¿Qué significa realmente vivir el momento? Mabel Lozano, periodista, documentarista y madre, ha encontrado la respuesta en un diagnóstico que cambió su vida para siempre. En un mundo donde el pasado a menudo nos atrapa y el futuro nos da miedo, Mabel ha optado por la valiosa lección de vivir el presente. Su historia no solo es inspiradora, sino también un potente recordatorio sobre la importancia de la empatía, la perseverancia y la lucha por la justicia.

Un diagnóstico que transformó una vida

Cuando Mabel recibió la noticia que la vida que conocía estaba en riesgo, se dio cuenta de que la vida es finita. Esa revelación la llevó a la determinación de vivir intensamente cada día. “Vivir es un éxito”, es su mantra. Cada mañana le da la bienvenida al nuevo día como un regalo. Estoy seguro de que muchos de nosotros hemos tenido momentos que nos recuerdan la fragilidad de la vida. ¿Acaso no hemos sentido alguna vez que el día a día es un viaje que vale la pena disfrutar plenamente?

Mabel ha decidido renunciar a las rutinas monótonas. «Soy una mujer del día a día», afirma con una mezcla de resignación y liberación. Esto resuena con muchos de nosotros, especialmente en tiempos postpandémicos, donde muchos han encontrado valor en lo simple y lo cotidiano.

La incansable lucha contra la explotación

Pero Mabel no solo vive el momento. También lucha incansablemente contra la explotación de las mujeres, la trata y la violencia de género. A través de sus artículos y documentales, ha dejado claro que no se puede cerrar los ojos ante la injusticia. Esta parte de su vida es realmente conmovedora. Si tuviéramos que traducir su pasión en una acción tangible, sería construir un puente hacia un mundo más justo.

Mabel recuerda la influencia de su padre, que decía que ella era como un «martillo pilón.» Esa frase refleja su determinación y constancia. Hay algo realmente poderoso en ser disciplinado, especialmente cuando se trata de causas sociales. ¿Quién no ha sentido alguna vez que sus esfuerzos son en vano? Mabel nos enseña que, aunque el camino sea difícil, cada granito de arena cuenta.

Ella se siente frustrada por el lento avance legislativo que aborda estos problemas: “Veo a mi hija y pienso en las niñas de Nigeria, víctimas de la explotación. Mi motor es poner un granito de arena en la lucha.” En esta declaración, es imposible no sentir la carga emocional que lleva, una muestra clara de que es más que una luchadora: es madre, compañera y, sobre todo, una mujer con un propósito claro.

El amor y la familia como refugio

La vida de Mabel no se limita a la lucha social. ¿Qué sería de una mujer fuerte sin un compañero a su lado? Lleva 27 años en una relación con su pareja, a quien considera su apoyo incondicional. Mabel nos invita a reflexionar sobre cómo el amor puede ser un refugio y a la vez una fuente de alegría.

Cuando habla sobre su relación, es evidente que ha pasado por muchas etapas. “Claro que ha habido rosas, piedras y pedruscos”, dice. Pero a pesar de esas dificultades, parece haber encontrado la fórmula mágica de la convivencia: “Nos seguimos divirtiendo.” Hay un profundo sentido de compañerismo en sus palabras.

Aparte de su pareja, ser madre de mellizos le ha dado una nueva perspectiva sobre la vulnerabilidad y el amor. “La maternidad te hace tremendamente vulnerable.” Es cierto que ser padre o madre significa llevar el peso de las preocupaciones de tus hijos. La noción de que su dolor es también el tuyo es un sentimiento que resuena con muchos padres en el mundo.

Mirando hacia el futuro

Mabel no solo vive en el presente, también tiene sueños. Si le preguntas cómo se ve en el futuro, ella imagina a una abuela cocinando con una copa de vino, rodeada de amigos y familia. Ella describe su cocina como un lugar de encuentro, un espacio para compartir risas y historias. ¿Acaso no todos quisiéramos ese tipo de futuro en el que se valoren la amistad y la familia?

El enfoque de Mabel hacia las relaciones es muy especial. “Fomento mis relaciones, las cuido mucho.” Esta declaración resalta una verdad universal. En un mundo donde las conexiones a menudo se ven menospreciadas, Mabel nos recuerda la importancia de invertir tiempo y amor en las personas que nos rodean.

La niñez en el pueblo: raíces de amor

Su historia está enraizada en su infancia en un pueblo donde la vida transcurría de manera simple pero llena de amor. La alegría de recordar esos días es palpable cuando habla de su Primera Comunión. “Eran años felices, éramos una familia obrera, normal, en la que nos dieron mucho amor.” Es fácil imaginar a Mabel como una niña rodeada de risas y juegos, en una época donde los preocupaciones eran pocas y los amigos eran como hermanos.

El accidente que se llevó a su hermano José Antonio fue una tragedia que marcó su vida para siempre. “Mi hermano fue mi mejor amigo.” Esa pérdida la ha acompañado, y es a través de su hija Roberta que Mabel mantiene vivo su recuerdo. Es un bello recordatorio del amor y la pérdida. A veces, la vida nos da lecciones difíciles, y Mabel ha decidido honrar su pasado transformando su dolor en una fuerza positiva.

A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Mabel es «una romántica de amplio espectro.» Esto queda claro en su forma de apreciar las pequeñas cosas de la vida: escribir a lápiz y papel, ir al cine y disfrutar del tiempo con su pareja. La manera en la que aborda la vida con tanto amor y pasión es realmente inspiradora. ¿Quién puede decir que hace lo mismo en su día a día?

Desafiando estereotipos y fomentando la diversidad

Desde muy joven, Mabel se sintió libre de permanecer dentro de los estereotipos de género. “Odiaba las muñecas, siempre preferí el fútbol y las pistolas.” A medida que creció, se dedicó a inculcar a sus propios hijos la importancia de no ser encasillados. En un mundo que a menudo presiona a las mujeres y a los hombres a ajustarse a las expectativas sociales, Mabel se niega a permitir que sus hijos se vean atrapados.

“Han crecido en la diversidad,” dice con un brillo en los ojos. La capacidad de desafiar las normas es un rasgo admirable, y Mabel lo ha utilizado como un faro para su familia. ¿No deberíamos todos tener esa libertad de ser quienes somos realmente?

El poder de la palabra

A través de su trabajo como periodista y documentarista, Mabel ha utilizado la palabra como un arma poderosa. “La ignorancia y los prejuicios son muy atrevidos.” En un mundo donde la información se comparte rápida y libremente, es vital que las voces que abogan por los derechos de los más vulnerables sean escuchadas. Y Mabel lo hace con una valentía admirable. Como se puede apreciar, está decidida a no permitir que su voz se apague ante la injusticia.

En cada artículo que escribe, y en cada historia que documenta, Mabel pone un pedazo de su alma. El poder de contar historias es inmenso, y ella lo aprovecha para crear conciencia sobre las realidades difíciles que enfrentan muchas mujeres hoy en día.

Conclusión: Un legado de amor y lucha

Mabel Lozano no es solo una mujer que enfrenta la vida con bravura, es un faro de esperanza y un símbolo de resistencia. Su historia nos recuerda que en medio del caos y la adversidad, siempre hay espacio para el amor, la comprensión y la empatía. Si hay algo que podemos llevarnos de su vida, es la importancia de vivir en el presente mientras luchamos por un futuro mejor.

Así que, ¿qué estamos esperando para vivir cada instante con intensidad? ¿Por qué no unimos fuerzas y nos convertimos en parte de ese cambio que tanto necesitamos? Mabel, a través de su vida, nos anima a todos a no perder la esperanza y a luchar por un mañana donde la igualdad y la justicia sean una realidad.

Al final del día, vivir es un éxito, y Mabel nos ha enseñado a todos cómo hacerlo, con amor, determinación y, sobre todo, con un profundo respeto por la vida y la humanidad. Sugiero que tomemos un momento para reflexionar sobre nuestras vidas, nuestras relaciones y nuestras luchas. Después de todo, cada día es una nueva oportunidad para dejar una huella positiva en el mundo.