El Benidorm Fest 2025 ha llegado a su punto culminante, dejando a todos los espectadores al borde del sofá, con palomitas en mano (o tapas, si prefieres). El sábado 1 de febrero, ocho talentosos finalistas se verán las caras en este vibrante concurso musical donde la pregunta que todos nos hacemos es: ¿quién llevará a España a la cima del corazón europeo en Eurovisión 2025? En esta edición, no solo hemos presenciado a algunos de los mejores talentos de la música, sino que también hemos tenido giros inesperados y hasta un poco de drama. ¡Vamos a desglosarlo!
La semifinal del 30 de enero: un espectáculo de luces y emociones
La segunda semifinal, celebrada el 30 de enero, fue un despliegue de como se ven los nervios y la adrenalina, casi como si estuviéramos viendo un episodio de nuestra serie favorita de acción (sí, con cliffhangers incluidos). Melody, una de las grandes favoritas, llegó al escenario con todo el glamur de una diva que ha estado esperando su momento bajo los focos. Con un show que incluía acrobacias, fuego y una coreografía que te hacía tener envidia de los bailarines, Melody estaba lista para deslumbrar. Pero, como suele pasar en la vida, no todo salió según lo planeado.
¿Un fallo técnico en el momento más crítico?
Imagina que estás esperando el gran desenlace de una película épica y, de repente, el proyector se apaga. Eso le pasó a Melody, que sufrió un fallo técnico durante su actuación, algo que ningún artista quiere experimentar. La directora de Comunicación de RTVE, María Eizaguirre, nos tranquiliza diciendo que “se ha ido la línea” por unos segundos, pero el espectáculo debe continuar, ¿verdad? En lugar de dejarse desanimar, Melody ha prometido una actuación de altura para la final. ¿Quién no ha experimentado un desliz en un momento crucial? Todos hemos tenido nuestras meteduras de pata, pero la clave es cómo te levantas después de la caída.
El inconfundible J Kbello y su “VIP”
Mientras tanto, J Kbello ascendía como un cohete. Con su número lleno de luces verdes y rosas, transformó el Palau d’Esports L’Illa en una auténtica discoteca. Si hubiera un premio a la mejor fiesta del año, su actuación lo ganaría sin discusión. ¡Parece que tuviera una agenda llena de fiestas y eventos! Su control vocal fue impresionante, incluso mientras se movía como un verdadero maestro del baile. Aunque, seamos sinceros, si estuviéramos bailando de esa manera, probablemente necesitaríamos un descanso justo después. ¿No les ha pasado? Pasamos del “¡Estoy en forma!” al “Mejor me siento un segundo”.
Mel Ömana y su multitudinario “I’m A Queen”
Mel Ömana también se robó el show con su presentación que recordaba a las reinas del urbano, como Nathy Peluso y Tokischa. Con una mezcla de ritmo y espectáculo visual, logró enamorar al público y a los jurados. La espontaneidad de su actuación me recuerda aquellos momentos en los que, en una fiesta, alguien suelta una canción pegajosa y de repente todos nos convertimos en ídolos pop por un par de minutos. ¿Acaso no son estos los momentos que más recordamos?
La sorpresa de Mawot
Y como si la noche no pudiera ponerse más interesante, Mawot fue la gran sorpresa, colándose en la final. Si bien todos teníamos nuestras apuestas, su participación fue como un buen chisme en una reunión familiar: inesperada pero indiscutiblemente entretenida. Su actuación de Raggio Di Sole dejó a más de uno con la boca abierta. ¡Vaya que es emocionante ver a alguien desafiar las expectativas! ¿Cuántas veces hemos estado en una situación en la que alguien llega y revierte toda nuestra narrativa preconcebida?
Las ausencias notables y la conexión con el público
A pesar de estas actuaciones destacadas, tuvimos que despedirnos de algunos favoritos. DeTeresa y su copla techno fueron una apuesta arriesgada que, aunque logró cautivar a parte del público, no fue suficiente para los jurados (¿se puede comparar esto con enviar un mensaje de texto importante y no recibir respuesta? Un pequeño drama, ¿no creen?). El pletóreo “La Pena” de DeTeresa fue profundamente apreciado por los espectadores, pero el telón cerró con Mawot adelantándose y causando, sí, unos cuantos abucheos en el plató.
Estamos tan acostumbrados a ver a artistas triunfar que a veces olvidamos la montaña rusa emocional que es competir. Todos llevamos dentro un artista que sueña con brillar, a veces solo por una noche. Aquí es donde la conexión con el público resulta clave; la empatía por las actuaciones puede ser el transporte que necesitamos para sentir que somos parte de esta aventura musical.
Un vistazo a las votaciones: ¿quién brilla en el escenario?
Ahora que hemos explorado las actuaciones, echemos un vistazo a cómo se dividen las votaciones. La combinación de jurado y público creó un nuevo juego de estrategias. Los finalistas son:
- Jurados:
- Melody
- J Kbello
- Mel Ömana
- Mawot
- Público:
- J Kbello
- DeTeresa
- Melody
- Mel Ömana
Los votos son una representación política difícil de sobrellevar. Es interesante ver cómo la opinión popular puede diferir del juicio de expertos, y esto es parte de la magia del Benidorm Fest. La diversidad de voces es un recordatorio de que cada individuo tiene su propio gusto, y eso también es una celebración de la cultura musical.
Reflexiones finales sobre el Benidorm Fest 2025
La presentación del Benidorm Fest está creando un camino emocionante hacia Eurovisión 2025. Con artistas como Melody, J Kbello, Mel Ömana y Mawot listos para competir, el escenario está preparado para ser inolvidable. Cada uno de estos músicos no solo trae su propia estética y sonido, sino que también aportan su propia historia. ¿Qué aprenderemos de ellos? ¿Cuántos de estos jóvenes talentos se convertirán en el próximo gran nombre en la música pop europea?
Lo que está claro es que el Benidorm Fest no es solo un concurso: es un espacio donde los sueños se ponen a prueba y todos, ya sean artistas o espectadores, pueden experimentar la magia de la música. No podemos esperar a ver qué talento se lleva a casa el codiciado puesto de embajador musical de España. Así que, ¡apunten en sus calendarios el 1 de febrero! La noche promete ser memorable.
Un brindis por la música y el arte
Y mientras aguardamos la conclusión, hagamos un brindis (figurativo, claro) por la música, el arte y las historias que estas increíbles personas están dispuestas a contarnos. Porque al final del día, esos momentos de música y emoción compartidos son los que nos conectan a todos. Así que, amigos, ¿quién creen que se llevará la victoria? ¡Dejemos que suene la música y que gane el mejor!