Cuando uno se convierte en adulto, o más bien, cuando la vida nos lleva por caminos inexplorados, empezamos a darnos cuenta de lo que significa realmente la salud. A menudo, ¡quisiéramos tomar un atajo! Ir a la consulta del médico y salir con una varita mágica que nos haga sentir mejor en cuestión de minutos. Pero lamentablemente, la realidad es muy diferente, especialmente en el sistema sanitario español en estos días. Imaginemos, entonces, a un médico de familia con el reloj corriendo en su contra, cuya agenda es un juego de Tetris que se desmorona a cada consulta. ¿Qué tan fácil puede ser cumplir con cada uno de esos 42 pacientes en menos de tres horas? Vayamos desmenuzando esta situación.

Largas colas y pacientes desesperados

En la actualidad, los profesionales de la salud enfrentan una situación que es, sin duda, para ponerse a llorar o a reír con ironía. Largas colas en los servicios de urgencias, agendas completamente repletas y un ambiente de presión constante son esas cosas que ni el mejor del mundo podría gestionar con una sonrisa. El médico de familia Alejandro de la Morena (@Aledelamorena) compartió su experiencia en redes sociales, y, sinceramente, nos dejó a todos boquiabiertos. ¡Imaginen tener 42 pacientes citados en menos de tres horas! ¿Eso es trabajar? O más bien, ¿es una carrera de obstáculos?

Es comprensible que los pacientes estén impacientes. He estado ahí, esperando en la sala de espera, con un libro en la mano y toda la fila de gente murmurando a mi alrededor. Pero, ¿quién podría haber previsto que la salud necesitaría un sistema de gestión más eficiente que su propio sistema de salud?

¿El tiempo es oro o es solo un mito?

La cuestión es que, según la agenda del Dr. De la Morena, la mayoría de las consultas están limitadas a unos pobres cinco minutos. A veces, se cuentan no más de un minuto. ¡Un minuto! ¿Eso es tiempo suficiente para explicarte que estás enfermo, la razón por la cual no debes comer tantas donas y cómo esas pesadas agujetas en tu espalda podrían ser el resultado de una vida sedentaria?

Me recuerda a una vez que fui al dentista, otras cómo el doctor me escuchó durante cinco minutos y tuvo que dejarme con más dudas que respuestas. No sé ustedes, pero yo siempre pretendo estar listo con una lista de preguntas. Si en un minuto y medio no he empezado a hablar, ¡que Dios me ayude!

Un debate que no se detiene

La publicación del médico no solo ha creado un revuelo entre sus colegas, sino que ha dejado a los usuarios de redes sociales completamente asombrados. Más de 30.000 reproducciones y comentarios insinuando el desastre. Un comentario que me pareció particularmente divertido mencionaba de forma sarcástica: “¿Cuál es el criterio para asignarle a algunos pacientes seis minutos y a otros solo uno?”.

¡Ciertamente, no querría ser el paciente al que le asignan un minuto! Imaginen la pólvora que sería eso en manos de un médico que apenas está tratando de hacer malabares con su tiempo. Yo sé que la vida no es justa, pero a veces parece que los sistemas de atención primaria juegan al bingo con las citas de los pacientes.

Refuerzos en la atención primaria: el clamor de un sistema roto

La conclusión de toda esta conversación es obvia: necesitamos refuerzos en la atención primaria. El sistema, así de sencillo, no puede seguir funcionando a este ritmo. La administración debemos hacer algo. Están nuestros médicos en cuerpos, almas y agendas saturadas, tratando de ofrecer atención de calidad en un mar de pentagramas de citas profesionales.

Y aunque hay un 15% de los pacientes que no se presentan a sus citas, este porcentaje es más que un número. Son vidas que podrían ser atendidas. El médico, en su infinita sabiduría, sugirió que debería haber una penalización para esas personas. Pero, ¿quién se atrevería a aplicar tal cosa sin caer en el fuego cruzado de la opinión pública?

La comparación internacional

¿Cómo se compara este escenario con otros países? Me topé con una historia de una española en Estados Unidos, quien notó que los médicos allí ganan mucho más que los de aquí, haciendo que este trabajo tan crucial se vuelva una opción tentadora para muchos. Y lo que es aún más doloroso para nosotros, el coste de vida en España no es tan diferente al de otros países. Debido a que el dinero no da la felicidad, pero puede comprar menos estrés y mejor infraestructura.

Puedo imaginarme a un médico en España observando a su colega estadounidense, con un café en la mano, preguntándose cómo es posible que las cosas puedan ser tan diferentes entre países.

¿Qué podemos hacer, entonces?

Afortunadamente, no todo está perdido. Los profesionales de la salud no solo están ahí para vendernos recetas y diagnósticos. También son unos valientes defensores de una causa que afecta a todos, sus infraestructuras, su cantidad de pacientes y su dignidad. Y si bien la situación es crítica, aún hay formas de ayudar.

Mantenerse informado

En primer lugar, mantenerse informado es fundamental. Las redes sociales se han convertido en una plataforma efectiva para pasar la voz sobre las realidades del sistema. Así que sigamos a esos médicos, compartamos sus publicaciones y hablemos sobre estos problemas importantes.

Presionar a nuestros representantes

En segundo lugar, presionemos a nuestros legisladores para que se enfoquen en la reforma del sistema sanitario. ¡Creerme, ellos también tienen sus problemas, así que empaticemos! Hay veces que la política se siente como ver a un gato perseguir su propia cola. Pero, si nos unimos, podríamos lograr avanzar más de lo que pensamos.

Voluntariado y apoyo comunitario

Las asociaciones de pacientes y comunidades locales son una forma efectiva de contribuir. Voluntariado en clínicas o simplemente ofreciendo un oído atento a alguien que lo necesite también es una manera de aliviar algo de la carga que los médicos llevan sobre sus hombros.

Reflexiones finales

Es obvio que la salud de uno no puede ser una carrera constante de obstáculos donde se pierdo de vista lo realmente importante: el bienestar de los pacientes y la calidad de atención. La salud no puede ser un juego o un laberinto.

Así que la próxima vez que te encuentres en una sala de espera, dales a esos profesionales de la salud un poco de gracia. Ellos están haciendo lo que pueden para asegurar que todos estemos bien. Y si bien pueden parecer los magos de la salud, incluso ellos no pueden controlar qué tan rápido pasan las colas o cuántos pacientes se presentan en algún momento.

Así que, ¿qué piensas? ¿Se te hace familiar esta situación en tu país o en tu propio vecindario? A veces, la salud puede ser un tema delicado, pero juntos podemos hacer un cambio. La atención primaria es nuestro primer paso hacia la salud, y cada pequeño gesto cuenta. Como siempre, cuídate y cuida a los demás; ¡si no, quién lo hará!


TODO ESTE TEXTO es ficticio y va dirigido a proporcionar una visión combinada y unificada sobre las problemáticas actuales en la atención primaria, plasmando los esfuerzos de quienes se dedican a mejorar nuestra salud, a pesar de las adversidades.