Si pensabas que la única forma de disfrutar de un buen trozo de cebolla era en una ensalada o, en sus peores facetas, como adorno en una hamburguesa, déjame decirte que estás a punto de llevarte una grata sorpresa. Hablamos, ni más ni menos, de la calçotada, ese evento emblemático que reúne a miles de amantes de la buena mesa en Valls, Tarragona, donde la cebolla tierna se convierte en protagonista indiscutible de una fiesta que se adentra en el corazón de la cultura gastronómica catalana. ¿Te animas a conocer más sobre esta celebración que promete deleitarte?

Orígenes del calçot: De la tradición a la mesa

Todo comenzó en la cosquilla de un agricultor llamado el Chat de Benaiges, quien, en un día cualquiera de finales del siglo XIX, tuvo una revelación cuasi divina. Este hombre, en un arrebato gastronómico que podría haber inspirado a grandes chefs modernos, decidió probar unas cebollas que, por casualidad, fueron accidentalmente asadas en su cultivo. Al ver cómo se oscurecían las capas exteriores, optó por pelarlas y combinarlas con aceite, vinagre y sal. ¡Toma esa, Gordon Ramsay!

Aunque puede que este relato suene como parte de un cuento emocionante, la realidad es que la calçotada se ha convertido en un estandarte de la gastronomía catalana. Pero como no todo es historia en esta celebración, también hay un fuerte componente social. La tradición de asar calçots en una parrilla y compartirlos con amigos y familiares ha tejido una rica red de comunidad y cultura. ¿Y qué mejor forma de mantener vivas esas tradiciones que con un evento que se celebra cada enero y en el que la risa y la buena comida son los protagonistas?

La gran fiesta de la calçotada: Un espectáculo de sabor

Este año, la gran fiesta de la calçotada celebra su 43ª edición el 26 de enero. La ciudad se prepara para recibir a miles de visitantes dispuestos a celebrar lo que se ha convertido en un ícono gastronómico. Desde las 10 de la mañana, la plaza del Patí se transforma en un bullicioso mercado gastronómico y artesanal donde se pueden encontrar productos locales que van desde carquiñoles (que, por cierto, son deliciosos) hasta vinos de la DO Tarragona.

La intensidad de la fiesta se siente en el aire y no hay escasez de actividades. Desde catas de vino, hasta degustaciones y demostraciones de cocina tradicional. No te preocupes si no eres un maestro en la cocina; habrá expertos dispuestos a enseñarte cómo preparar la salsa salvitxada, esa maravilla que acompaña al calçot y que se convierte en amor a primera vista (o, mejor dicho, a primer bocado).

Un concurso para los valientes: Comer calçots y reír hasta llorar

Acércate, porque aquí viene la parte emocionante: el Concurso de Comer Calçots. Imagina un grupo de personas persiguiéndose por el podio mientras intentan devorar la mayor cantidad de calçots en el menor tiempo posible. Si alguna vez has sentido que no puedes más en una cena familiar, esto te hará reflexionar. ¡Siempre hay espacio para un calçot más, o al menos eso parece ser el lema en Valls!

Además, los tradicionales castellers, esos titanes de la alegría que construyen torres humanas impresionantes, harán una demostración que te dejará boquiabierto. ¿Quién necesita un gimnasio cuando puedes entrenar tus músculos levantando a primos y amigos con mucho orgullo?

Un festín digno de reyes

Si todo esto te ha sonado bien, espera a escuchar sobre el verdadero protagonista: la experiencia gastronómica de la calçotada. Por solo 15 euros (¡14 si eres astuto y lo compras en línea!), puedes disfrutar de una ración de 12 calçots IGP Valls, una botella de 375 ml de cava Castell d’Or, y otras delicias. Al final, recibirás un babero, porque asumimos que no podrás resistir la tentación de devorar cada bocado. Y lo mejor de todo: ¡2×1 para entrar al Museo Casteller de Cataluña! Esto es lo que llamamos una victoria en la planificación de eventos.

Pero más allá del placer de la comida, es importante resaltar que la calçotada no es solo un festín, sino un símbolo de una comunidad unida. Al participar, no solo te estás comiendo unas verduras deliciosas, sino que te unes a un legado que ha perdurado por generaciones. Así que, la próxima vez que te sientes en la mesa, pensando que la cebolla no es el rey de la fiesta, recuerda que has estado equivocado todo este tiempo.

¿Por qué deberías asistir a la fiesta de la calçotada?

Si todavía no estás convencido de participar en esta fiesta, vamos a ver algunas razones que quizás te hagan reconsiderarlo. ¿Quién no quisiera ser parte de una celebración donde la tradición y la gastronomía se fusionan perfectamente?

1. Comunidad y amistad

Uno de los aspectos más encantadores de la calçotada es la forma en que reúne a las personas. En un mundo que a menudo parece estar dividido por todo tipo de diferencias, la comida tiene el poder de unirnos. Desde el abuelito ese que se empeña en contarte historias de las primeras fiestas de la calçotada hasta el grupo de amigos creando una competencia amistosa para ver quién se llena más la barriga, hay algo especial en compartir comida y risas.

2. Una dosis de tradición

Entender y participar en tradiciones locales es fundamental para preservar la cultura. En Valls, la calçotada no solo es una fiesta, es una manera de mantener vivas las raíces de la comunidad. Cada bocado, cada brindis con el cava se convierte en una celebración de la historia. ¡Y si todo eso viene con diversión y buena compañía, cuenten conmigo!

3. La salsita…

No puedo dejar de mencionar la salsa. Esa mezcla perfecta de tomates, frutos secos y especias es simplemente un deleite. Aunque no soy un experto en la cocina, puedo asegurar que ver cómo se prepara la salsa en la fiesta es un espectáculo digno de ver, además de una excelente oportunidad para hacer que tus amigos te pidan la receta.

4. Descubrir y disfrutar

Conocer nuevos sabores, hacer amigos y disfrutar del buen tiempo son solo algunos de los beneficios de asistir. Así que, ¿qué esperas? Haz tus maletas, planifica tu viaje a Valls y deja que el calçot robe tu corazón y tu paladar.

Reflexiones finales: La calçotada como un símbolo de unión

La gran fiesta de la calçotada en Valls no solo es una celebración de una deliciosa hortaliza, sino un evento que encarna el espíritu de la comunidad, la tradición y la gastronomía en su forma más pura. En un mundo que a menudo parece apresurado, momentos como este nos recuerdan que la vida se disfruta mejor en compañía de otros, con buena comida y cada bocado lleno de significado.

Al finalizar la fiesta, mientras te despides de amigos que has hecho por el camino y te llevas un poco del sabor de esa salsa en el paladar, recuerda que la cuchara, el tenedor y tu buena disposición son la mejor forma de celebrar la vida. Así que, novatos o expertos en la calçotada, ¡ven y únete a la fiesta! Te prometo que nunca mirarás a la cebolla de la misma manera. ¿Y quién sabe? Puede que el próximo año nos veamos allí, disputando quién consume más calçots. ¡Nos vemos en Valls!