La Semana Santa de Sevilla es, sin duda, uno de los eventos más esperados y emocionantes del año. La pasión, la devoción y el fervor que se viven en las calles de esta ciudad andaluza son únicos y, cada año, atraen a miles de visitantes dispuestos a empaparse de la cultura y la tradición. Pero, como bien sabemos, en el mundo de la religión y las tradiciones, los cambios son inevitables. ¿Alguna vez te has preguntado cómo afectan estos cambios a los servidores de la Semana Santa? En este artículo, vamos a explorar los nuevos cambios en el orden de las hermandades para los años 2025, 2026 y 2027, lo que significan y cómo pueden transformar la experiencia tanto para los cofrades como para los espectadores.

Un vistazo a los cambios programados

Vamos al grano, porque si hay algo que a mí me gusta, es la claridad. Para el año 2025, ya hay un nuevo orden establecido que ha dejado a muchos con una sonrisa y a otros rascándose la cabeza. Las hermandades se reorganizarán de la siguiente manera:

  1. El Carmen
  2. La Sed
  3. El Buen Fin
  4. San Bernardo
  5. La Lanzada
  6. El Baratillo
  7. Los Panaderos
  8. Las Siete Palabras
  9. El Cristo de Burgos

Pero eso no es todo. En 2026, el Buen Fin regresará al segundo puesto, mientras que la Sed se mantendrá en el tercero. Así que el Miércoles Santo de 2026 se verá así:

  1. El Carmen
  2. El Buen Fin
  3. La Sed
  4. San Bernardo
  5. La Lanzada
  6. El Baratillo
  7. Los Panaderos
  8. El Cristo de Burgos
  9. Las Siete Palabras

Y si creías que las cosas se quedarían tranquilas, ¡te equivocas! En 2027, se introducirá una nueva junta en el Consejo, lo que cambiará nuevamente la dinámica:

  1. El Carmen
  2. La Sed
  3. San Bernardo
  4. El Buen Fin
  5. La Lanzada
  6. Las Siete Palabras
  7. El Cristo de Burgos
  8. El Baratillo
  9. Los Panaderos

Como puedes ver, el cambio no es solo un asunto estético, sino que tiene repercusiones significativas en la manera en que las hermandades se presentan y son recibidas por los feligreses y visitantes.

Una tradición en constante evolución

La Semana Santa va evolucionando, y a veces es difícil para los más puristas aceptar estos cambios. Recuerdo cuando, por primera vez, vi desfilar a la hermandad del Buen Fin en un lugar diferente al que estaba acostumbrado. Fue un shock. Me sentía como un niño que llega a casa y se da cuenta de que han cambiado los muebles de su habitación. Pero, al final del día, la esencia sigue siendo la misma: la devoción, el amor y el sentido de comunidad.

¿Por qué es importante la posición de las hermandades?

Tal vez te estés preguntando: «¿Por qué debería importarme si la hermandad del Buen Fin está en segundo o tercer lugar?» Bueno, es una excelente pregunta. La posición en la que aparecen las hermandades puede influir en varios aspectos:

  1. Visibilidad y afluencia: Algunas ubicaciones pueden atraer a más público que otras. Imagínate estar en el tercer puesto y, de repente, te toca desfilar en una zona menos transitada, ¡vaya faena!

  2. Sinergia con otras hermandades: La relación entre hermandades puede potenciarse o debilitarse según el orden en el que se presenten. A veces, la competencia sana puede ser un motor de mejora.

  3. Tradición y legado: Muchos de nosotros tenemos nuestros “favoritos” que hemos seguido desde nuestra infancia. Cambiar su lugar en la secuencia puede parecer un cambio en la esencia misma de la tradición.

Reflexiones sobre la Semana Santa y la fe

Pero más que una serie de cambios en un programa, cada hermandad cuenta una historia. Como alguien que ha crecido (y llorado, y reído) en la Semana Santa, puedo decir que este evento es más que procesiones y pasos. Es un viaje emocional, un recordatorio de nuestra historia colectiva.

La fe que se manifiesta en las procesiones es palpable. Los nazarenos con sus capirotes, los penitentes y, por supuesto, las imágenes sagradas que se llevan en procesión. Todo esto tiene un significado profundo que trasciende cualquier cambio en la programación.

Al final, todos somos parte de algo más grande

Si bien el orden de las hermandades puede ser un tema de discusión candente, lo que realmente importa es el propósito detrás de estas tradiciones. Siempre hay algo que nos recuerda que estamos en esto juntos: ya sea la devoción, el amor por la cultura o simplemente el deseo de pasar un buen rato, todos tenemos un lugar en la festividad de la Semana Santa.

Lo que nos depara el futuro

Ahora, mirando hacia el horizonte, es emocionante pensar en cómo estos cambios influirán en la Semana Santa de 2025, 2026 y 2027. ¿Las nuevas posiciones atraerán a más visitantes? ¿Influirán en la manera en que los jóvenes se relacionan con la tradición? O, quizás, estos cambios serán simplemente un nuevo formato del mismo espectáculo que hemos llegado a amar.

La Semana Santa, al igual que muchas otras tradiciones, debe adaptarse para sobrevivir. Sin cambio, no hay crecimiento. Así que, en lugar de estar en desacuerdo con las nuevas posiciones, tal vez deberíamos abrazarlas, como un viejo amigo que vuelve a casa después de años.

El llamado a la comunidad

Finalmente, invito a todos los que formamos parte de esta rica tradición a tener una apertura hacia estos cambios. Los invito a discutir, debatir y compartir sus experiencias. Porque, al final del día, la Semana Santa es un reflejo de nuestra comunidad, de nuestras creencias y de nuestras historias compartidas.

Así que la próxima vez que veas un paso pasar, no pienses solo en el orden en que lo hace, sino en el viaje que ha emprendido para llegar hasta allí. Observa las sonrisas, siente la emoción y, sobre todo, recuerda que cada paso cuenta, sin importar su posición en la fila.


En conclusión, mientras los cambios en el orden de las hermandades de la Semana Santa en Sevilla continúan sorprendiendo a muchos, es momento de recordar que lo más importante es la esencia de estos rituales que se han transmitido de generación en generación. La fe, la devoción y la comunidad son lo que realmente cuenta. ¿Serás tú parte de esta evolución? ¡Hablemos de ello! ✨