En un mundo donde la imagen parece ser más importante que nunca, ¿quién no desea lucir un rostro radiante y bien trabajado? Después de todo, un buen maquillaje puede hacer que nos sintamos más seguros, más frescos y listos para conquistar el mundo. Sin embargo, con tantas tendencias y consejos disponibles, a veces parece que el maquillaje puede ser un arte más complicado que un cuadro de Picasso. Así que, antes de que tiren ese corrector por la ventana porque no logran cubrir esas ojeras, ¡hay esperanza! Vamos a hablar de los errores más comunes que cometemos al maquillarnos y cómo solucionarlos para que, en lugar de parecer un cuadro surrealista, logremos una obra maestra digna de admiración.

La batalla diaria: limpieza e hidratación

A ver, seamos sinceros, todos hemos tenido esos días en los que salir de casa sin maquillar parece ser la mejor opción. Pero, ¡ay de nosotros! Olvidar limpiar e hidratar nuestra piel es como intentar pintar un mural sobre una pared llena de óxido. Y no estoy hablando de un pequeño rasguño; hablo de una obra maestra arruinada. La limpieza del rostro es fundamental. Según la maquilladora Marta Arce, no solo debemos hacerlo al final del día, sino también antes de aplicar cualquier maquillaje. Dormir con maquillaje no es solo una mala idea; es la receta perfecta para un brote de acné que podría acoger su próxima fiesta de cumpleaños.

Cuando limpiemos, lo haremos con cariño, usando un producto suave ya que frotar violentamente puede hacer que nuestras pestañas se conviertan en una especie de baguette viejas. En lugar de eso, hay que dejar que el desmaquillante haga su magia. ¿Alguna vez sostuviste un disco de algodón sobre los ojos y te sentiste como una especie de diosa en un spa? Eso es lo que hay que hacer.

La importancia de la hidratación

No solo limpiar es suficiente; también debemos hidratar. ¿Sabías que si tu piel tiene sed, se puede tragar la base de maquillaje, dejándola parches y en un estado irregular? ¡Eso suena terrible! Así que asegúrate de aplicar tu crema hidratante favorita. Más allá de cualquier marca de lujo, el truco es simplemente encontrar lo que funciona para ti. Personalmente, hace años me obsesioné con una crema hidratante de aguacate y, aunque no he vivido en un árbol de aguacate desde entonces, ¡mi piel aún me lo agradece!

Elegir la base de maquillaje: menos es más

Cuando se trata de base de maquillaje, la frase «menos es más» nunca ha sido más real. Si has estado aplicando una capa delgada y luego una más hasta que pareces un personaje de Halloween, quizás sea hora de reevaluar tu técnica. La idea es crear un acabado natural que complemente tu piel, y no que te vea como si estuvieras usando una máscara de Halloween. Recomiendo probar la base en la línea de la mandíbula (un lugar que revela los secretos de tu tono auténtico) en lugar del brazo, porque, seamos honestos, ¡la única vez que miro el tono de mi brazo es cuando quiero asegurarme de que no se tan blanco como una hoja de papel!

Si te decides por una base ligera, aplícala suavemente. La práctica hace la perfección. No tengas miedo de experimentar, pero recuerda: la base se supone que debe unirse con tu piel, no competir con ella.

El corrector y su confusión con el iluminador

Esto puede ser un error monumental. Muchas veces confundimos el corrector con un iluminador, como si ambos tuvieran la misma función. ¡Pero no, mis amigos! El corrector debe ser ligero (lo hicieron para corregir, no para “abrir un agujero negro en tu cara”). Opta por un corrector de textura ligera que no marque tus líneas de expresión y, cuando apliques, ¡menos es más otra vez! Un corrector con una tonalidad asalmonada puede ser tu aliada secreta, ya que se mezcla mejor para todos los tonos de piel. ¿Quién no quiere una mirada despierta sin la necesidad de un café extra?

La batalla de las cejas: ¿piensas dejarlo todo al azar?

Las cejas son esas pequeñas maravillas que pueden cambiar completamente tu aspecto. Si estás en la búsqueda de unas cejas ideales, no las descuides. Darles forma no las hará lucir menos naturales, al contrario, pueden dar ese efecto lifting que tanto deseamos. Confía en mí, he cometido el error de no depilar mis cejas durante semanas, y cuando finalmente volví a mirarlas, pensé que había convocado a un par de ardillas a vivir en mis mejillas. Así que, mantenerlas a raya es esencial.

La selección del tono adecuado

Elegir el tono correcto de productos es fundamental. Desde la base hasta el lápiz de cejas, si no se hace correctamente, tu maquillaje puede acabar pareciendo un desastre. Y, por favor, no te limites a marrón o negro. Hay una amplia gama de colores para tus cejas, así que juega con ellos y prueba siempre un tono más claro que tus raíces. ¿Quién no desea unas cejas que complementen cada mirada feroz?

Colorete: el toque que todos necesitamos

El colorete es el amigo que todos queremos tener. Sin embargo, aplicado incorrectamente, puede hacerte ver como un muñeco de ventrílocuo en lugar de como una estrella brillante. La clave es aplicarlo en las mejillas y evitar difuminarlo por todo el rostro; así es como se desata el caos. Y si quieres un efecto de “como si me hubiera bañado en el sol”, simplemente aplícalo en el puente de la nariz; es todo un arte.

Sombras de ojos: ¡difumina, difumina, difumina!

A veces no basta con aplicar las sombras y esperar un milagro; el difuminado es tu mejor amigo. Si aplicas sombra en bloque sin lograr el difuminado adecuado, mis amigos, te están esperando en la puerta un par de egipcios para una exhibición de arte de lo que no se debe hacer. Así que, prepara tu brocha y mezcla esos colores suavemente.

El eyeliner: amor y dolor

Ah, el eyeliner… ese desafiante trozo de cosmético que puede hacer que un rostro resplandezca o parecer un desastre total. ¿Sabías que no todos los ojos requieren el mismo tipo de delineado? Si quieres enmarcar tus ojos, asegúrate de conocer la forma de tus ojos. La perfección viene con la práctica, así que no te desesperes si el primer intento no es un éxito rotundo. Comienza con líneas finas y ve añadiendo más si es necesario. ¡Sin prisa!

Máscara de pestañas: el equilibrio es clave

El uso de muchas capas de máscara no tiene por qué ser tu único objetivo. Si nuestras pestañas parecen más un nido que una bella mirada, probablemente nos estamos quedando atrás en el juego del glamour. Opta por una buena máscara de volumen y aplica en capas ligeras. Así conseguirás un look voluminoso sin parecer que llevas un gato muerto sobre tus ojos.

El toque final: labios en su máxima expresión

Finalmente, los labios. ¿Redondear el arco de Cupido? Quizás deberías pensarlo de nuevo. Resalta tu forma natural en lugar de aplicar colores que no te pertenecen. Siempre recuerda que el labio inferior es el principal evento en este espectáculo, así que dale un poco más de color allí, pero no olvides las comisuras. Un labio bien pintado habla mejor que un labio descuidado.

Entonces, después de considerar todas estas opiniones de expertos (junto con mis propias aventuras en el mundo del maquillaje), espero, de corazón, que este artículo ayude a alejarte de los errores comunes y, en su lugar, te lleve a un viaje donde tú y tu maquillaje sean uno. ¡Que les den a las penas y salgan a brillar!

¡Felices retoques!