En una época donde los cambios sociales y legislativos se han vuelto casi una constante, la presidenta Claudia Sheinbaum ha marcado un hito trascendental en la historia de México, firmando recientemente varios decretos que buscan blindar los derechos de las mujeres no solo en la Constitución, sino también en un conjunto de leyes secundarias. Esto me lleva a reflexionar sobre el valor de la lucha por la igualdad en un país donde aún persisten las sombras de la violencia de género y la desigualdad. Te invito a unirte a este recorrido histórico y emocional.
Un marco jurídico renovado para proteger a las mujeres
Primero lo primero, ¿es posible que un código legal transforme la realidad de las mujeres? La respuesta, aunque compleja, parece inclinarse hacia el sí. Con los nuevos decretos firmados por Sheinbaum, el Código Nacional de Procedimientos Civiles, el Código Nacional de Procedimientos Penales, y la Ley Federal del Trabajo han recibido modificaciones que buscan empoderar a las mujeres. Cambios que van desde el establecimiento de medidas de protección hasta la modificación de artículos que permiten una mejor atención a las víctimas de violencia.
Imagínate a una mujer que, después de años de abuso, finalmente encuentra el valor para buscar ayuda y se enfrenta a un sistema legal que, en lugar de protegerla, le da la espalda. Ahora, con la reciente legislación, eso está cambiando. Por primera vez, las autoridades tienen la obligación de actuar, y la acción puede incluir desalojar al agresor sin importar la titularidad de la vivienda. ¡Eso es progreso!
Los cambios no son solo simbólicos; ahora, cuando una mujer denuncia algún tipo de violencia, la policía y los ministerios públicos tienen la capacidad de otorgar órdenes de protección adecuadas. Todo esto dentro de un contexto donde más del 70% de las mexicanas mayores de 15 años han sido víctimas de algún tipo de violencia. Un número inquietante, ¿verdad?
La igualdad de género: un pilar fundamental
La igualdad sustantiva ha sido un componente clave en la agenda de Sheinbaum. La inclusión de esta en la Constitución fue un paso significativo, pero el camino era largo. Ahora, gracias a las reformas aprobadas, México ha dado una estocada a la brecha salarial que, por cierto, se sitúa alrededor del 16%. Un porcentaje que no solo afecta el bolsillo de las mujeres, sino también su dignidad.
¿Por qué es esto importante? Piensa en el hogar en el que creciste o en tu propia vida. ¿Quién realiza la gestión del hogar y el cuidado de la familia? Históricamente, estas responsabilidades han recaído sobre las mujeres, a menudo combinando trabajo fuera de casa con la carga del hogar. Y, en muchos casos, lo hacen ganando menos. La lucha por la igualdad salarial es un grito que resuena cada vez más fuerte en el país, y ahora tiene un respaldo legal.
Decretos que van más allá de la teoría
Entre los cambios más destacados, se encuentra la definición de violencia vicaria, un término que muchos pueden desconocer pero que tiene un impacto profundo. Este tipo de violencia se perpetúa a través de los hijos, empleando el dolor que se le causa a la mujer a través de la manipulación de los niños. Ahora, esto está documentado legalmente y representa una comprensión más profunda de las dinámicas abusivas.
Cada vez que escucho la frase «violencia vicaria», no puedo evitar recordar una conversación que tuve con una amiga. Ella me contó cómo su ex pareja manipuló a sus hijos para mantenerla bajo un estado constante de angustia. Ahora, con la ley reconociendo este tipo de violencia, hay una luz al final del túnel para muchas mujeres que se encuentran en situaciones semejantes.
Llamado a la acción a otros estados
No solo se trata de un avance en la capital; la presidenta ha extendido la invitación a todos los estados de la República para que armonicen sus leyes a este nuevo marco. Es un esfuerzo que, si se logra, podría florecer en un país donde la violencia de género ha sido, lamentablemente, una constante. La exhortación a las asambleas estatales muestra que este es un esfuerzo colectivo que no debe limitarse a un solo lugar; cada mujer en México merece protección por igual.
La consejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, hizo un llamado para que cada estado reforme sus leyes. ¿Pero, qué tan probable es que eso suceda? La verdad es que el camino es arduo, y aunque las intenciones están sobre la mesa, dependerá de las autoridades locales, muchas de las cuales pueden tener sus propios desafíos y resistencias.
Reflexionando sobre el feminismo en México
La llegada de Claudia Sheinbaum al poder como la primera presidenta en la historia de México también representa un momento de esperanza para el movimiento feminista. Con una población del 52% de mujeres, este hito no es menor y envía un mensaje poderoso sobre la importancia de la representación.
Recuerdo haber conversado con una colega feminista que me decía: «No se trata solo de tener una mujer en el poder, se trata de que esa mujer entienda y defienda nuestros derechos». Parece que esos temores han encontrado un alivio, al menos en parte, con la reciente administración. ¿Es el feminismo finalmente un tema prioritario en el gobierno mexicano? Quisiera pensar que sí.
Avances y desafíos en el camino
Sin embargo, es esencial mantener una perspectiva equilibrada. Si bien estos cambios legislativos son significativos, México aún vive una realidad sombría en términos de violencia contra las mujeres. El espantoso número de 10 mujeres asesinadas al día es un recordatorio contundente de que el camino hacia la igualdad es largo y está lleno de obstáculos.
Además, la implementación de estas reformas es donde realmente se pone a prueba la buena voluntad del gobierno. La creación de la Fiscalía especial para la investigación del feminicidio en cada estado es una promesa crucial; sin embargo, no es suficiente. La formación de abogadas en todas las ministerios públicos también es necesaria para garantizar que las víctimas sean atendidas con la empatía y el profesionalismo que merecen.
Conclusión: ¿Estamos ante un nuevo amanecer?
Así que aquí estamos, ante un cambio paradigmático. México está en una encrucijada, y mientras aplaudimos los avances logrados, no podemos permitirnos olvidar el arduo camino que nos aún nos queda por recorrer. ¿Es el decreto de Sheinbaum el inicio de un nuevo amanecer para las mujeres en México? Solo el tiempo lo dirá, pero por primera vez en mucho tiempo, hay un atisbo de esperanza. Ofrezcamos apoyo a este esfuerzo, recordando que la lucha por los derechos feministas no solo es tarea de mujeres, sino de toda la sociedad. Después de todo, cada paso hacia adelante es un paso hacia un futuro donde todos, sin importar género, vivamos con dignidad y respeto.
Así que, ¿qué dices? ¡Veamos cómo evolucionan las cosas y estemos dispuestos a hacer nuestra parte!