En el agitado mundo de la política vasca, los acontecimientos se suceden con la rapidez de un jamón ibérico deslizándose por una mesa de pintxos. Esta vez, la pugna se centra en el PNV, un partido que ha sido un pilar en la vida política de Euskadi. ¿Estaremos ante un cambio de guardia o simplemente asistiremos a un episodio más en el drama interno de la formación? En esta ocasión, son Aitor Esteban y Andoni Ortuzar quienes protagonizan el duelo por la presidencia del Euzkadi Buru Batzar (EBB), el órgano máximo del partido.
Aitor Esteban: un candidato sorpresivo
¿Sabías que Aitor Esteban, nacido en Bilbao en 1962, ha sido durante años una figura clave del PNV? Ahora está lanzándose a la carrera presidencial con un ímpetu inesperado. En la primera vuelta del proceso interno, ha logrado el apoyo de varios ‘batzokis’ –los locales del PNV–, incluso superando las expectativas más optimistas. Esto me recuerda a cuando, en mi primera consulta gastronómica, pedí una tapa de pulpo y me llegó un banquetazo en su lugar. ¡Eso sí que fue un cambio inesperado!
Con un equipo de campaña ya en acción, parece que Esteban se prepara para un combate que, en sus propias palabras, ha tomado por sorpresa a muchos, incluso a sí mismo. Tras haber sido parte de un ‘plan B’ que surgió como respuesta a la preferencia del aparato del partido por la continuidad de Ortuzar, Esteban ha decidido que es hora de dejar huella en la historia de Euskadi. ¿Acaso estaríamos ante el próximo gran líder del PNV? Solo el tiempo lo dirá, pero la historia de muchos líderes comienza con un poco de sorpresas y un montón de estrategia.
Ortuzar: el hombre de la continuidad
Por otro lado, tenemos a Andoni Ortuzar, un hombre que, tras tres mandatos al frente del PNV, busca su cuarto. En un momento en que muchos esperaban que se retirara dejando paso a una nueva generación, Ortuzar se afianza como la figura de la continuidad. ¿Es esta una jugada acertada? En la política, como en el amor, a veces lo clásico es lo que gana el corazón del público. Sin embargo, Ortuzar podría estar subestimando la creciente oleada de apoyo hacia Esteban.
Por lo que se ha escuchado, Ortuzar no está solo en esta batalla. Aunque su campaña parece estar limitada al clamor de su base, algunos de los pesos pesados del PNV le respaldan, como Joseba Aurrekoetxea, un veterano de la política vasca que ha olfateado el poder a lo largo de los años. Con aliados influyentes, Ortuzar tiene un campo de fuerza considerable que podría sembrar dudas en los votantes indecisos.
El proceso interno del PNV: una batalla de ‘batzokis’
La dinámica dentro del PNV es tan singular que a veces parece un juego de ajedrez entre amigos. La primera vuelta ya ha dejado claro que, en cada ‘batzoki’, el que consiga más votos consigue el poder. En esta etapa, Esteban ha tenido un éxito impresionante, incluso logrando victoria en varios ganadores de Gipuzkoa y Bizkaia, mientras que Ortuzar aún intenta mantener el control.
En la política, al igual que en la vida, a veces se trata de ser el que acumula más ‘batzokis’, y no necesariamente quien tenga más experiencia. ¿Quién diría que un pequeño ‘batzoki’ de Ermua podría convertirse en el epítome de una revolución interna?
La estrategia: un juego de retroalimentación
Como cualquier organizador de eventos sabe, la estrategia es clave. Y el PNV no es diferente. Los ‘planes A y B’ que maneja el partido revelan un entendimiento profundo de que la respuesta a la dinámica interna exige astucia, flexible como una paella española. La imprevisibilidad del aparato del partido ha dejado claro que la boca del tigre puede morder a quienes menos te lo esperas.
El equipo de Esteban ha tenido que actuar rápido, configurando un equipo de ‘campaña’ que se asemeja más a un grupo de amigos en una batalla de improvisación que a una estructura política tradicional. Ciertamente, uno no puede evitar sentir que en años pasados habría sido impensable ver a un dúo celebrando su triunfo con auténtica alegría mientras la política se apretujaba a su alrededor. ¿Recuerdas cómo un buen comentario puede cambiar el ambiente de una reunión incómoda?
El futuro del PNV: un interrogante
Lo que está en juego en esta carrera por la presidencia del PNV es mucho más que el destino de sus líderes. En un contexto en el que la política vasca vive una transformación inminente, el resultado podría redefinir el PNV en los próximos años. Las nubes de la incertidumbre se acumulan sobre el partido, y no es difícil imaginar cómo esto mantendrá a los analistas en vilo. ¿Estaremos ante un cambio radical en la estructura y visiones del PNV? ¿Están los vascos preparados para un nuevo capítulo?
Esto me recuerda a aquella vez que decidí probar un nuevo bar de tapas. Opté por una tapa de pulpo y me encontré con un cachopo. Pero créeme, no sé si al final fue buena elección, ¡aunque mi corazón estaba dispuesto a arriesgarse!
Una mirada más cercana a las bases del PNV
El clamor por el cambio no solamente proviene de las altas esferas del partido. Las bases, aquellos que verdaderamente sostienen al PNV, también sienten que el partido se dirige hacia una bifurcación. Muchos afirman que es necesario un cambio de voz que refleje las inquietudes de la nueva generación de votantes. Un delineamiento que salga del molde del ‘establishment’ actual, pues es claro que los vascos requieren voces frescas y propuestas renovadas.
En este sentido, Aitor Esteban puede representar esa voz renovadora que las bases han estado anhelando. La figura de Esteban, entrenado en la diplomacia política, resulta un refuerzo esencial en un mundo que ha mostrado ser cada vez más complejo. Es como aquel chiste sobre el jardinero, que dicen que sólo si cuida de sus plantas, verá florecer el jardín.
Conclusión: ¿Quién ganará la partida?
El desenlace de esta batalla por la presidencia del PNV tendrá repercusiones que se irán sintiendo mucho tiempo después de que se complete el proceso electoral. Mientras Ortuzar representa la voz de la continuidad y de los lazos tradicionales, Esteban muestra una imagen actualizada que podría atraer a los jóvenes y a aquellos insatisfechos con el statu quo.
Los debates y las asambleas se intensificarán en los próximos días, y cada bando buscará obtener el mayor número de apoyos posibles. Hay un toque de humor en todo esto: al final del día, el juego político muchas veces se asemeja a una gran partida de mus con amigos: se trata de leer a los demás y saber cuándo jugarse el todo por el todo.
Sea cual sea el resultado, el PNV se encuentra en un punto crucial de su historia. Y como amante de la política, me siento emocionado de ver cómo se desarrolla esta historia, sintiendo en el aire que estamos ante un momento histórico. ¿Quién será el próximo en liderar el PNV? ¿Y qué cambios revestirán a Euskadi en esta nueva era política? Solo el tiempo lo dirá, pero como dicen en mi pueblo: «hay que disfrutar del viaje».