El mes de diciembre siempre trae consigo una serie de eventos significativos, tanto en el ámbito personal como en el público. En este 2023, el Papa Francisco ha decidido no tomarse un respiro, volviendo a demostrar que a sus 88 años (sí, ¡88!), aún tiene la energía y la pasión de un joven líder. Desde encuentros diplomáticos hasta iniciativas de seguridad vial, su agenda está repleta de actividades que no solo reflejan su compromiso con la fe, sino también con los problemas sociales contemporáneos.
Un encuentro con la inercia de la historia
Imagina que estás en uno de esos eventos donde la historia se siente palpable. Francisco ha tenido ocho reuniones oficiales, nada menos que con líderes internacionales y delegaciones religiosas de diferentes rincones del mundo. En uno de esos encuentros, se reunió con Denis Sassou N’Guesso, presidente de la República del Congo, un diálogo que, sin duda, buscaba forjar lazos y entender las problemáticas de la región.
Tener encuentros con figuras tan importantes no es cualquier cosa. Te debo confesar que, a veces, al escuchar sobre estos eventos, me siento un poco como un espectador en una película de James Bond, con toda la intriga y el dramatismo de la política internacional. Pero el Papa, con su estilo conversacional y su enfoque en la paz, convierte estas interacciones en oportunidades de entendimiento y compasión.
Una apretada agenda de Navidad: ¿tak con un toque de humor?
Este diciembre, Francisco abrirá la puerta santa de la basílica de San Pedro durante la misa de Nochebuena, todo mientras suena el canto de los ángeles (o, mejor dicho, de los coros de la Basílica). ¿Y quién necesita unas vacaciones cuando puedes organizar un Jubileo? ¡Yo diría que eso es tener una agenda apretada!
La Navidad es un momento de reflexión y celebración, y el Papa está listo para hacer todo lo posible para realmente hacer que los asistentes se sientan especiales. ¿Cuántos de nosotros nos sentimos abrumados por los planes navideños, solo para que luego nos enteremos de que el Papa tiene una agenda aún más apretada? Las cenas familiares se vuelven insignificantes en comparación. Pero claro, en lugar de buscar un descanso, Francisco está aumentando su carga de trabajo. Eso es dedicarle tiempo a la causa.
Seguridad Vial: un mensaje a los jóvenes
Uno de los momentos más notables de su agenda reciente fue su interacción con el organismo italiano que supervisa la práctica del motociclismo. Aquí, el Papa no solo habló de fe, sino que aprovechó la oportunidad para abogar por la seguridad vial entre los jóvenes. “Tenéis la oportunidad de hacer reflexionar a los jóvenes”, dijo, recordándoles que ellos admiran a sus héroes motociclistas, pero muchos de ellos también enfrentan decisiones peligrosas.
A veces me pregunto, ¿cuántas charlas motivacionales no podríamos evitar si todos tomáramos en serio este tipo de mensajes? La seguridad no es solo una cuestión de cumplimiento de normas, sino también de amor hacia uno mismo y hacia los demás. Pero, cómicamente hablando, uno se pregunta si el Papa le dice a la gente que no sigan su ejemplo en cuanto a velocidad en la carretera, siendo él quien, aparentemente, ya tiene una moto envejecida que dice que no funciona bien. ¡Bye, bye!, dijo el Papa mientras bromeaba sobre sus necesidades de oración.
La fe se abre camino en el corazón de los abuelos
Ahora, después de un día tan ajetreado, uno pensaría que el Papa se iría a casa a descansar. Pero no, por su largo viaje a la cima de su misión, se presentó un nuevo reto: una revista del Vaticano. En su primer número (¡número cero!), el Papa respondió a una consulta de una abuela preocupada por el estado religioso de sus nietos. La abuela pidió ayuda porque sus hijos estaban alejados de la fe y no habían bautizado a sus pequeños.
Me gusta pensar que este es un momento genuinamente bonito. Francamente, mi propia abuela siempre estaba preocupada por si yo iba a misa. Cada vez que lo recordaba, me reía en silencio y me preguntaba si el Papa también había escuchado ese eco familiar. La respuesta de Francisco fue clara y llena de compasión: no se puede imponer el bautismo a los padres que no lo desean, pero se puede ser un buen ejemplo y establecer un diálogo “con esperanza, mansedumbre y caridad”. ¿No es eso lo que todos necesitamos algún día, un poco de comprensión y empatía?
Reflexiones sobre liderazgo y la vida
Uno podría pensar que, con todas estas actividades, hay poco tiempo para pensar, por no hablar de reflexionar sobre su impacto. Francisco ha hecho un gran uso de las herramientas que tiene a su disposición, convirtiéndose no solo en un líder espiritual, sino en un referente en cuestiones de seguridad, educación y familia.
Hablemos candidamente: el liderazgo puede ser abrumador en la vida moderna. Mirando la vida del Papa, me doy cuenta de que todos enfrentamos desafíos; sin embargo, aquí viene la lección. En lugar de inyectar el caos en nuestras obligaciones diarias, podríamos aprender a manejarlas con gracia y, quizás, ¡una pizca de humor!
Encuentro con la juventud: el camino hacia adelante
Una de las cosas más valoradas de su mensaje a los jóvenes sobre la seguridad vial es su capacidad para resonar con ellos. ¿Alguna vez se han preguntado cómo podría ser el mundo si todos los jóvenes tomaran en serio el mensaje del Papa? Imaginen: menos accidentes, más conciencia y, sobre todo, unas familias menos angustiadas por el futuro de sus seres queridos.
Es fácil pensar que los esfuerzos del Papa son solo para aquellos que ya están en la iglesia o en el camino hacia la espiritualidad. Sin embargo, cada encuentro que tiene con personalidades de todos los ámbitos es una oportunidad de construir puentes, fomentar el diálogo y, lo más importante, actuar.
¿Cuál es el llamado a la acción para nosotros?
Así que, ¿cuál es el takeaway aquí? Tal vez, en medio de nuestra frenética vida digital y nuestras constantes distracciones, deberíamos detenernos y considerar qué tipo de legado queremos construir. Ya sea enseñando a los jóvenes sobre la seguridad vial o mostrándoles la importancia del diálogo y la empatía, cada acción cuenta.
La verdad es que todos nos enfrentamos a luchas diarias, ya sea de fe, de seguridad o simplemente de encontrar tiempo para una cena familiar. Pero, mirando hacia el futuro, deberíamos considerar cómo podemos ser mejores en nuestras interacciones y, posiblemente, pasar un poco de la sabiduría del Papa en lo que hacemos.
Un cierre con una sonrisa
Para cerrar, y recordando la iniciativa sobre la seguridad vial, solo puedo decirlo de esta manera: si el Papa puede mantener esa agenda frenética a su edad (con una moto que, según dice, no funciona bien), ¿qué excusas tenemos nosotros, los mortales, para no hacer un esfuerzo extra en nuestras propias vidas?
Cuando se trata de abordar los desafíos del mundo hoy en día, un poco de empoderamiento, un poco de humor y una gran dosis de amor y empatía pueden llevarnos un largo camino. Quizás deberíamos todos llevar la “moto del Papa” en nuestro corazón, y recordar que la vida es un viaje que vale la pena. Después de todo, no se trata solo de llegar a la meta, sino de disfrutar del paseo. 🙏🏼
Reflexión final: Abrazar con autenticidad
Así que aquí estamos, viendo a un hombre que, a sus casi 88 años, cambia el mundo a su manera: hablando, escuchando y, sobre todo, preocupándose por los demás. Quizás podríamos aprender unos trucos de vida de su libro de jugadas, ¿no crees?