La música en España nunca ha estado exenta de emociones, talentos y, por supuesto, de unas cuantas controversias. ¿Quién no recuerda esos momentos en que algún artista se convertía en el ícono de una generación casi de la noche a la mañana? Uno de esos eventos que ha tejido el destino musical del país es el Benidorm Fest, que se ha convertido en un punto de referencia desde su regreso en 2022. Pero, ¿cómo llegamos hasta aquí? Permíteme llevarte en un viaje a través del tiempo, donde el glamour, la nostalgia y algunas risas son parte de la melodía.
Un poco de historia y nostalgia: el festival que marcó una era
Imagina que estás en la década de los 50, con el pelo cardado, escuchando los primeros acordes de la guitarra española en una pequeña ciudad de la costa alicantina. En 1959, nacía el Festival de la Canción de Benidorm, un evento que no solo buscaba emular al célebre festival de San Remo, sino que también ansía dar a conocer al mundo el talento musical español. ¿Quién hubiera pensado que de ahí saldrían estrellas como Raphael y Julio Iglesias? ¡Vaya combo!
Mi abuelo Solano, que siempre fue un gran amante de la música, solía contarme cómo se emocionaba viendo esas primeras ediciones en blanco y negro. «Era un espectáculo en sí mismo», decía, mientras yo pensaba en el alto nivel de excitación que alcanzaba al ver un concurso donde las canciones eran pura poesía y solamente fue necesario un poco de charanga y juerga para mantener a la audiencia enganchada.
La gloria de los 60: un trampolín dorado
El festival comenzó a brillar en la década de los 60, y es difícil hablar de aquel momento sin mencionar a Raphael, quien, a los 17 años, ganó su primera edición en 1962. Si te pones a pensar, ese es el equivalente a tener una viralización instantánea en TikTok hoy en día. Y cuando llegamos a 1968, la historia se repetiría con Julio Iglesias. Desde su famosa “La vida sigue igual”, no solo catapultó su carrera, sino que también marcó el rumbo de la música en español hacia el mundo.
Sin embargo, imaginemos a Julio en aquella época: un joven que llegó tras un accidente que truncó su carrera futbolística, enfrentando el miedo al fracaso. Sin duda, un profundo retorno a sus raíces. ¿Cómo reaccionamos nosotros ante las vicisitudes de la vida? A veces, un golpe duro puede convertirse en la palanca que nos impulsa hacia nuestro verdadero destino.
De la cima a la decadencia: cuando las luces se apagan
Al igual que en el espacio musical, la gloria es efímera, y lo que sube puede caer. En la década de los 80, el Festival de la Canción de Benidorm comenzó a experimentar una notoria decadencia. Esa explosión de talento se transformó en silencio, haciendo que muchos aficionados, como mi abuela, respiraran nostalgia.
«Ya no es lo que era», me decía mientras meneaba la cabeza. Y es que, aunque la nostalgia puede ser agridulce, es la mezcla de recuerdos felices con los tiempos duros lo que a menudo nos define. En 2006, el festival cerró definitivamente sus puertas, lo que significó el adiós a una era dorada de la música. Pero la ciencia tiene una interesante teoría: cada despedida trae consigo una nueva oportunidad.
El renacer: el Benidorm Fest
Después de años de pausa y silencio, en 2022, RTVE decidió resucitar la llama con el Benidorm Fest, este nuevo certamen se convirtió en la principal via para seleccionar a España en el Festival de Eurovisión. ¡Sí, amigos! Esa época dorada parecía renacer. La emoción volvió a palpitar, y de repente, todos nos encontramos cantando canciones pegajosas que, aunque no lo admitamos, terminamos enseñándole a nuestros vecinos.
La búsqueda del nuevo ícono musical
¿Recuerdas la euforia que había con cada actuación? Jovencitas en la sala, aplaudiendo; adultos cantando a todo pulmón. Artistas emergentes como Chanel y Blanca Paloma demostraron que el talento sigue fluyendo en las nuevas generaciones. Y mientras tanto, el festival ha logrado captar la atención de los medios a nivel nacional e internacional, elevando el perfil de la música actual en España a cotas sin precedentes. Es fácil imaginar a los críticos sentados al borde de sus asientos, preguntándose: «¿Quién será el siguiente en dejar un legado?»
Por supuesto, el Benidorm Fest no solo ha tenido sus triunfos. En su primera edición, se susurró sobre el «famoso escándalo» de la semifinal de la muerte, donde el caos repleto de trucos y giros inesperados mantuvo a todos en vilo. Pero, ¿no es eso lo que selló nuestro amor por la música? Lecciones vitales vienen del arte, y a medida que seguimos este viaje, es inevitable preguntarse si la historia se repetirá o si conoceremos a una nueva superestrella que nos hará vibrar.
El impacto en la cultura y el público
Lo que hace del Benidorm Fest un evento singular no es solo la elección de un representante para Eurovisión, sino su impacto en la cultura y el público. Vamos a ser sinceros, todos hemos estado en casa viendo la tele, con un puñado de palomitas en la mano y la expectativa a flor de piel. Las risas, los “¡Woooow!” que salían de nuestras bocas, eran momentos fundamentales que unían a las familias. No es exagerado decir que, en muchos hogares, el Benidorm Fest ha sido un verdadero evento social, sintiendo como si todos estuviéramos en el mismo lugar.
Desafiando la adversidad
No podemos olvidar que detrás de cada canción exitosa hay historias de pasión y superación. He conocido a muchos artistas, aunque sea de forma virtual, que llegaron a la cima tras años de lucha y deseos. Ellos siguen desafiando normas y no dejan que las adversidades les derriben.
Retomemos la historia de Julio Iglesias, que no solo venció su accidente, sino que floreció para convertirse en uno de los artistas más emblemáticos de todos los tiempos. En la actualidad, el Benidorm Fest refleja esa lucha y entrega. Nos enseña que detrás de cada interpretación hay un mundo de sacrificio.
Conclusiones y futuro del Benidorm Fest
Ciertamente, el Benidorm Fest es más que un mero concurso musical. Es un símbolo de perseverancia, un vínculo abierto con el pasado y un camino hacia el futuro. Reflexionando sobre mi viaje musical personal, no puedo evitar sentirme esperanzado por lo que vendrá en las siguientes ediciones. Mientras sabemos que el talento español es vasto, es solo cuestión de tiempo antes de que el próximo artista suba al escenario y nos haga vibrar una vez más.
Así que, la próxima vez que nos sintonices, no te sorprendas si te encuentras a ti mismo o a tus amigos cantando a todo pulmón. Es un viaje que hemos estado haciendo juntos, y estoy seguro de que no hay nada que detenga al Benidorm Fest en su búsqueda por seguir brillando en el escenario musical mundial. Porque al final del día, la música es eso: un vehículo para expresar y conectar, y como decía mi abuela en su tono más sabio: «¡Lo mejor está por venir!»
Y tú, ¿qué artista esperas ver en el próximo Benidorm Fest?