El final de año es un momento propicio para reflexionar sobre lo que ha sucedido en los últimos doce meses. Entre las costumbres de esta época se encuentra la elección de la palabra del año, un ejercicio que permite condensar en un solo término las experiencias, emociones y eventos que han marcado nuestra realidad. En esta ocasión, el diario EL PAÍS organizó una encuesta donde los lectores votaron, y la palabra que se alzó como ganadora fue “dana”. Pero, ¿qué significa realmente este término y por qué resonó tanto en la conciencia colectiva de España?

¿Qué es dana y por qué ha sido elegida?

La dana o depresión aislada en niveles altos es un fenómeno meteorológico que se conoce popularmente como gota fría. Este término fue acuñado por el meteorólogo Ángel Rivera, quien, al parecer, se encontró de frente con la problemática de hacer comprensible a la población un fenómeno tan técnico. Y aquí es donde la anécdota entra en juego: recordando mis años de escuela, siempre había una asignatura que me costaba entender y era la meteorología. Un “dana” podría haber sonado como un nombre de una amiga imaginaria que siempre se quedaba en casa cuando más llovía.

Pero no hay que subestimar la realidad que encierra esta palabra. Las lluvias torrenciales del 29 de octubre de 2023 provocaron tragedias en varias provincias de España, con un saldo trágico de 223 víctimas mortales en Valencia, junto con otros decesos en Castilla-La Mancha y Andalucía. La dana ha pasado de ser un término técnico a una etiqueta emocional que evoca dolor, pérdida, y un sentimiento de vulnerabilidad colectiva.

La conexión emocional con dana

Cuando consultamos a los lectores de EL PAÍS, la mayoría coincidía en algo: la palabra “dana” había marcado profundamente la memoria colectiva. Un centenar de respuestas vinculadas a la catástrofe no solo mencionaron el término; también hubo palabras como resiliencia, voluntarios y resurgir. Es fascinante cómo un simple acrónimo puede englobar tantos sentimientos y recuerdos, ¿no creen?

Ahora, se podría pensar que una tragedia como esta podría llevar a la desesperanza, pero he sido testigo de cómo el espíritu humano puede brillar incluso en los momentos más oscuros. Recuerdo, por ejemplo, la vez que una tormenta inusitada arrasó mi vecindario. A pesar de los daños, los vecinos se unieron para ayudar a quienes perdieron sus hogares, creando un sentido de comunidad que jamás olvidaré. Así que, en medio de este caos, la palabra “dana” también resuena como un símbolo de esperanza y unidad.

¿Cómo se relaciona dana con otras palabras del año?

La segunda palabra más mencionada fue guerra, elegida por 68 lectores. Posiblemente, para muchos, la guerra en Ucrania y los conflictos en Gaza han estado muy presentes en sus pensamientos este año. La palabra guerra evoca divisiones y sufrimiento, muy diferente del sentido de comunidad que surge ante una dana. ¿Qué nos dice esto? Quizás que los eventos naturales nos tocan más profundamente porque, al final del día, no son solo cifras; son vidas, historias, y un sentimiento de conexión.

Otras palabras de la encuesta

Aun cuando “dana” atrajo la atención, hay un fascinante grupo de palabras que los lectores seleccionaron que también merece ser explorado:

  • Bulo: En una era donde la desinformación viral se ha convertido casi en un arte, “bulo” parece ser la respuesta a nuestra creciente frustración. ¿Cuántas veces hemos recibido un mensaje en WhatsApp que afirmaba que el chocolate cura el estrés? (Espero que este no lo esté diciendo un nutricionista.)
  • Incertidumbre: Un término que ha sido casi incansable en nuestras vidas, especialmente en tiempos de crisis climática y social. ¿Quién no se ha sentido perdido en los últimos años?
  • Fango: Para algunos, este término puede evocar recuerdos inmediatos de inundaciones y desastres, mientras que para otros podría significar las barajas de la vida que deben gestionar.

Y por supuesto, hay que mencionar que estas palabras entran en competiciones más amplias, como las que organiza la FundéuRAE, un espacio donde las palabras son elegidas por su relevancia y uso en la lengua española.

Las palabras del pasado: ¿qué aprendemos?

El ejercicio de elegir una palabra del año no es exclusivo de España. A nivel global, instituciones como el Diccionario Oxford han publicado su palabra del año, como “brain rot” en 2023, reflejando la sobrecarga informativa de nuestra era. En 2020 fue “confinamiento”, y no es sorpresa que marcará a una generación. ¿No les parece curiosa la tendencia de los términos que reflejan nuestro estado emocional y social en cada época?

Analizando todos estos términos, lo que queda claro es cómo el lenguaje evoluciona a través del tiempo y de las situaciones que enfrentamos, actuando casi como un termómetro de nuestra realidad social.

La inclusión de dana en el Diccionario de la lengua española

Un aspecto interesante es que dana acaba de recibir el reconocimiento de la Real Academia Española. Junto a ella, palabras como sérum, teletrabajar, y tabulé también han encontrado su lugar en el Diccionario de la lengua española. Eso significa que, desde el 2023, dana deja de ser una simple terminología meteorológica para convertirse en parte de nuestra identidad cultural.

Esto nos lleva a una reflexión honesta: ¿cuántas veces hemos utilizado palabras sofisticadas en una conversación casual sobre el clima? A menudo, me pregunto si debería sacar a relucir mi conocimiento del término dana cuando hable con amigos. Quizás les suene más atractiva que “se va a llover”.

Palabras que nos fueron entregadas para reflexionar

El ejercicio de elegir la palabra del año no se trata solo de un momento de reflexión. A menudo se introduce en nuestras vidas como un recordatorio de los desafíos que hemos enfrentado. En mi círculo, hemos comenzado a hacer algo que me resulta particularmente divertido: al final del año, cada uno sugiere una palabra o frase que encapsule su año personal. El año que elegí “resiliencia”, obvio después de varios desafíos personales, pero también lo llevé con un guiño de humor al darle el apodo de “la constante en mi vida”.

¿Qué palabra elegirías tú? ¿Tal vez “crecimiento” o “nuevas oportunidades”? Sin duda que cada uno tiene su forma de buscar el sentido en los giros de la vida. Pero una cosa queda clara: el tema del lenguaje y las palabras que elegimos para representar nuestras experiencias tiene un fuerte papel en cómo entendemos nuestro lugar en el mundo.

Conclusión: más allá de dana

Para muchos, el fenómeno de la dana es un recordatorio de lo efímero e incierto de la vida. Mientras algunos ven negatividad o una sombra en este término, otros encuentran una oportunidad para levantarse, colaborar y crecer.

Sin duda, el análisis de esta nueva palabra del año ha abierto un panorama interesante de interacción social y emocional. Ojalá que en tiempos de crisis y caos, podamos recordar que nuestras elecciones de palabras pueden tener un impacto duradero, de manera similar a cómo una simple lluvia puede cambiar el paisaje de un pueblo.

Así que, mientras nos preparamos para el nuevo año, te invito a elegir una palabra que te inspire. La próxima vez que hablemos, espero ver “transformación” o “esperanza” surgiendo en nuestras conversaciones. Después de todo, la vida es como una tormenta: a veces intensa, a veces suave, pero siempre con la posibilidad de un arcoíris al final. 🌈