El deporte tiene la capacidad de unir a las personas, de crear comunidades y de fomentar la inclusión. Uno de los mejores ejemplos de esto es el Real Betis Balompié, un club que ha liderado esfuerzos significativos para integrar a las personas con discapacidad en su tejido social y deportivo. Cada temporada, el club no solo se dedica a dar espectáculo en el campo, sino que también realiza un esfuerzo notable para garantizar que todos, sin excepción, disfruten de la emoción del fútbol. En este artículo, exploraremos el último evento de inclusión total que llevó a cabo el club en torno al Día Internacional de la Discapacidad, un día que, sin duda, mostró que el fútbol es mucho más que un simple juego.
La celebración del Día Internacional de la Discapacidad
El 3 de diciembre no es solo una fecha en el calendario; es una oportunidad para reflexionar sobre cómo podemos hacer del mundo un lugar más accesible y amable para todos. El Real Betis ha hecho de este día un evento anual en el que se celebran partidos llenos de alegría, música y, lo más importante, inclusión. Este año, el encuentro estuvo marcado por una serie de iniciativas únicas que hicieron que realmente se sintiera que todos eran parte de la familia bética.
Jugadores en el césped: Todos juntos por la inclusión
Una de las imágenes más impactantes del evento fue ver a los futbolistas del primer equipo saltar al césped acompañados por los jugadores del recién estrenado equipo de fútbol para ciegos de la Fundación Verdiblanca. No solo estaban allí para competir; estaban allí para mostrar al mundo que la diversidad está presente en todos los ámbitos, incluido el deporte. ¿Qué mejor forma de demostrarlo que compartiendo el mismo terreno de juego?
Además, durante la previa del partido, se presentó al Real Betis Genuine, un equipo que representa a los jugadores con discapacidad intelectual. Este tipo de iniciativas, que parecen sencillas a simple vista, tienen un impacto profundo, no solo para los jugadores, sino también para sus familias y la comunidad en general. Hace poco me encontré en una conversación con un amigo sobre lo que significa “ver” y “ser visto”, y creo que el Real Betis encarna perfectamente esa idea.
El momento del himno y la conectividad emocional
Uno de los momentos más emocionales de la jornada fue la interpretación del himno del Betis por 60 personas con diferentes discapacidades. En el césped, se escucharon voces que resonaban no solo por su melodía, sino por la fuerza del mensaje que transmitían. La inclusión y la identidad se mostraron a través de sus interpretaciones: futbolistas de varias categorías, personas con Síndrome de Down, sordomudos y miembros de la asociación AURA, todos reunidos en un solo lugar.
A veces, cuando cantamos el himno de nuestro equipo, ¿no sentimos que somos parte de algo más grande? Eso es exactamente lo que estos maravillosos cantantes expresaron ese día. La conexión que podemos sentir, incluso sin palabras, es algo quizás difícil de explicar.
Paola Calzado y la sala sensorial: un cambio significativo
En un rincón más sereno del estadio, Paola Calzado, la nueva ficha estrella de la Fundación, se encontraba disfrutando del ambiente de camaradería desde la sala sensorial. Este espacio, inaugurado la pasada temporada, se ha convertido en un refugio para niños con discapacidades cognitivas, algo de lo que el Betis puede estar tremendamente orgulloso. Observando a esos niños riendo y disfrutando, es difícil no recordar una ocasión similar en que una experiencia compartida con alguien que apreciamos se convierte en un recuerdo imborrable.
Imagina tener un espacio en un evento que muchas veces puede ser abrumador – grandes multitudes, ruidos, luces brillantes. La sala sensorial permite a los más pequeños encontrar calma y disfrutar del juego a su manera. Y el club ha sido pionero en implementar este tipo de soluciones. No se trata solo de ofrecer un asiento en las gradas; se trata de hacer que cada persona se sienta bienvenida y segura.
Más que un partido: acción y visibilidad
Uno de los grandes logros de la jornada fue la entrega de kits sensoriales a personas con discapacidad cognitiva. Implicando elementos como guías de partido en lectura fácil, pictogramas, cascos antirruido y juguetes antiestrés, estos kits se realizan con una intención clara: hacer del fútbol un espacio accesible y disfrutable.
Y no solo eso, sino que, más allá del evento, el Real Betis se ha comprometido a llevar esta filosofía de inclusión a las aulas. Durante la semana, los equipos de amputados, ciegos y Genuine compartieron entrenamientos junto al primer equipo y ofrecieron charlas sobre accesibilidad y deporte en centros educativos. Esto demuestra que la inclusión es un proceso continuo y que la educación es clave en esta lucha por la igualdad.
Un área de fanzone llena de alegría
A la 15:15 horas, en la fanzone junto a Gol Sur, la asociación AURA organizó un espectáculo musical que impregnó el ambiente con energía. La música, capaz de conectar a las personas de maneras sorprendentes, se convirtió en el hilo conductor al que todo el estadio se unió. Al ver a tantas personas compartiendo sonrisas y bailes, recordé una vez que fui a un concierto y, aunque no estaba en mi mejor momento, la música me levantó el ánimo y me llevó a una dimensión completamente nueva. ¿No les ha pasado?
Un legado inclusivo: ocho años de esfuerzo
El compromiso del Real Betis con la inclusión no es un hecho aislado; es una historia que se ha ido construyendo durante ocho temporadas. Cada año, el club refuerza su mensaje de que el fútbol no es solo para unos pocos; es para todos. Desde el partido más inclusivo del mundo, donde se estableció un récord de aficionados con discapacidades en las gradas, hasta las iniciativas que celebran la dignidad y el valor de cada persona, el Real Betis se ha posicionado como un símbolo de inclusión en el deporte español.
Es honesto decir que aún queda mucho camino por recorrer, pero eventos como este muestran que hay una voluntad genuina por parte de instituciones importantes para abrir las puertas y dar la bienvenida a todos, independientemente de sus capacidades.
Conclusión: Un ejemplo a seguir en el deporte
En un momento donde la inclusión y la diversidad deben ser prioridades en todos los ámbitos de nuestra vida, el Real Betis nos recuerda con su ejemplo que el deporte puede y debe ser un espacio donde todos se sientan representados y aceptados. Las risas, las lágrimas (de alegría, por supuesto) y esa sensación de pertenencia son testimonios de un trabajo que trasciende el campo de juego.
Así que la próxima vez que asistas a un partido o que te reúnas con amigos para disfrutar de un evento deportivo, pregúntate: ¿cómo puedo contribuir a que este espacio sea más inclusivo? La invitación está abierta, y cada pequeño gesto cuenta. Después de todo, en el fútbol, como en la vida, todos merecemos tener un lugar en el juego. ¿Te atreves a ser parte de este cambio?