Si alguna vez has volado, es probable que hayas experimentado la temida turbulencia. Para algunos, es un pequeño inconveniente; para otros, un motivo suficiente para no volver a subirse a un avión. Y si eres de los que se asustan al sentir que el avión se mueve como si estuviera en una montaña rusa, tengo algunas noticias tanto buenas como malas. Pero empecemos con una anécdota: la primera vez que volé, me sentía como un pájaro en el aire… hasta que la turbulencia me recordó de una manera nada sutil que, en realidad, estaba en un pedazo de metal a miles de pies de altura.
La turbulencia puede ser uno de esos momentos que hacen que desees tener una almohada de emergencia y un buen par de auriculares. Pero no te preocupes, hoy vamos a desglosar por qué ocurre, cómo evitarla y cuál es el sitio más complicado para las almas temerosas en Europa. ¿Listo para un viaje lleno de baches? ¡Abróchate el cinturón!
¿Qué es exactamente la turbulencia?
La turbulencia se refiere a las variaciones inesperadas e incontrolables en la altitud y la dirección de un avión. Puede ser causada por diferentes factores, como:
- Corrientes de aire: Al pasar sobre montañas, el aire puede verse forzado a moverse en diferentes direcciones. ¿Alguna vez has visto una ola en el agua? Lo mismo sucede en el aire.
- Clima: Las tormentas o cambios de temperatura pueden hacer que el aire se mueva de manera violenta.
- Jet Stream: Estas son corrientes de aire rápidas en las capas superiores de la atmósfera, y si un avión cruza una, ¡aguas turbulentas por delante!
Pero, aunque la turbulencia pueda ser molesta, no es peligrosa. Los aviones están diseñados para soportar condiciones críticas, así que si un piloto te dice que todo está bien, ¡confiía en ellos! Vamos, ¿realmente crees que alguien que atraviesa cielos oníricos puede estar equivocado?
El peor destino de Europa para los que odian las turbulencias
Según un piloto de easyJet recientemente entrevistado por Mirror, el destino europeo más complicado para los que sufren de pánico ante las turbulencias es Innsbruck, Austria. Situado en un valle rodeado de montañas, este aeropuerto es famoso por su turbulencia severa. ¿Recuerdas la ola que mencioné antes? En Innsbruck, esos vientos pueden alcanzar ¡hasta 95 km/h! El piloto explica que los fuertes vientos en el área crean “olas” en las montañas, resultando en aterrizajes bastante incómodos.
Imagínate: estás sentado en un avión, sonriente, y de repente, el aire se vuelve un poco más… ¿salado? Te estremece la idea de que tu camino de regreso a casa puede parecer más un viaje en una montaña rusa que un vuelo tranquilo. Pero no te preocupes, incluso si te encuentras en este destino, hay maneras de manejar la situación.
Temporadas de turbulencias
Hablemos de la temporada. El mismo piloto menciona que, si bien la turbulencia puede surgir en cualquier momento, los mejores meses para evitarla son de noviembre a marzo. Estos meses son famosos por las tormentas y por el caos meteorológico que puede generar un desmadre en el aire. By the way, en esta época los Alpes también pueden convertirse en un campo de batalla para la turbulencia, así que si planeas visitar, quizás deberías dejar el joyero en casa.
Consejos para sobrevivir a la turbulencia
- Elige tu asiento sabiamente: Si quieres minimizar el vaivén, lo mejor que puedes hacer es elegir un asiento en la parte delantera del avión. La inercia provoca que los pasajeros que viajan en la parte trasera experimenten más movimiento. Así que, si eres de los que sólo quiere que la experiencia se asemeje a una serie de Netflix en lugar de una montaña rusa, ¡ahí tienes un consejo para ti!
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Ejercicios de respiración: Antes de que el avión despegue, respira profundamente. No sólo ayudará a calmar tus nervios, sino que te hará sentir más en control. Funciona, o al menos puede hacer que el tiempo de vuelo se sienta un poco menos angustiante.
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Distracción: Lleva tus series favoritas listas para ver. Al menos eso hará que la experiencia parezca más como un maratón de Netflix que un viaje en avión.
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Conoce al piloto: Recuerda que las turbulencias son comunes. Los pilotos están altamente capacitados para manejarlas, y muchos tienen sus propios trucos en la manga. Si habla de manera tranquila y segura por el altavoz, tú también deberías ser capaz de calmYou’re just trying to do your best, but it’s always better to be informed than surprised.
Un vuelo inusual: la historia de los hámsteres
Para añadir un poco de humor y algo de humanidad al tema, hablemos de un curioso incidente que emergió recientemente en un vuelo. Imagina lo siguiente: tu avión despega y, de repente, 130 hámsteres empiezan a correr por la cabina. No, no es un episodio de un sitcom, es lo que realmente pasó en un vuelo de easyJet.
Los pequeños roedores, que se escaparon de sus jaulas, crearon un revuelo considerable, obligando al piloto a hacer una aterrizaje de emergencia. Aunque esta historia parezca un poco exagerada, me recuerda que los vuelos pueden estar llenos de sorpresas. La vida en un avión puede ser igual de impredecible que la vida misma: nunca sabes cuándo se te puede ocurrir un hámster errante.
La perspectiva del piloto
Desde el punto de vista de un piloto, los momentos de turbulencia son situaciones que manejan con mucha seriedad, pero también con un poco de humor y calma. Al final del día, los pilotos saben que se enfrentan al que puede suceder, y con las herramientas adecuadas logran que la experiencia de volar sea más llevadera. Si ellos pueden mantener la calma entre
las nubes, entonces, ¡tú también puedes! Y, por cierto, si alguna vez te sientes ansioso durante el vuelo, un pequeño truco es simplemente recordarle a tu cerebro que la turbulencia es parte del viaje. Es como estar atrapado en un trolebús lleno de pasajeros malhumorados: incómodo pero, al final, llegas a tu destino.
El cóctel perfecto de precauciones
Si deseas prepararte para tu próxima aventura, aquí tienes un pequeño cóctel de precauciones que puedes llevar contigo:
- Calma: Practica técnicas de relajación antes de volar. Desde yoga hasta meditación. ¿Sabías que hay aplicaciones que te ayudan a meditar? ¡Dale un vistazo para conseguir la paz mental!
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Medicamentos: Si la ansiedad es un gran reto, considera consultar a un médico. Hay medicamentos de venta libre que pueden ayudarte a sentirte más relajado.
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Nutrición: Come algo ligero antes de volar. No es el mejor momento para una cena pesada a base de frijoles.
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Hidratación: Mantente hidratado. A veces, la deshidratación puede causar incomodidad y aumentar la ansiedad.
Recuerda que cada viajero tiene su propia tolerancia ante la turbulencia. Mientras algunos se ríen de los saltos, otros están buscando la mano de su vecino para aferrarse. Cualquiera que sea tu situación, ten por seguro que no estás solo.
El mensaje final
Así que, la próxima vez que te encuentres en un vuelo, rodeado de turbulencias y tal vez un par de hámsteres sudando por el pasillo, recuerda que es tan solo un viaje. Con un poco de suerte y una buena elección de asiento, podrías salir con más risas que miedo.
A fin de cuentas, volar es una de las experiencias más intrigantes de la vida moderna. Y aunque la turbulencia puede hacernos sentir que estamos en un episodio de un programa de televisión de comedia, al final siempre llegamos a nuestro destino. Así que, ¿cuál será tu próximo vuelo? ¡El cielo es el límite!
Y si te preguntas por qué nunca he visto un hámster en la cabina, quizás debamos cuestionar las normas de vuelo.