detengas, sigue moviéndote. ¡Nos vemos en la próxima gala!