Desde su aparición en la escena musical a la tierna edad de diez años, Melody Ruiz Gutiérrez se ha establecido como una de las figuras más carismáticas y queridas de la música pop en España. Tras unas décadas de vaivenes, conciertos y un sinfín de anécdotas, la sevillana que conquistó el corazón de los españoles en el 2001 con su famoso «baile del gorila» ahora se prepara para un nuevo desafío el próximo 17 de mayo en Eurovisión 2025. Así que, ¿qué mejor momento que este para profundizar en su historia y lo que significa este paso en su carrera?

La magia de un comienzo temprano

Nacida en Dos Hermanas en 1990, Melody se crió en un entorno donde el arte se respiraba en cada rincón. Su familia, una verdadera dinastía de artistas, fue la chispa que encendió la pasión por la música en su corazón. Imagínate tener a papá Lorenzo, un cantante y bailarín, como guía. No es difícil adivinar que el talento corría por sus venas. Desde pequeña, su vida giró en torno al espectáculo: a los seis años ya estaba bailando y coreografiando para el grupo de su padre, ‘Los Kiyos’. Es como si hubiera nacido en el escenario, ¿verdad?

Un encuentro que cambiaría su vida

Algunos momentos parecen destellos de suerte que uno no puede anticipar. La historia de cómo conoció a El Fary, leyenda de la música española, es uno de esos momentos. Con solo nueve años, Melody hizo una maqueta que terminó en manos del famoso cantante. Para su sorpresa, El Fary se convirtió en su padrino y mentor en un camino hacia la fama. En un mundo donde los ídolos pueden parecer inalcanzables, Melody tuvo la suerte de tener a un gigante a su lado que la guió y apoyó en sus primeros pasos.

Es fácil imaginarse la emoción y los nervios de una niña que había visto a El Fary en la televisión, y de repente él la estaba apadrinando. ¡Qué giro de la vida! Este tipo de historias me hace pensar: ¿alguna vez has tenido a alguien que transformó tu camino al éxito? ¿Un maestro, un amigo, o quizás una figura pública que te inspiró a perseguir tus sueños?

El fenómeno «Esa diva»

El Benidorm Fest 2025 fue el trampolín que Melody necesitaba para volver a brillar en el firmamento musical. Con su sencillo «Esa diva», no solo se ganó la oportunidad de representar a España en Eurovisión, sino que también demostró que el talento perdura a través del tiempo. Desde el momento en que se escucharon los primeros acordes de su canción, la emoción en su cara y el ritmo contagioso hicieron que el público no pudiera evitar levantarse de sus asientos.

Recordando un pasado competitivo

Regresando un poco a 2009, Melody ya había intentado un asalto a Eurovisión con su tema «Amante de la luna», donde quedó en segundo lugar tras Soraya Arnelas y su famoso «La noche es para mí». Cuando se trata de competiciones, hay que tener agallas. ¿Te imaginas a una joven de diez años, con todas las esperanzas en su corazón, viendo cómo sus sueños parecían, por un momento, esfumarse? Pero como bien dicen, la perseverancia es la clave del éxito, y Melody nunca se rinde.

Un legado musical que perdura

A lo largo de los años, Melody no solo ha lanzado hits pegajosos. Ha conquistado varias generaciones con su música. Su debut con «De pata negra» no solo vendió millones de copias y se convirtió en un doble disco de platino, sino que también dejó su huella en la historia de la música infantil en España. ¿Recuerdas ese baile del gorila? Si no, deberías buscarlo en YouTube y prepararte para verte envuelto en una nostalgia llena de diversión.

En una época donde las redes sociales y las plataformas de streaming dominan, recordar un tiempo en que se bailaba al ritmo de un disco físico provoca una sonrisilla. Melody se convirtió en un ícono, y su habilidad para adaptarse a los cambios de la industria musical ha sido lo que la ha mantenido relevante durante más de dos décadas.

La versatilidad de Melody

Más allá de la música, Melody ha explorado diferentes facetas artísticas. Se la ha visto en televisión, por ejemplo, en el clásico «Cuéntame cómo pasó» y en la serie «Arde Madrid». Su interpretación de Carmen Sevilla es una muestra de su versatilidad; no es solo una cantante, sino también una talentosa actriz que sabe cómo conectar con su público en diferentes formatos.

¿No es asombroso cuando un artista puede destacar en múltiples disciplinas? Hay algo intrínseco en los creativos que les permite brillar sin importar dónde estén; Melody es uno de esos casos.

Y después de Eurovisión…

Al preparar su actuación en Eurovisión, Melody sostiene una carga emocional intensa. Ella no solo representa a España, sino también a una historia de esfuerzo, sacrificio y, por supuesto, sueños. Algo que todos llevamos dentro: la esperanza de ser escuchados y valorados.

No obstante, se ha desatado cierta controversia en torno a su actuación y a la reciente filtración de su actuación en el Benidorm Fest. Melody se ha manifestado sobre ello, indicando que se debería promover el respeto en lugar de castigos. Este tipo de situaciones añade una capa de complejidad a su regreso a la industria.

Reflexionando sobre la carrera de Melody

Mirando a la carrera de Melody desde su inicio con «De pata negra» hasta su triunfo en el Benidorm Fest, uno sólo puede sentir admiración y un poco de nostalgia. La carrera de una estrella no siempre es un camino pavimentado. Hay altibajos, éxitos y fracasos, pero lo que importa es cómo uno se levanta después de caer.

Melody ha demostrado una y otra vez que, independientemente de los tropiezos, la pasión por la música es lo que la mueve. La vida es un escenario, ¿no? Todos tenemos nuestros momentos de «baile del gorila», ya sea en el trabajo, la familia o cualquier otra faceta de la vida.

El gran día se acerca

Este 17 de mayo, cuando Melody suba al escenario de Eurovisión, ella no solo estará trayendo consigo su música, sino también la historia de una niña que soñó en grande y nunca se dio por vencida. La emoción, el nerviosismo y la alegría estarán a flor de piel, no solo para ella, sino para todos esos fans que han estado con ella durante este viaje.

Así que, si alguna vez te pusiste a bailar al son de «Esa diva», si alguna vez soñaste en ser un artista, o simplemente amas la música, no olvides sintonizar. ¿Quién sabe? Tal vez ese día, en un rincón del mundo, una persona esté inspirándose en Melody y en su viaje al estrellato.

Conclusión

La historia de Melody no es solo la historia de una cantante. Es una narración de sueños, lucha y perseverancia en el mundo de la música. Desde sus primeros pasos en la danza hasta su desembarco en Eurovisión, ha recorrido un camino sorprendente y emotivo. La música es un reflejo de la vida, y en el caso de Melody, refleja la creencia inquebrantable de que nunca es tarde para brillar.

Así que, mientras espera su gran presentación, ¿te animas a unirte a la fiesta? ¡No olvides aportar tus mejores moves de baile! Recuerda, cada uno de nosotros tiene un ritmo único que aportar a este maravilloso escenario que llamamos vida.