Cuando uno se sienta a una mesa en un restaurante, a menudo la experiencia va más allá de simplemente consumir comida; es un viaje a través de la cultura, la historia y, ¿por qué no?, un poco de la personalidad de quien está detrás de los fogones. En este caso, el viaje nos lleva al corazón de Malasaña, un barrio de Madrid conocido por su ambiente bohemio y su oferta gastronómica diversa. Hablemos de Hiro, el nuevo rincón culinario de Lucas Ciasullo que ha capturado rápidamente la atención de los comensales, y que representa una mezcla intrigante de culturas y sabores.

¿Quién es Lucas Ciasullo?

Lucas es un argentino de raíces gallegas e italianas que ha dado un salto de media vida entre varios países, incluyendo Galicia, Málaga, Buenos Aires y Madrid. A sus 29 años, ya ha creado un pequeño fenómeno en el mundo de la gastronomía, convirtiendo a su restaurante Hiro en uno de los locales más codiciados de Madrid. Aunque Lucas no empezó su carrera como chef, su trayectoria está llena de anécdotas inspiradoras que demuestran que la pasión y el trabajo duro pueden llevarte a lugares inesperados.

Recuerdo una vez cuando decidí aventurarme a cocinar en casa; elegí hacer una pizza, un evento que debería ser simple, ¿no? Pero después de un par de horas, mi cocina parecía un campo de batalla. Lucas, al igual que yo en esa ocasión, tuvo que empezar desde cero, y lo hizo en una hamburguesería de San Pedro de Alcántara. Su experiencia inicial a base de hamburguesas le otorgó una perspectiva única sobre cómo se construyen los sabores, algo que luego utilizaría en su propio restaurante.

El Concepto de Hiro: Sin etiquetas ni pretensiones

Hiro no es solo un restaurante, es un concepto sin definiciones ni nombres. Lucas lo explica con ligereza, como si estuviera hablando de una historia que ha vivido en carne propia, sin preocuparse por las críticas o cómo podría encajar en un tipo específico de cocina. ¿Realmente necesitamos etiquetas? A veces, lo mejor es dejar que los sabores hablen por sí mismos. Con platos que mezclan guiños asiáticos, sudamericanos y españoles, lo que resulta es una experiencia informal y casual, ideal para quienes buscan algo diferente en sus salidas.

Puedes pensar en lo que es salir a cenar y caer en un restaurante que tiene un menú definido de alta cocina que parece más un libro de texto que un menú. Frustrante, ¿verdad? Al entrar a Hiro, lo que encuentras es una carta corta pero inquietante, que cambia con frecuencia, dependiendo de la creatividad y el mercado. Déjame decirte que, créeme, eso es lo que hace que la experiencia sea emocionante, ¿no te parece?

La Experiencia Culinaria en Hiro

Una de las primeras cosas que te sorprenderán al probar los platos de Hiro es la calidad de los ingredientes. Lucas se asegura de que cada elemento en su cocina sea de primera calidad. Las carnes que utiliza provienen de Discarlux, los mariscos de una pescadería local que lleva funcionando desde 1920, y las verduras son cosechadas a partir de productos frescos de Frutas Eloy. ¿Te imaginas en un restaurante donde sabes exactamente de dónde proviene cada ingrediente? Es como hacer una visita a la casa de tu abuela, pero con una presentación más artística.

Los platos son ideales para compartir, lo que abre la puerta a una experiencia social. El ssam de mollejas y langostinos tigre con salsa tártara y migas de cacahuetes fritos es solo uno de los ejemplos de la creatividad de Lucas. Cada bocado es una explosión de sabor, y es difícil no querer gritar “¡delicioso!” después de cada plato.

Sí, tienes razón; no soy el mejor para hacer críticas gastronómicas. Pero, ¿me creerías si te dijera que el postre de yogur y pistacho es tan bueno que, para mantener la calma, pensé en contigo cuál podría ser la receta en casa? Pero, entremos en detalles más específicos.

Innovación y Técnica

La cocina de Hiro no se basa únicamente en ingredientes de calidad; Lucas y su equipo también aplican técnicas que han aprendido a lo largo de sus carreras. Desde el uso de beurre blanc ahumado hasta la cocción a baja temperatura de las mollejas, hay un nivel de detalle que realmente destaca. ¿Has tenido la oportunidad de probar una molleja cocinada en leche y hierbas? Si no, debo insistirte en que es un must.

Lo curioso es que Lucas no tiene un proceso creativo definido; se deja llevar por las ideas que le surgen en el día a día, así como yo puedo encontrar inspiración en una tarde lluviosa. Un día, mientras preparaba su rodaballo nikkei a la malagueña, se le ocurrió la idea del gazpachuelo con leche de tigre, fusionando sabores que jamás habrías imaginado.

El Equipo que Lo Hace Posible

Un restaurante no es solo su chef. Lucas comparte su visión con un equipo joven y dinámico. Una de las cosas que más me gusta de Hiro es que todos parecen tener la misma pasión. Placebo en un ambiente de trabajo, eso puede ser clave. Hablar con Ricardo González, quien se encarga de la pastelería, y Juan Pastor, del MOM Culinary Institute en Madrid, agrega más profundidad a la experiencia general. Te das cuenta de que la comida es un arte colaborativo.

Lucas menciona que todos, desde el cocinero hasta el personal de sala, sienten que el proyecto les pertenece, lo cual es vital en el mundo de la restauración. No es solo una cuestión de seguir instrucciones. Hiro ha demostrado ser capaz de adaptarse rápidamente, incluso han tenido que implementar dos turnos por servicio, algo que Lucas reconoce con humildad, lamentando que muchos se vean obligados a levantarse.

Lucas y Su Trayectoria

Como cualquier historia de éxito, la trayectoria de Lucas está llena de aprendizajes. A pesar de ser autodidacta, llegó a trabajar en restaurantes de renombre, acumulando una experiencia invaluable. Pasó por varias cocinas Michelin, participando en entornos que desarrollaron su capacidad y creatividad.

Imagínate estar trabajando en una hamburguesería y, de repente, te encuentras en una cocina de alta gama. Es como pasar de jugar en un patio de recreo a competir en los Juegos Olímpicos. Como una vez me dijo un amigo: «nunca subestimes un paso, porque a veces lleva a otro más grande». Lucas entendió eso bien.

Sumérgete en sus anécdotas sobre su paso por el Grupo Dani García, y como, en medio de todo, comenzó a tomarle cariño a la cocina y hospitalidad. «No sabía hacer pesto; me acuerdo perfecto de mi frustración», dice con una sonrisa. Es este tipo de humildad y honestidad lo que realmente conecta a Lucas con los comensales y hace que, aunque sea un chef en ascenso, se sienta accesible y genuino.

El Futuro de Hiro y Más Allá

Los planes de Lucas no se detienen aquí. Con el éxito de Hiro, ya está pensando en la expansión. ¿Te imaginas un Hiro en Buenos Aires? Con su espíritu viajero, a Lucas le encanta la idea de llevar sus sabores a nuevas ciudades.

Y, como si eso no fuera suficiente, su futuro también incluye una coctelería en el sótano de Hiro. Avanza hacia la creación de bebidas innovadoras; ¿un pisco sour con sake para el verano? Estoy emocionado por probar eso.

Reflexiones finales

Al final del día, lo que realmente distingue a Hiro no es simplemente la combinación de sabores o la técnica; es la pasión, el esfuerzo y la historia que hay detrás de la cocina. Lucas Ciasullo ha logrado crear un espacio donde cada plato cuenta una historia, uniendo culturas, sabores y experiencias en un solo plato.

Uno no puede evitar preguntarse, ¿cuál será el próximo paso de un talentoso cocinero que ha aprendido a surfar en las olas de la gastronomía moderna sin tener un máster debajo del brazo? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: el viaje apenas comienza y ya ha dejado una mella indeleble en el escenario culinario de Madrid.

Así que, si aún no has hecho una visita a Hiro, quizás sea hora de que lo consideres. ¡Y recuerda, siempre hay espacio para un postre!