Cuando hablamos de sueños y de perseguirlos, a menudo pensamos en historias que inspiran. La historia de Great Osobor es una de esas narrativas que no solo toca el corazón, sino que también muestra el poder de la determinación y la capacidad de adaptarse a nuevas realidades. Este joven prometedor, que ha dado el salto del modesto baloncesto español a convertirse en una estrella emergente en la NCAA, es un ejemplo perfecto de cómo el trabajo duro y el talento pueden romper barreras. ¿Pero cómo llegó hasta aquí? Abróchense los cinturones, porque vamos en un viaje a través de su vida y carrera, llena de giros inesperados y momentos memorables.

El inicio de un viaje inesperado: de Nigeria a Tudela

Great nació de un par de padres nigerianos en Tudela, España. ¿Quién lo diría? Este pequeño pueblo, más conocido por su rica historia y su deliciosa gastronomía, como los famosos espárragos de Tudela, se convirtió en el hogar de Great y sus hermanas debido a la búsqueda de oportunidades de sus padres. En un mundo donde las decisiones de nuestros padres moldean nuestro futuro, la historia de Osobor es un claro ejemplo de ello.

El padre de Great, como muchos inmigrantes, dejó su hogar en busca de una vida mejor. La familia se trasladó a Inglaterra y luego Great encontró su pasión por el baloncesto. Sin embargo, me imagino que no fue fácil salir de la comodidad de casa y entrar en un mundo tan diferente como el del baloncesto estadounidense, donde la competencia es feroz. «¿Qué tan distinto puede ser?», te preguntarás. Imagina un pueblo tranquilo como Tudela y luego aterrizar en el bullicio de una ciudad universitaria como Seattle. Es como cambiar de un café tranquilo en tu barrio a un bar lleno de gente donde todos gritan por su equipo favorito; al principio, es desbordante.

Las primeras canastas: formación en el CB Génesis

Jugando en el CB Génesis, Great tuvo la oportunidad de formarse y desarrollarse como jugador. Aquí, recogió más que simples habilidades en la cancha: el amor por el baloncesto creció en él. Recuerdo cuando empecé a jugar al básquet en el colegio, siempre me decía que quería ser como Michael Jordan. Aunque nunca llegué a despegar, la emoción de encestar un tiro era impagable.

En sus palabras, Osobor ha mencionado: “Mi habilidad es diferente a la de los jugadores de Inglaterra o EE.UU.”. Esta singularidad no solo proviene de múltiples culturas, sino también de una profunda conexión con sus raíces. A menudo, las experiencias en la infancia nos moldean de maneras insospechadas.

Seattle, la ciudad de las oportunidades

Una vez que Great se mudó a EE.UU., su carrera despegó. Desde que firmó con Montana State hasta su actual posición en los Washington Huskies, ha demostrado que, aunque el camino no siempre es llano, la perseverancia lo vale. “Mi objetivo era llegar a la NBA y jugar con la selección española”, comparte, y esa ambición resuena en cada palabra que dice.

Era fácil imaginarlo soñando despierto en su habitación de la universidad, realizando sus lesiones frente al espejo con algunos mates improvisados. ¿Quién no ha hecho eso? La clave es la persistencia y la fe en uno mismo. Es como cuando te proponen saltar de un trampolín por primera vez: al principio, da miedo, pero una vez que lo haces, la adrenalina lo compensa.

La estrella en ascenso y sus estadísticas

En este último año, Great ha impresionado a todos con sus estadísticas en la NCAA, promediando 15,5 puntos, 8,6 rebotes y 3,3 asistencias. No es poca cosa para un chico que hace un par de años decidió darle una oportunidad a un sueño. Recuerdo a un amigo que se obsesionaba con las estadísticas de su juego de FIFA. La diferencia es que Great no está jugando en una consola; está haciendo historia y ha sido comparado con leyendas como Charles Barkley. Eso es algo que pocos logran.

El hecho de que mencione su capacidad para hacer pases audaces me recuerda que el baloncesto no es solo tomar tiros. A veces, la verdadera magia ocurre cuando el balón es pasado en el momento justo. ¿No te pasa que a veces una buena estrategia puede salvarte, incluso si no eres el mejor en el tiro?

La importancia del apoyo familiar

Atrás quedan las noches sin dormir, las charlas en la mesa familiar y los sacrificios. “A mis padres les importa que me siga gustando jugar al baloncesto”, comparte Great. ¡Y qué verdad! La importancia de contar con un sistema de apoyo es fundamental. A menudo, damos todo por hecho, pero cuando los tiempos se vuelven difíciles, esos pequeños detalles son los que marcan la diferencia.

Me acuerdo de una vez que le pregunté a mi madre sobre mis sueños y ella me miró y con una sonrisa me dijo: «Con amor y dedicación, todo es posible». Tal vez no sea un consejo deportivo, pero te deja pensando, ¿verdad?

Un futuro brillante en la NBA

Con el fin de su carrera universitaria a la vista, Great se enfrenta a decisiones que pueden cambiar su vida. “Antes, siempre miraba las predicciones del draft”, dice con un guiño. Lo entiendo perfectamente. En cada situación de la vida, hay un momento en el que tienes que decidir. En el baloncesto, como en la vida, cada tiro cuenta. Y aunque el futuro es incierto, sus aspiraciones de llegar a la NBA son el reflejo de su arduo trabajo.

Cada paso hacia el objetivo es importante, pero en ocasiones parece un laberinto. ¿Te has preguntado cómo se siente cada vez que recibe una oferta de contratos o cuando participa en el famoso March Madness? La emoción es palpable y, a menudo, similar a cuando participas en una competición, donde la adrenalina corre mientras esperas el resultado. A esas alturas, todos los sacrificios parecen tener sentido.

El sueño de representar a España

Hablando sobre la posibilidad de jugar para la selección española, Great expresa un deseo genuino que muchos deportistas sienten: ser reconocido en su país adoptivo. “Sería un sueño debutar en un Eurobasket”, señala. ¿Acaso no todos los jugadores de baloncesto en España aspiran a ser parte de esa historia deportiva?

Imagínate a Great en la cancha, con la camiseta de la selección. La bandera española ondeando en el fondo mientras hace una asistencia perfecta. Es el tipo de imágenes que inspiran. Me recuerda las veces que acompañé a amigos a partidos de fútbol donde la pasión se palpaba en el aire. Un momento que desearías vivir por siempre.

Reflexiones finales y el viaje continúa

Great Osobor es más que solo estadísticas; es un símbolo de perseverancia y un recordatorio de que los sueños son alcanzables. A través de su travesía, desde la población de Tudela hasta las altas esferas de la NCAA y la esperanza de la NBA, su historia muestra que las oportunidades son un regalo, pero el esfuerzo es la clave.

Cada joven que sueña con ser un atleta, sin importar de dónde provenga, puede encontrar en él una fuente de inspiración. ¿Quién sabe? Tal vez la próxima estrella que brille en la NBA hable un idioma distinto, tenga raíces culturales diversas y, sobre todo, comparta la pasión por el baloncesto. Cualquiera puede encontrar su camino; solo necesitamos recordar que cada viaje comienza con un paso — en el caso de Great, fue un drible hacia la canasta.

En resumen, la vida de Great Osobor es un hermoso recordatorio de que perseguir nuestros sueños nos lleva a lugares inesperados y nos conecta con historias de valor, sacrificio y amor por el deporte. La NBA aguarda, así como un futuro brillante; y nosotros, como aficionados, solo podemos disfrutar del espectáculo que está por venir.


Así que, la próxima vez que mires un partido de baloncesto, recuerda: los grandes no solo nacen en la cancha, también se forjan en la vida. ¡Sigamos apoyando a los talentos que traen a casa historias tan enriquecedoras como la de Great Osobor!