Es ese momento del año en el que los cinéfilos dejan de lado sus rutinas diarias para sumergirse en un mar de luces brillantes, discursos emocionales y, por supuesto, grandes dosis de cotilleo sobre quienes se llevarán las estatuillas en la noche más esperada del cine español: la gala de los Premios Goya. Si, como yo, eres un apasionado del cine, sabes que las nominaciones son solo el comienzo de un drama lleno de giros inesperados. Así que, ¿estás listo para entrar en el intrigante mundo de los Goya 2025?
El panorama actual de las nominaciones
Recientemente, se anunciaron las nominaciones para los Goya 2025, y debo admitir que me pareció un cóctel inesperado de favoritos y sorpresas. Paula Ortiz, reconocida por su trabajo en La Virgen Roja, está en la contienda por el premio a mejor dirección, junto a otros titanes del cine: Jon Garaño y Aitor Arregi con su película Marco.
¿Te imaginas estar en el lugar de estos directores, esperando con el corazón en la mano mientras se revelan las nominaciones? A veces siento que si yo fuera director, probablemente estaría mordiendo las uñas hasta llegar a los huesos. Es como esperar los resultados de un examen muy importante, con la diferencia de que nuestros amigos no están ahí para animarnos, sino para masticar palomitas y disfrutar del drama desde la sala.
Pero bajemos un poco la intensidad. La lista de mejor película incluye títulos como Casa en Llamas, El 47, y La Estrella Azul de Javier Macipe. ¿Desde cuándo se ha vuelto tan difícil predecir quién ganará? Esto me lleva a pensar en cómo algunos proyectos pueden surgir de la nada y convertirse en favoritos inesperados.
La llegada del ‘outsider’: El 47
Hablemos de El 47. Esta película ha sido el verdadero tapado de la temporada cinematográfica. Después de arrasar en los Premios Forqué, logró acumular 14 nominaciones en los Goya, convirtiéndose así en la película más nominada de esta edición. Pero, ¿qué es lo que hace a esta película tan especial? Tengo que confesar que cuando la vi, no me esperaba mucho. Sin embargo, al final, salí del cine con una sensación de que había visto algo de gran calidad.
A veces, el cine nos sorprende cuando menos lo esperamos, y El 47 ha demostrado que es posible que una historia modesta logre cautivar al público y a la crítica por igual. Quizás deberíamos empezar a preguntarnos si las sorpresas no son precisamente lo que necesitamos en el mundo del cine español, que en ocasiones puede volverse predecible.
En el otro extremo de la tabla, tenemos a La Infiltrada, que también se convierte en contendiente con 13 menciones. Es curioso cómo algunas películas pueden mantenerse como favoritas durante mucho tiempo mientras otras emergen en el último minuto como lo hiciera un conejito de un sombrero mágico. ¿Quién diría que en este año un ‘outsider’ resaltaría de tal manera?
Otras películas en la carrera
Entre los grandes olvidados, los académicos parecen haber pasado de largo por Los Destellos de Pilar Palomero, que se quedó fuera de las categorías ‘grandes’ y solo logró cuatro nominaciones. Aquí es donde la pregunta del millón surge: ¿por qué estas películas más íntimas ya no obtienen el reconocimiento que merecen? Es como si hubiéramos decidido colectivamente que el drama y el realismo no son lo suficientemente emocionantes. ¿Te suena familiar?
Por otro lado, películas más establecidas y que cuentan con un respaldo emocional, como Segundo Premio, también aguantarán el primer tramo de esta emoción. Esta es la misma película que la Academia envió a los Oscar en busca de reconocimiento en el ámbito internacional. No sé ustedes, pero me sorprende que a veces los nominados a los premios más importantes pueden ser tan distintos a los que capturan nuestras emociones en casa.
¿Quién se siente olvidado?
Mira, hay algo que siempre he notado en el mundo de las nominaciones y los premios: las películas que realmente resuenan en nuestro interior a menudo no obtienen el reconocimiento que merecen. Me acuerdo de una vez que vi una película en un pequeño cine independiente. ¡Toda una joya! Pero, por supuesto, nunca llegó a estar en los Goya porque prefirieron darle más protagonismo a proyectos más visibles o “empaquetados”.
Esto me lleva a reflexionar sobre un pequeño hábito que tengo: intento ver tantas películas como puedo antes de las galas, principalmente para sentirme en sintonía con las conversaciones. Puede que no sea crítico de cine, pero eso no me impide disfrutar y analizar. Me gusta pensar que, al final del día, cada película tiene su propia historia que contar, y muchas veces lo que resuena con el público es lo menos esperado.
Las reacciones de los grandes nombres
En esta vorágine de emociones, ninguna mirada debería dejar de lado cómo reaccionan los grandes nombres del cine ante las nominaciones. Por ejemplo, las opiniones de Pedro Almodóvar son siempre un tema candente de conversación. Este año, sin embargo, se nota cierta tensión en el aire, puesto que su película no fue nominada. Debe ser un sabor agridulce para un maestro del cine como él. Por un lado, ha creado obras maestras. Y por otro, ser ignorado puede doler, ¿no?
Como espectador, me quedo preguntando: ¿cuándo fue la última vez que un cineasta escuchó un “no” y se transformó en un “sí, lo haremos” por la competencia? La historia está llena de narrativas sobre cómo la adversidad puede llevar a un verdadero arte. Y, sin lugar a dudas, eso es algo que debemos celebrar.
Las emociones de la gala
Una de las partes más emocionantes de la noche de los Goya es esa mezcla de nervios, expectativas y, por supuesto, ese toque de comedia que siempre aparece cuando menos lo esperamos. Es como ver a un amigo en una situación incómoda; solo puedes reírte por el detalle, porque, al final del día, estamos todos en la misma montaña rusa de emociones. Recuerdo un año en particular en que un ganador se tropezó en el escenario. ¡Fue un clásico!
Tampoco olvidemos la importancia de los discursos de aceptación. Ah, esos discursos. Algunos son conmovedores, mientras que otros son simplemente entretenidos. Al final, todos buscan ese momento perfecto que resuene no solo con los asistentes, sino con miles de espectadores desde sus hogares. Después de todo, en una noche tan significativa, cada palabra cuenta, y algunas incluso pueden quedar grabadas en la historia del cine.
Conclusión: ¿Qué nos depara el futuro?
Las nominaciones para los Goya 2025 son apenas el principio de lo que promete ser una temporada emocionante en el cine español. Con sorpresas por doquier y una mezcla de películas que reflejan tanto lo clásico como lo innovador, claramente hay mucho de qué hablar. Mi recomendación personal es que, mientras seguimos el ciclo de premios, siempre nos mantengamos abiertos a las nuevas voces y visiones.
La cultura cinematográfica está en constante evolución, y cada año ofrece nuevas oportunidades de explorar diferentes narrativas. Porque al final del día, el cine no solo se trata de premios: se trata de contar historias, de conectar con las personas, y, sobre todo, de recordar que, a pesar de todas las estrellas y los títulos, somos todos un poco humanos detrás de la pantalla.
Así que, la próxima vez que veas una película o te enfrentes a las nominaciones de los Goya, pregúntate: ¿qué historia está realmente resbalando bajo la superficie? ¿Y quién sabe? Tal vez el próximo ‘outsider’ te sorprenda aún más. ¡A disfrutar del cine!