La historia política de México ha estado marcada por personajes que han dejado una profunda huella en la sociedad, y en los últimos años, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha sido uno de esos líderes que ha cambiado el rumbo del país. Al terminar su mandato con un 80% de aprobación, según Gallup, AMLO se despide dejando tras de sí un legado que muchos intentan definir. En este momento de transición, Claudia Sheinbaum, la exgobernadora de la Ciudad de México y nueva presidenta, se encuentra en la mira de todos. ¿Qué significa esto para México y cuáles son las expectativas que surgen a partir de este contexto?
La cultura política mexicana está impregnada de eventos históricos que han moldeado sus instituciones y su vida cotidiana. AMLO, al asumir el cargo en 2018, prometió una “Cuarta Transformación” que busca ser comparada con otros hitos, como la lucha por la independencia, las reformas de Benito Juárez o la Revolución Mexicana. Pero, hablemos claro: la política no es un terreno sencillo. ¿Quién no ha dado vueltas al debate sobre el papel de los líderes en la construcción de la nación?
Un vistazo a la aprobación de AMLO: ¿realmente está fundado?
Como en muchas narrativas de éxito, la popularidad de AMLO está rodeada de controversias. Tony Wood, profesor en Princeton, señala que su éxito es difícil de desmenuzar debido a la polarización que genera. Mientras sus críticos advierten que ha debilitado las instituciones, sus seguidores celebran sus conquistas, desde la lucha contra la corrupción hasta el aumento de salarios y la disminución del índice de pobreza.
El salario mínimo ha subido un 120% durante su administración, una noticia excelente para aquellos que se han sentido atrapados en un ciclo de pobreza por décadas. Además, más de 5 millones de personas han salido de la pobreza, algo que no sucedía desde hace 16 años. ¿Puedes imaginar el alivio en los rostros de aquellos que, finalmente, ven una luz al final del túnel? Esa es, en gran parte, la historia que AMLO quiere contar.
No obstante, el verdadero reto llega ahora con Sheinbaum, quien ha sido la primera mujer en obtener la presidencia con los votos más altos en la historia del país. Aquí surge un dilema interesante: ¿podrá ella mantener intacto el legado de su predecesor, o se encuentra condenada a confrontarse con las expectativas?
Claudia Sheinbaum: un nuevo liderazgo en un contexto cambiante
Desde su ascenso a la presidencia, Sheinbaum ha optado por un enfoque audaz al no invitar al rey Felipe VI a su toma de posesión, lo que ha sido interpretado como un desaire a la monarquía y una posición firme en la narrativa de los derechos indígenas. Este gesto es a la vez audaz y simbólico, y refleja una creciente insatisfacción hacia las instituciones históricas. ¿Qué opinan ustedes sobre esta decisión? ¿Es un paso hacia una nueva política más inclusiva, o una distracción de los verdaderos problemas del país?
Sheinbaum ha sabido conectar con la voz del electorado, un hecho respaldado por analistas como en Citi, quienes apuntan a una “gran desconexión” entre la narrativa de las élites y la realidad de la población. Esto ha hecho que Morena, el partido político de AMLO y ahora de Sheinbaum, sea indomable en una elección que bien refleja el hambre de cambio de la sociedad mexicana.
Pero, ¿cómo se ha ganado Sheinbaum el respeto y la lealtad del electorado? Parte de su éxito se debe a su capacidad para humanizar su figura. Desde su carrera académica en física y su activa participación en investigaciones sobre el cambio climático, hasta su vida sencilla en un apartamento de alquiler, su imagen de modestia resuena con muchos que han sentido que los políticos suelen estar aislados del pueblo.
Del pasado al presente: un contexto lleno de lecciones
Es fascinante notar cómo la historia moderna de México ha estado marcada por varios fraudes electorales y una lucha de poder constante. Desde la Revolución Mexicana hasta la era neoliberal, cada gobierno ha influido en la forma en que los ciudadanos ven la política. Cuauhtémoc Cárdenas, hijo del antiguo líder Lázaro Cárdenas, emergió como candidato de la izquierda, pero desde su elección en los años 80, se expone a las artimañas de la política mexicana que, en algunas ocasiones, se asemeja más a un juego de ajedrez que a la búsqueda de mejoras para la población.
Pero, al observar la narrativa actual, la pregunta que queda en el aire es: ¿realmente estamos viendo una transformación en el país, o simplemente un cambio de fachada? Mientras muchos aplauden los avances de AMLO en los últimos años, otros siguen atentos a las vulnerabilidades del sistema. Entre las decisiones de política científica que han provocado escosor y la crisis de violencia que no se ha solucionado del todo, el verdadero reto está por verse en el liderazgo de Claudia Sheinbaum.
La mirada hacia adelante: la ruta electoral y la lucha contra la violencia
Con un México que aún lidia con la problemática del narcotráfico, la estrategia de “abrazos, no balazos” de AMLO ha sido tema de debate. Mientras que algunos ven en esta metodología un gran acto de fe en el diálogo, otros temen que sea un paso en falso ante un problema que ha escalado a niveles preocupantes. ¿Está Sheinbaum lista para cambiar esta narrativa, o necesitará tiempo para establecer un nuevo enfoque?
El hecho de que Sheinbaum haya estado al mando de la Ciudad de México, logrando reducir la inseguridad, es un punto a su favor. Como algunos analistas sugieren, su elección también alude al hecho de que la violencia y el narcotráfico son problemas heredados de gestiones anteriores. ¿Podría esto liberarla de responsabilidades en caso de que la situación no mejore?
¿Continuidad con cambio? Las promesas de Sheinbaum y las expectativas
Las promesas que Claudia Sheinbaum ha puesto sobre la mesa son un punto de interés. Ha mencionado que su administración será de «continuidad con cambio», una fórmula que suena elegante pero que plantea preguntas. ¿Realmente se pueden implementar cambios significativos dentro de un marco continuista? Uno de los puntos más discutidos es su postura hacia la ciencia. La creación de una nueva Secretaría de Ciencia y Tecnología apunta a un cambio de rumbo respecto a la administración de AMLO.
Como exjefa de gobierno en la Ciudad de México, su plan de acción incluye un enfoque más crítico hacia la ciencia como cuestión política, mejorando la colaboración con la comunidad científica. ¿Podrá esta nueva dirección resonar con aquellos que se sienten marginados por las decisiones anteriores?
La sombra de AMLO: ¿un tutelar o una influencia?
Una cuestión que se plantea es el rol que puede seguir jugando AMLO en el contexto político después de su mandato. Algunos analistas sugieren que él será una figura tutelar en la administración de Sheinbaum, una idea que parece absurda para muchos. AMLO, por su parte, se ha manifestado en otras ocasiones de forma clara sobre el deseo de retirarse a su rancho en Palenque. Antes de dar cualquier pronóstico sobre su influencia, será importante observar cómo se desarrollan los primeros pasos de Sheinbaum en el cargo.
Reflexiones finales: un nuevo rumbo y viejos dilemas
El futuro de México se encuentra en una encrucijada. Mientras algunos celebran la victoria de una mujer en la presidencia, otros miran criticamente los desafíos que enfrentará Claudia Sheinbaum en el camino que se avecina. Las promesas de cambio y continuidad son atractivas, pero la política rara vez es sencilla. La herencia de AMLO será una sombra persistente, y las expectativas del electorado son tan altas que cualquier tropiezo podría generar una reacción adversa.
En resumen, el periodo que viene tiene el potencial de ser crucial para el país. A medida que la administración de Sheinbaum se pone en marcha, será clave observar sus decisiones y cómo ellas reflejan los anhelos de un México más justo y equitativo. Con una población hambrienta de cambio genuino, la pregunta queda: ¿serán estos tiempos de transformación o más bien continuaremos con el ciclo político que hemos conocido por años? Solo el tiempo lo dirá.