La vida es un ciclo sorprendente, y cada tanto, nos recuerda su frágil naturaleza. Este fin de semana, el mundo de los cines y la vida salvaje se despidió de uno de sus más grandes embajadores: Burt, el famoso cocodrilo de agua salada que coprotagonizó la emblemática película Cocodrilo Dundee. En un giro que podría haber sido escrito por Hollywood, Burt falleció a la impresionante edad de 90 años en su hogar en Crocosaurus Cove, al norte de Australia. Pero, ¿cómo un reptil con colmillos que podrían intimidar hasta a un león se convirtió en un símbolo cultural? Acompáñame en este recorrido por sus escamas, su vida y su impacto en el mundo.
La leyenda de Burt: De un río a la pantalla grande
Burt no era un cocodrilo común. Este titán de casi 5.1 metros y 700 kilos de pura masa muscular se ganó su nombre como homenaje a Burt Reynolds, el famoso actor de Hollywood. Capturado en el río Reynolds en la década de los 80, su vida comenzó como un viaje salvaje pero se transformó en una carrera estelar. Es fácil imaginar a un joven Burt, tomando el sol en un banco de arena mientras soñaba con su futuro en la pantalla grande. ¿Te imaginas el ego de un cocodrilo que sabe que tiene más fanáticos que algunos actores?
Una vez que apareció en la película Cocodrilo Dundee, Burt no solo ayudó a definir la imagen de un país lleno de belleza natural y biodiversidad; también se convirtió en un fenómeno cultural. La película, que fue un tanque de éxito en 1986, recaudó más de 174.8 millones de dólares, convirtiéndose en el segundo filme más taquillero de ese año. ¿Quién puede resistirse a un buen cocodrilo vestido de safari con un acento australiano?
Mientras saboreamos el impacto de Burt en la historia del cine, hay que recordar que su legado va más allá de las pantallas. En su nuevo refugio en Crocosaurus Cove, fue un embajador educativo que ayudó a concienciar a las personas sobre la conservación del medio ambiente y la impresionante fauna australiana. ¿Qué sería de nosotros sin nuestros amigos los cocodrilos? Quizás nunca obtuvimos una respuesta a esa pregunta, pero estoy seguro de que Burt tenía una buena historia que contar.
Reconocido y respetado: La personalidad de Burt
Si uno pensara en Burt, no solo vería al cocodrilo que una vez compartió pantalla con Paul Hogan y Linda Kozlowski, sino también a un alma indomable. Su «temperamento fogoso», como lo describieron sus cuidadores, convirtió a Burt en una figura de respeto no solo para los visitantes del acuario, sino también para los mismos cuidadores. No sé tú, pero me imagino a Burt desafiando a sus cuidadores con una mirada que decía «soy más que un cocodrilo, soy una leyenda». ¿No es refrescante ver un reptil tan seguro de sí mismo?
Además, el cocodrilo se ganó el título de «soltero empedernido». Quizás sin la necesidad de una app de citas, Burt se mantenía feliz en su soledad, quizás disfrutando de las visitas al acuario donde podía observar a sus entretenidos humanos. ¡Quién necesita romance cuando tienes una multitud que te aclama!
Un cine que no olvida
La fama de Burt no se limitó a su primera película. Cocodrilo Dundee fue seguido por una secuela, Cocodrilo Dundee II, que también atrajo bastante público. Aunque quizás no alcanzó los niveles de éxito de la original, su recaudación de 109 millones de dólares aún le aseguro un lugar en los corazones de muchos. ¿Quién no recuerda sus locuras, junto a su compañero de vida Paul Hogan, mientras se enfrentaban a situaciones absurdas en un paisaje inspirador?
Por supuesto, el intento de revivir la magia de Cocodrilo Dundee en 2001 con Cocodrilo Dundee en Los Ángeles no resultó como se esperaba. Aunque la nostalgia juega un papel importante en nuestras vidas, a veces los flamantes intentos de revivir el pasado pueden resultar en una lengua de cocodrilo atrapada entre los dientes. Con solo 39 millones de dólares en recaudación, el filme no alcanzó las expectativas.
En el 2020, con la llegada de The Very Excellent Mr. Dundee, donde Paul Hogan se interpretaba a sí mismo, el encanto del filme original parecía vislumbrarse otra vez. Sin embargo, sin el brillante Burt como telón de fondo, la película se sentía como un pastel sin glaseado. Ah, la nostalgia puede ser un arma de doble filo.
Mirando hacia el futuro: Un legado perdurable
Así que, ¿qué significa todo esto para nosotros? La vida nos enseña a valorar las lecciones que nos brindan los «grandes», ya sean actores o cocodrilos. Burt, con su carácter enérgico y su influencia en la cultura pop, nos recuerda que los animales salvajes, como nosotros, también tienen una historia que contar. Su influencia en la película ayudó a dar forma a la percepción global de Australia como un lugar rebosante de vida y aventuras inesperadas.
La situación en la que vivió y trabajó Burt nos ofrece un balance sobre el lugar de los animales en nuestra sociedad moderna. Crocosaurus Cove, a través de sus actividades educativas, nos empuja a divulgar la importancia de la conservación marina, el respeto a la vida salvaje y la relación entre humanos y otros seres vivos.
Como amante de la naturaleza y cine, me siento profundamente agradecido por tener figuritas como Burt en nuestras pantallas. ¿Acaso no sería genial contar con una película secreta que compilara los mejores momentos de Burt en la pantalla grande?
La tristeza de una despedida
Nos hemos despedido de Burt, y aunque ya no esté entre nosotros, su espíritu vibrante y su legado seguirán inspirando a futuras generaciones. La noticia de su fallecimiento ha dejado una onda de pesar en internet, con usuarios que comparten anécdotas e historias sobre sus experiencias en Crocosaurus Cove. ¿No es impresionante cómo un cocodrilo puede conectar tan profundamente con tanta gente?
Aunque al final del día, Burt regresó al reino de los cocodrilos, su vida es un testimonial sobre la hermandad entre especies y sobre cómo la conservación y la educación pueden cambiar el mundo.
Así que, levantemos un vaso (de agua, porque recordemos que los cocodrilos no beben cerveza) en honor a Burt. Que descanse, nuestro héroe de agua salada, ¡y gracias por el espectáculo!
Así que, reflexionando sobre la vida de Burt, me pregunté: ¿Estamos haciendo lo suficiente para proteger los hábitats de nuestros amigos animales? Después de todo, viviríamos en un mundo aburrido sin estos increíbles y fascinantes seres. Hagamos un esfuerzo, plantemos árboles, cuidemos los océanos y recordemos siempre que, al igual que Burt, la grandeza puede venir en muchas formas y tamaños.