En un mundo donde la información vuela y las verdades se contrastan a velocidad de rayo, es sorprendente ver cómo una figura tan respetada en la ciencia española como María Blasco se enfrenta a una tormenta de críticas y desinformación. La Directora Científica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) ha denunciado en numerosas ocasiones que, a pesar de su compromiso y dedicación, ella y su institución están pasando por una de las crisis más significativas de su historia.
¿Y qué es lo que ha llevado al CNIO, un centro de referencia mundial en la lucha contra el cáncer, a esta situación tan delicada? La respuesta parece ser una amalgama de falta de fondos, desinformación y, quizás, algo de envidia por parte de otros investigadores que, según se dice, no están contentos con la dirección del centro. Vamos a desglosar esta historia, que se asemeja más a un thriller de la ciencia que a una simple crisis administrativa.
El escenario de desinformación
María Blasco, quien ha estado en la dirección del CNIO desde 2011, ha manifestado que está siendo víctima de una campaña de desinformación “inaceptable”. En sus declaraciones, ha explicado que su deber es «aclarar» la situación y dar respuesta a las inquietudes de los medios. Yo, al escuchar esto, no pude evitar recordar a esos héroes de las películas que deben luchar no solo contra los enemigos externos, sino también contra los demonios dentro de su propia casa.
Imaginémonos por un momento que somos María Blasco. Llevas más de una década tratando de hacer avanzar la investigación oncológica en España, y, de pronto, todo el trabajo que has realizado se ve empañado por rumores y acusaciones. ¿Cómo manejar la presión? Blasco aborda esto con la determinación de un científico que ha dedicado su vida a entender el cáncer, pero también con la vulnerabilidad de una persona que está lidiando con ataques a su integridad. La empatía es clave aquí, ya que muchos de nosotros hemos estado en situaciones donde nuestra reputación se ve cuestionada.
Fundamentos de la crisis: ¿dónde están los fondos?
Uno de los principales puntos de preocupación ha sido la falta de fondos en el CNIO. Blasco ha explicado que la situación económica del centro es complicada, y que la masa salarial de los empleados está congelada. Esto recuerda a esa tienda de helados que solía tener tu sabor favorito, pero que ahora solo tiene los sabores menos populares. Uno de los investigadores incluso llegó a quejarse de la falta de equipos esenciales para el trabajo que realizan, lo que plantea serias dudas sobre la capacidad del CNIO para seguir siendo un referente en el campo.
La directora ha manifestado que el CNIO necesita un aumento en el presupuesto, algo que no se ha dado desde 2014. En este sentido, me resulta curioso cómo la ciencia, un área que debería estar por encima de la política, se ve arrastrada por las decisiones gubernamentales. Quizás sería más sensato que la ciencia no tuviera «color político», como opina Blasco. ¿Cuántas innovaciones estamos perdiendo por falta de inversión?
La prueba de la competencia
Un punto que ha suscitado cierta polémica es la acusación de la baja competitividad del CNIO en el ámbito internacional. Los investigadores han llegado a pedir la apertura de una convocatoria internacional para elegir a un nuevo responsable, pero Blasco ha negado, de manera rotunda, que la competitividad se encuentre en riesgo. Ella argumenta que el CNIO ha sido evaluado con una calificación excelente por un consejo asesor externo en 2023. Un poco de orgullo nacional nunca viene mal, ¿verdad? Después de todo, España tiene mucho que ofrecer al mundo.
La crisis administrativa se vuelve más grave cuando es la misma comunidad científica la que se manifiesta. Me hace pensar en cómo, a veces, el éxito de un centro puede provocar rivalidades, donde algunos se ven amenazados por el liderazgo de otros. Pero, ¿sería más fructífero unir fuerzas que dividirlas? Es una pregunta que los investigadores del CNIO deberían considerar.
Las decisiones del patronato
El recientemente celebrado patronato del CNIO ha tomado decisiones significativas, como paralizar el Plan de Actuaciones para 2025 y solicitar una auditoría externa del programa CNIO-Arte. Personalmente, esto me recuerda a esos jefes en las empresas que deciden hacer recortes en los proyectos “creativos” porque piensan que la ciencia debe ser “seria”. Pero, ¿acaso no es justo el enfoque de combinar arte y ciencia? La creatividad puede abrir caminos inesperados y generar fondos.
Blasco ha insistido en que todos los contratos relacionados con CNIO-Arte son revisados por la Abogacía del Estado, lo que debería dar cierta tranquilidad. Sin embargo, la incertidumbre sigue siendo la norma en el discurso científico. Es una sensación molesta, ¿no? Aquellos que dedican su vida a la ciencia, enfrentándose a constantes cantidades de datos y muestras biológicas, deberían tener seguridad en su entorno.
Solicitudes al Gobierno: ¿se necesita un cambio real?
Blasco ha enviado cartas a la ministra de Ciencia solicitando apoyo, y cada vez que escucho de un científico pidiendo a la política ayuda, no puedo evitar pensar en ese peculiar juego de Twister que se vuelve más complicado con cada movimiento. La ciencia y la política deberían bailar en perfecta armonía, pero a menudo parecen estar en lados opuestos de la sala.
La ministra Diana Morant ha tenido que lidiar con esta situación complicada, y es crucial que el Gobierno dé una respuesta adecuada. La invitación de Blasco a solucionar el problema presupuestario puede ser la clave para que los científicos se sientan respaldados en su labor. ¿Realmente podemos permitir que un centro de investigación de tal calibre siga en esta inestabilidad?
Un grito por la verdad
A medida que la crisis continúa, Blasco ha hecho un llamado a la comunidad científica y a la sociedad en general a olvidarse de los colores políticos y unirse en la defensa de la ciencia como un bien común. Si hay algo que he aprendido es que la ciencia no debería ser objeto de manipulaciones, sino más bien un refugio de la verdad.
En última instancia, sabe que su posición siempre está a disposición del patronato. ¿No es un poco desgastante estar en esa constante evaluación, máxime si consideras que estás trabajando contra viento y marea? Sin lugar a dudas, el camino hacia adelante para Blasco y el CNIO estará lleno de retos, pero también de oportunidades para reconstruir y relanzar la investigación en cáncer en España.
Reflexiones finales: mirar hacia el futuro
A medida que el CNIO se enfrenta a este gran reto, es el momento perfecto para reflexionar sobre nuestra inversión en ciencia y cómo impacta directamente en nuestra sociedad. Al final del día, todos queremos una respuesta definitiva al cáncer, y para llegar a ella necesitamos recursos y un entorno saludable para los investigadores.
En resumen, la historia de María Blasco y el CNIO nos recuerda que la lucha por la verdad y la excelencia en la ciencia es un camino lleno de obstáculos, pero también de oportunidades. Necesitamos escuchar y apoyar a nuestros científicos, y al mismo tiempo exigir transparencia y responsabilidad a las autoridades.
Así que, la próxima vez que escuches una noticia sobre la comunidad científica, recuerda investigar más allá de los titulares y, quizás, reflexionar sobre el papel que puedes jugar en la defensa de la verdad. Después de todo, la ciencia es un bien común, y todos tenemos algo que perder si la compartimos de manera responsable.
Claro, siempre queda la pregunta… ¿cuántos de nosotros estaríamos dispuestos a reunirnos con María Blasco para una copa después de todo esto? ¡Quizás lo podamos arreglar en el próximo evento de ciencia y arte!