Si alguna vez has paseado por los bulliciosos kioscos de prensa en Estambul, probablemente te hayas topado con El Amaneser, un periódico singular que resuena con la nostalgia de un idioma olvidado por muchos, pero que sigue vivo para otros. Publicado íntegramente en judeoespañol, también conocido como ladino, este periódico es más que un simple suplemento; es un testimonio cultural que refleja una historia de resistencia, identidad y esperanza. En este artículo, exploraremos la fascinante historia detrás de El Amaneser, la importancia del judeoespañol y cómo este periódico busca conectar con las nuevas generaciones. Al igual que los ingredientes de una buena paella, todos estos elementos son fundamentales para entender la riqueza de esta cultura.

¿Qué es el judeoespañol y por qué es importante?

Para quienes no están familiarizados con el tema, el judeoespañol es un idioma que nació a partir del español medieval, el cual fue hablado por los judíos sefardíes que fueron expulsados de España en 1492. Imagínate el sabor de la sangría, pero en forma de palabras; es una mezcla de español con influencias de otras lenguas, como el turco, el griego e incluso el hebreo. Este idioma ha sobrevivido a lo largo de los siglos, pero lamentablemente, su número de hablantes ha ido disminuyendo.

La existencia de un periódico como El Amaneser no solo ayuda a mantener vivo el lenguaje, sino que también ofrece una ventana a la rica herencia cultural de la comunidad sefardí. Si alguna vez has sentido la necesidad de reconectar con tus raíces o descubrir el pasado de tu familia, entender la importancia de este periódico es un primer paso hacia ese viaje.

El nacimiento de El Amaneser: un faro de esperanza

El Amaneser no siempre fue el hermoso periódico que es hoy. Nació en 2005 como un suplemento del periódico turco Salom, y su misión era clara: reclamar un espacio para el judeoespañol en el mundo moderno. Karen Gerson, la editora del suplemento, no es solo una figura clave en la comunidad sefardí; es casi como una madre sabia que cuida de una lengua en peligro de extinción. Gerson dejó su puesto como profesora de inglés en la Universidad del Bósforo para dedicarse por completo a la causa, mostrando así que la pasión y el compromiso pueden mover montañas.

«Queríamos que fuera un amanecer para nuestra lengua,» dice Gerson. Con estas palabras tan poéticas, resumió el propósito de El Amaneser: iluminar el futuro del ladino cuando parecía que el sol ya se había puesto. Claro que el camino no ha sido fácil; en un país como Turquía, donde la comunidad sefardí representa solo 15,000 personas en una población total de 85 millones, es un reto hacer que la voz de esta comunidad se escuche y sea relevante.

La historia que hay detrás del nombre

¿Por qué «El Amaneser»? Pues bien, el nombre es un símbolo de resistencia y esperanza. Gerson menciona un refrán que se ha convertido en lema del suplemento: «Kuando muncho eskurese es para amaneser.» Traducido, significa que cuando las cosas están oscuras, es cuando solo pueden mejorar. Un poco de optimismo nunca viene mal, ¿verdad? Tal vez deberíamos adoptarlo en nuestras vidas cotidianas, porque, seamos sinceros, la vida es un maratón de altibajos.

Seduciendo a las nuevas generaciones

Uno de los mayores desafíos que enfrenta El Amaneser es la desconexión de la juventud con el judeoespañol. Los jóvenes prefieren hablar en turco, y eso es comprensible; después de todo, el turco es el idioma oficial y, por ende, más útil. Pero Gerson no se ha dado por vencida. Durante la pandemia, lanzó una campaña para reclutar a jóvenes escritores que residieran en varios países, y algunos de ellos se han convertido en colaboradores regulares de El Amaneser.

Entre los nuevos talentos está Kenan Cruz, un joven que, al no ser judío ni sefardí, podría considerarse una voz outsider en esta narrativa. A pesar de eso, se enamoró del ladino y se sumó a la publicación. Su historia es un recordatorio poderoso de que la lengua no tiene fronteras y que cada individuo puede encontrar su conexión única con el patrimonio cultural de otros.

Recuerdo una vez en una reunión familiar, mi abuela nos contaba historias en un español entrecortado, lleno de modismos y frases que parecían de otro mundo. Me fascinó tanto que, a pesar de los años, todavía la recuerdo con cariño. ¿Por qué no darles a otros jóvenes como Kenan la oportunidad de experimentar algo similar?

¿Qué hay de Netflix y El Club?

La influencia de la cultura pop también ha jugado un papel en la revitalización del judeoespañol. Después de la pandemia, Netflix lanzó El Club, una serie que retrata la vida de la comunidad sefardí en Estambul. Aunque los personajes hablan principalmente en turco, hay momentos en que el judeoespañol hace su aparición, despertando así la curiosidad de una nueva audiencia. Gerson ha notado un aumento en el interés hacia El Amaneser, posiblemente debido a esta conexión.

Imagínate a un adolescente que, después de ver la serie, decide buscar más información sobre su cultura. ¡Eso es un ganar-ganar! Me recuerda un poco a cómo la nostalgia por las series de los 90 ha llevado a un resurgimiento de las modas de esa época. ¡Eso sí que es un buen giro en la narrativa!

Desafíos en el camino hacia el éxito

Sin embargo, El Amaneser enfrenta obstáculos. La lengua está en peligro y la comunidad que la abraza es pequeña. Muchos hablarán de la relevancia de este periódico, pero la realidad es que, sin una base de lectores fervientes y comprometidos, su existencia puede tambalearse. La pregunta es: ¿cómo puedo ser parte de la solución?

A veces, nos encontramos ante una encrucijada: elegir entre el camino del status quo o arriesgarnos a cambiar el rumbo. Gerson y su equipo han optado por el riesgo. ¿No es inspirador ver cómo luchan por lo que creen? Sus esfuerzos no solo buscan preservar una lengua, sino también mantener viva la chispa de su comunidad.

La migración de un legado cultural a la era digital

A medida que la era digital avanza, El Amaneser también ha dado el salto al mundo en línea. Antes de la crisis del coronavirus, el suplemento lanzó su versión digital, lo que le permitió alcanzar a lectores en Israel, Europa y América. Pero aquí viene la parte divertida: los jóvenes que de otra manera no habrían tenido acceso a esta publicación ahora pueden leerla desde la comodidad de su sofá. La conexión a través de la tecnología puede ser un arma de doble filo, pero en este caso, ha abierto nuevas puertas.

Recuerdo esa época en que los blogs eran el nuevo fenómeno y todos querían tener uno. ¿Por qué? Porque había un deseo de conectar, de compartir historias, de encontrar tu tribu. Quizás estamos en un momento similar ahora, donde El Amaneser busca su lugar en un mundo digital donde la cultura y el idioma pueden cruzar océanos.

Cómo puedes ayudar a preservar el judeoespañol

Si después de leer esto sientes un llamado a la acción, ¡abracemos esta causa juntos! Aquí hay algunas formas en que puedes colaborar:

  1. Comparte la historia: Utiliza tus redes sociales para hablar sobre El Amaneser y la belleza del judeoespañol.
  2. Lee el periódico: Si tienes la oportunidad, échale un vistazo a alguna edición. Nunca sabes qué conexión podrías descubrir.
  3. Aprende sobre la cultura sefardí: Hay muchos recursos en línea, y nunca es tarde para aprender sobre las raíces y la historia de otros.
  4. Apoyar a plataformas culturales: Ya sea suscribiéndote a publicaciones o asistiendo a eventos, cada pequeño esfuerzo suma.

Y recuerda, como dice el refrán sefardí, cuanto más oscuro se torna el camino, más cerca está del amanecer.


Aquí llega la conclusión de esta inmensa travesía a través del mundo de El Amaneser y el judeoespañol. Este periódico es un farito de esperanza en el vasto mar de la diáspora, y su labor es más importante que nunca. La próxima vez que veas a alguien compartiendo una historia en un idioma que te desconcierta, piensa en la conexión humana detrás de cada palabra. Porque al final del día, eso es lo que realmente importa.