La historia que no conoces de Galicia, esa que a menudo se agrupa bajo el velo del olvido o la censura, es el corazón palpitante de la exposición «Ollos de vidro». Este fascinante evento, comisariado por Germán Labrador, se inaugura el 28 de enero en el Auditorio de Galicia en Santiago y promete ser un viaje emocionante a través de la memoria histórica, el arte popular y la resistencia cultural. En este recorrido, no solo se observarán obras de artistas célebres, sino que también se descubrirán relatos olvidados que han moldeado la identidad de esta región. ¡Acompáñame en esta travesía!

¿Qué es Ollos de vidro?

La exposición «Ollos de vidro» es mucho más que una simple recopilación de obras. Es un intento de revisar la historia moderna de Galicia desde una perspectiva alternativa, distorsionada y, algunas veces, incluso esperpéntica. Germán Labrador, el comisario de la muestra, describe esta exposición como un esfuerzo por contar una historia política diferente a través de las prácticas artísticas alternativas y marginales. ¿El objetivo? Conectar lo moderno con lo popular, lo visible con lo invisible. Es como mirar a través de un ojo de vidrio, revelando lo que a menudo se pasa por alto en los relatos oficiales.

Un viaje al siglo XX y más allá

La exposición abarca desde el siglo XX hasta los primeros años del XXI. A través de óleos, dibujos, fotografías, y documentos excepcionales, se analizarán diversas corrientes artísticas y sociales que han existido en Galicia. Entre estas se encuentra la resistencia de las mujeres en la posguerra, la cultura militante clandestina y la contracultura de los años 70, revelando un trayecto lleno de vida, dolor, esperanza y creatividad. Imagine que está viendo un teatro en el que cada escena está llena de emoción, pero donde los actores son aquellos cuyos nombres no siempre están en las luces.

Un enigma gallego

Curiosamente, muchos de los artistas presentes en la exposición son figuras anónimas. ¡Es como descubrir un tesoro escondido! Nos encontramos con artistas autodidactas que han logrado trazar líneas de fuga de la realidad, como Manuel Lema Otero, quien creó una obra que trata sobre la Santa Compaña. Este enfoque nos da una idea clara de la capacidad del pueblo gallego para generar arte en medio de la adversidad. En cierto modo, es como el café que se prepara en casa; cada taza tiene su propia historia y sabor, y a veces se sirve mejor en un entorno acogedor, lejos de los grandes cafés de la ciudad.

Miradas sobre el pasado

Es interesante cómo el arte puede servir como un espejo, reflejando no solo el pasado sino también el clamor presente. Labrador sostiene que el tiempo profundo de Galicia está fuertemente ligado a sus tradiciones y rituales colectivos, algunos de ellos casi en peligro de extinción. Hazte una pregunta: ¿qué significa realmente la identidad gallega hoy? Tal vez sea en los rituales de Entroido o las costumbres relacionadas con los muertos donde se puede encontrar una respuesta.

En este sentido, la capacidad del universo popular gallego de resistir el capitalismo hasta bien entrada la década de 1960 resuena con una gran verdad: las voces de las comunidades son poderosas y su historia es digna de ser contada. No se trata solo de las figuras consagradas, sino de aquellos que han labrado el camino desde las sombras.

La ruptura de los años 70

Hablando de la ruptura, los años 70 fueron un tiempo de agitación y transformación. La Guerra Civil Española marcó un hito en la historia, y de las cenizas surgió una cultura de resistencia que es explorada en «Ollos de vidro». Artistas que trabajaban en el teatro alternativo comienzan a cuestionar y desafiar las normativas sociales existentes, creando un espacio para la libertad artística y la introspección.

Uno de los ejes vertebrales de esta exposición es el Laboratorio de Formas, que simboliza un enfoque renovador en el arte y la cultura. Con esto en mente, te invito a que pienses en cómo las expresiones artísticas pueden ser un eco de la lucha social.

La mirada del outsider

Una de las piezas más intrigantes de la exposición incluye retratos de internos de un manicomio gallego, realizados por Kukas (Marcelino de Santiago Viqueira). Estos retratos no solo revelan a personas que a menudo fueron vistas como «locos», sino que también resaltan la idea de que el outsider puede ofrecer una perspectiva única sobre la sociedad.

Es fácil mirar a estas personas y pensar que sus vidas están definidas por su locura. Pero, ¿qué hay de la lucidez que a menudo poseen aquellos que optan por desafiar la razón socialmente aceptada? Al final del día, somos todos un poco locos, ¿verdad? Lo que puede parecer extraño o excéntrico puede ser, en realidad, una forma profunda de pensar y sentir.

Crisis ecosocial: un llamado a la acción

La actualidad de «Ollos de vidro» no se detiene en el pasado, sino que mira hacia el futuro y plantea preguntas necesarias. En el contexto de la crisis ecosocial, la exposición destaca obras que invitan a la reflexión, como la reconstrucción del Pórtico da Gloria de Anxo Barnaga, que establece un diálogo entre el arte, la historia y la política.

Cualquiera que sea la dirección que tomemos, el mensaje es claro: el arte tiene el poder de cambiar la narrativa. Así que, ¿qué estamos haciendo ante el Juicio Final? En la actualidad, las crisis que enfrentamos a nivel global requieren respuestas activas y creativos que resonen no solo con el arte, sino con la sociedad misma. La exposición nos recuerda que ser consciente y proactivo es fundamental en la búsqueda de un futuro mejor.

La historia que nos une

Reflexionando sobre la exposición, es evidente que «Ollos de vidro» es una experiencia emocional y educativa que no solo destaca las obras de artistas consagrados. También nos invita a mirar más allá de lo obvio y a descubrir las historias ocultas que forman parte de nuestra herencia cultural.

La memoria histórica es como un tejido enredado, donde las historias de resistencia y creatividad se entrelazan para formar un tapiz vibrante. Las vidas de aquellos que fueron borrados de la narrativa oficial están siempre, de alguna manera, presentes. Tal vez por eso, la decisión del Gobierno gallego de declarar 2025 como el Ano Castelao resuena con un sentido de esperanza: un llamado a recuperar lo perdido y visibilizar lo olvidado.

Un legado que va hacia adelante

En última instancia, «Ollos de vidro» no solo es una exposición. Es una celebración de la historia y la cultura gallega, vista a través del lente de la memoria artística y la resistencia. Es un recordatorio de que, aunque la historia puede ser borrada, siempre hay formas de reconstruirla y revivirla.

En mi experiencia personal, he encontrado en el arte una manera de conectar historias y realidades que, de otro modo, habrían quedado ocultas. Cada visita a una exposición es como abrir un viejo álbum familiar: puedes descubrir gemas escondidas que dan forma a tu comprensión del mundo. Así que, si tienes la oportunidad de ver «Ollos de vidro», ¡no te la pierdas! Quién sabe, tal vez descubras una parte de ti mismo en la historia de Galicia que nunca habías imaginado.

Al final del día, todos compartimos el deseo universal de comprender de dónde venimos y a dónde vamos. Y quizás, solo quizás, a través de la artística, la resistencia y el recordar, podamos construir un futuro más luminoso juntos.