La Real Federación Española de Fútbol (RFEF) se encuentra en medio de una tormenta perfecta. La batalla por la presidencia, que involucra a ciertos personajes que parecen salidos de una novela de intriga política, está tomando un giro inesperado y, si me lo preguntan, ¡me recuerda a los mejores momentos de una serie de televisión llena de giros argumentales!

Un trío de contendientes: los actores principales del drama

Ya conoces a los principales cadidatos que pugnan por la presidencia de la RFEF: Rafael Louzán, Salvador Gomar y Sergio Merchán. Louzán, con sus 51 avales, parece estar a la cabeza, pero no todo es tan sencillo como parece. El gallego está lidiando con un “pequeño” inconveniente legal que lo tiene en la cuerda floja. Sus contrincantes no se lo pondrán fácil, y mucho menos después de las recientes revelaciones sobre las jugadas turbias que se están cocinando detrás de escena.

¿Acaso no es un verdadero cliché ver cómo el viejo sistema se aferra al poder de formas obstinadas y complejas? Pero, una vez más, el teatro político español se está montando en la RFEF, entorpecido por la sombra del inhabilitado Luis Rubiales. Es como una partida de ajedrez donde todos intentan prever la movida del otro, pero las piezas parecen estar bailando un cha-cha-cha de descontrol.

La figura de Luis Rubiales: el regreso del malo

Hablando de Rubiales, hablemos un poco de él. ¿Recuerdas la última vez que estuviste en una reunión familiar y un tío borracho comenzó a contar anécdotas embarradas de su juventud? Así me siento cada vez que leo sobre Rubiales. Su figura se desliza entre los candidatos como un fantasma indeseado, intentando influenciar las decisiones desde la penumbra.

Se dice que ha estado conectándose con varios presidentes de federaciones territoriales, y aunque algunos le han ignorado mejor que a un mensaje de spam, él continúa intentando orquestar su regreso al poder. ¡Ah, el ímpetu de un viejo zorro! Rubiales, tras su inhabilitación, aún parece tener más apoyo del que muchos piensan, gracias a su movida con el delegado de la selección, José Manuel Molina Maza. Esto plantea la pregunta: ¿realmente podrá un “costal de problemas” volver a poner sus garras en el núcleo del fútbol español?

Gomar: el lado oscuro de la fuerza

Por otro lado, Salvador Gomar se presenta como un candidato inesperado. Un hombre que, a pesar de haber sido acusado de malversación y prevaricación, se atreve a entrar en la contienda. Yo no sé tú, pero esto me suena más a un argumento de película de acción de bajo presupuesto donde los antihéroes se pelean en un duelo de egos.

Gomar ha sido denunciado por haber recibido sueldos más altos de lo acordado en asamblea, algo así como si cada vez que uno de nosotros va a cenar y termina pidiendo el plato más caro del menú a escondidas. Pero, ¡hey! Él no fue a pillar vergüenza, sino a discutir cuál sería su «programa». Y aunque suena a promesas vacías, es un recordatorio de que a veces la política del deporte es más complicada que un laberinto sin salida.

Recuerdos de un pasado cuestionable

Imagina que un amigo te invita a su boda y, en el medio del evento, se revela que se ha embolsado un “regalo” de 70,000 euros bajo el pretexto de financiar profesionales para la territorial. Esa fue la broma de la boda de Gomar, quien no sólo brincó en su celebración nupcial, sino que también se metió en un lío que podría costarle mucho.

La denuncia sobre Gomar hace Eco de aquellas viejas historias que escuchábamos donde el poder y las malas decisiones creaban caos. «El que mucho abarca, poco aprieta», dicen en mi barrio, y parece que Gomar está haciendo todo lo contrario. ¿Quién necesita enemigos cuando se tiene un pasado tan repleto de escándalos?

La situación legal de Louzán: la espada de Damocles

Ahora, ¿qué pasa con Louzán, el hombre de 51 avales que aseguran su candidatura? Todo parece sonreírle hasta que uno recuerda que, en el mundo del fútbol, no todo lo que brilla es oro. Según el presidente del Consejo Superior de Deportes (CSD), José Manuel Rodríguez Uribes, Louzán tiene una «situación complicada desde el punto de vista legal». Seamos sinceros, eso suena más a “bienvenido al club de los inhabilitados” que a un ascenso a la gloria.

La cuestión es, si Louzán no supera esta serie de obstáculos, ¿realmente sería posible que las elecciones se convirtieran en un thriller cotidiano, donde las alianzas se rompen y se engendran traiciones?

La enigmática situación de la RFEF

La atmósfera en la RFEF se ha vuelto viciada. Las palabras del presidente del CSD sugieren que, a pesar de su complicada situación legal, al menos dos candidatos tienen la mejor oportunidad de “competir de manera justa”, lo que, entre usted y yo, suena a cualquier cosa menos a una competencia limpia.

Es triste ver que el fútbol, que debería ser un reflejo de la unidad y el amor hacia nuestro deporte, se ha transformado en un escenario donde las ambiciones individuales pesan más que la integridad colectiva. ¿Pero no es esa la naturaleza humana?: aferrarse a lo que queremos a toda costa, involucrándonos en conflictos y dramas más grandes que nosotros mismos.

¿Qué nos espera en las elecciones?

Mientras la fecha de las elecciones se acerca, la tensión palpable podría cortarse con un cuchillo. Los compañeros de Gomar, amigos de la casa de Rubiales, probablemente van a tener algo que decir. La pregunta que todos se hacen es si, a pesar de las denuncias y los escándalos, alguna de estas candidaturas puede traer una nueva esperanza al fútbol español o simplemente nos llevarán a un camino de más complicaciones.

Tal vez, al final, la lección de esta saga sea que… el poder corrompe, pero también puede desmoronar. ¿Qué opinas tú? ¿Estamos atrapados en un ciclo sin fin de escándalos y luchas por el poder, o hay una luz esperanzadora al final del túnel?

En cualquier caso, no hay duda de que, con personajes como Gomar y Rubiales al mando, el espectáculo del fútbol español no va a terminar pronto. De una forma u otra, la historia continúa y el fútbol, al final del día, es un juego que todos amamos. ¡Esperemos que en medio de este teatro podamos encontrar al menos un poco de integridad!