¡Hola, amigos! Hoy quiero llevarlos a un viaje fascinante al corazón de Asturias. Recientemente, la cultura sidrera asturiana fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, un reconocimiento que celebra no solo la deliciosa bebida, sino también las tradiciones que la sustentan.

Como asturiano de corazón, puedo decir que la sidra no es solo una bebida; es una experiencia, un ritual que va más allá de simplemente llenar un vaso. En este artículo, vamos a desentrañar todos los secretos del escanciado y la cultura sidrera. Desde cómo servir hasta cómo disfrutarla adecuadamente, asegurándonos de que no ofendemos a ningún asturiano en el proceso. ¡Vamos a ello!

¿Qué es el escanciado y por qué es tan importante?

Para quienes no están familiarizados con este arte, el escanciado es la forma tradicional de servir la sidra. Se trata de verter la sidra desde una altura considerable en un vaso, lo cual permite que el dióxido de carbono se libere, dando lugar a una experiencia efervescente y aromática.

Un poco de historia

El escanciado tiene raíces profundas en la cultura asturiana. Se dice que la sidra refleja el carácter de los asturianos: honesta, natural y un poco burbujeante. Antes, cuando la sidra se servía con menos precisión y más desenfreno, el resultado solía ser un desastre espumoso en la mesa. Pero eso es parte de la diversión, ¿no? ¡Ojo! Asegúrate de no ser el que derrama más sidra.

Primera lección: No más sorbos

Uno de los errores más comunes que cometen los turistas (y a veces los asturianos despistados) es dejar la sidra reposar en el vaso y beberla a sorbos. ¡No, no, no! Esa no es la manera correcta de disfrutarla. Imaginen que están en una sidrería, el escanciador llega y les presenta un culín. ¿Qué se supone que deben hacer? ¡Beberlo de un trago! Pensar en la sidra como un vino es como intentar usar un paraguas en una tormenta de nieve: ¡totalmente incorrecto!

Vocabulario sidrero: Hablemos el idioma de la sidra

Para sumergirse de lleno en la experiencia sidrera, es esencial conocer el vocabulario. ¡Vamos a aprender algunas palabras clave!

  • Aguante: La duración de las burbujas después de escanciar.
  • Culín: La porción que se sirve, que normalmente debería ser un sexto de botella.
  • Espalme: La forma en que el gas escapa del líquido.

Establecer estas bases no solo es útil; también es un excelente consejo para evitar quedar como un total “forastero” en una sidrería.

Un caso gracioso

Recuerdo la primera vez que llevé a un amigo de fuera a probar la sidra. Cuando le sirvieron un culín, lo miró con curiosidad y luego dejó el vaso sobre la mesa. Me di cuenta, paniqueado, que si no le explicaba pronto iba a convertir su experiencia en una «crónica de una muerte anunciada». Así que, entre risas, le dije: “¡Oye, que esto no es un vino! ¡Hazlo como un asturiano!”

La técnica del escanciado: ¿Cómo hacerlo?

Según expertos como Abraham Castellanos, un maestro del escanciado, cualquier persona puede aprender este arte, pero requiere práctica. Aquí algunos tips cruciales:

1. La posición es clave

La postura debe ser erguida pero relajada. Al escanciar, estira los brazos para conseguir un chorro uniforme. Pero, por favor, nada de mover el vaso o mirar hacia otro lado. ¡No queremos una sidra derramada ni un escanciador distraído!

2. Vaso en su sitio

El vaso debe permanecer en el mismo lugar durante todo el escanciado. Esto es crucial ya que cualquier movimiento puede alterar el resultado final, y no queremos que la sidra pierda su esplendor burbujeante.

El momento del culín

Una vez que has escanciado, la sidra tiene que beberse rápidamente. Pero, ¿por qué? Las burbujas son efímeras, como un buen chiste que pierde gracia al contarlo por segunda vez. Si dejas reposar el culín, perderá su frescura. ¿Te imaginas pagar por eso?

Lo que hay que evitar: Errores comunes

Ahora que conocemos cómo escanciar y disfrutar de la sidra, es igual de importante saber qué no hacer.

1. No pedir «sidriña»

En Asturias, la palabra correcta es «sidrina». Usar “sidriña” puede ser visto como un sacrilegio, casi como pedir “fanta” en una sidrería. Francisco, el dueño de Sidrería Fonte Villoria, siempre bromea diciendo que cada vez que escucha esa palabra, “¡un gato se muere!”

2. Echar hielo o servirla fría

No, por favor. La sidra no debe llevar hielo y se sirve a una temperatura adecuada, entre los 11 y 14 grados. ¡Ojo con esto! Si frías, matarás sus cualidades.

Beber sidra fuera de Asturias: Un dilema

Algunos asturianos sostienen que la sidra pierde su esencia más allá de su tierra natal. Abraham Castellanos, con su mirada astuta, menciona que esto se debe a que «la calidad de las sidras que se envían fuera no siempre es la mejor». Así que, si decides llevar una caja a otra comunidad, hazlo pronto, ¡no te la guardes para más tarde!

La anécdota

Recuerdo que una vez llevé botellas de sidra a una cena en Madrid. Algo en el aire hizo que estuvieran más emocionados por la comida que por la sidra. Así que, al final de la noche, algunas botellas estaban todavía medio llenas. «¿Están locos?», pensé, “¡esto no es un buen vino!” Resulta que la sidra se llegó a oler más a manzana que a sidra.

Preguntas frecuentes sobre la sidra

¿Cuál es la mejor sidra para empezar?

Para comenzar, los expertos sugieren probar una sidra de variedades autóctonas, ya que son más frescas y representativas del carácter asturiano.

¿La sidra se debe beber sola?

A pesar de que es deliciosa, a menudo se acompaña de tapas, chorizo o un plato de tortilla. ¿Para qué tener solo una fiesta de sabores?

¿Cómo se debe guardar la sidra?

Es mejor almacenarla en un lugar fresco y seco. Evita el frigorífico mientras puedas y nunca, y repito, nunca la congeles.

La experiencia sidrera: Un viaje en familia

Una de las mejores cosas de la cultura sidrera es cómo une a las familias y amigos. Recuerdo una fiesta familiar en el mes de agosto. Mis primos y yo nos reunimos en una sidrería y comenzamos a escanciar. Las risas y las anécdotas fluyeron tanto como la sidra. Con cada vaso alzado, se contaban historias, y con cada culín, la tradición se fortalecía.

Reflexiones finales: ¡Celebremos la sidra!

La cultura sidrera asturiana es una experiencia sensorial que debe ser vivida. No solo es un vaso de sidra correcto a la temperatura ideal; es una celebración de identidad, amistad y un profundo respeto por las tradiciones. Así que, la próxima vez que proveas de sidra, recuerda estos consejos, hazlo con convicción y, por favor, ¡no te olvides de brindar antes de beber!

Así que agarra tu vaso, escancia y disfruta, pero nunca solo. La magia de la sidra asturiana radica en compartirla. ¡Salud! 🍏🍻