La Navidad es esa época del año donde las luces brillan, los villancicos resuenan y todos nos sobrecargamos de turrones y alegría. Sin embargo, detrás de esa felicidad, el comercio local en Córdoba se encuentra luchando con desafíos inesperados que ponen en jaque la viabilidad de sus negocios. Este año, el clima cálido y el fenómeno del Black Friday están alterando lo que solía ser un próspero periodo de compras. ¿Pero qué significa esto realmente para los pequeños comerciantes? Vamos a sumergirnos en esta historia.
El clima: ¿aliado o enemigo del comercio local?
Comencemos con el clima, ese viejo conocido que, como la suegra en una fiesta familiar, siempre tiene algo que decir. Este otoño ha sido más cálido de lo habitual. «¡Estamos en noviembre y sigo en manga corta!», dice María Dolores Fernández, de Calzados Toril. La incongruencia de comprar abrigos de invierno cuando el termómetro roza los 30 grados hace que nadie se decida.
A veces me pregunto: ¿será que los cubiertos de invierno no están en la lista de deseos de nadie? Kidding! Pero en realidad, el tiempo realmente está teniendo un impacto muy real en las ventas. Los comerciantes como Ramón Luque del Centro Comercial Abierto Ciudad Jardín están viendo cómo las ventas de ropa de invierno decaen simplemente porque la temperatura aún no da la oportunidad de necesitarla.
«Si no hace una temperatura adecuada, la ropa de invierno no se vende», reafirma María José Ruiz de Confecciones Nati. ¡Incluso una nevada ligera se siente como una fiesta de ventas! Pero si el clima sigue siendo cálido, no se ven ventas significativas en moda invernal.
Black Friday y la trampa del descuento continuo
Con el calentamiento global generando confusión en nuestras compras de temporada, llega otro gigante: el Black Friday. Se dice que este día de descuentos ha cobrado vida propia, desdibujando las fronteras entre las temporadas de oferta. «Desde septiembre escuchamos sobre el Black Friday», menciona Manuel Blasco, presidente del Centro Comercial Abierto Centro Córdoba. Pero, al igual que en un «todo a 100» en verano, este año los pequeños comerciantes están luchando por mantenerse a flote.
No sé ustedes, pero me resulta curioso pensar que estamos en un ciclo de compras perpetuas. ¿Cómo se supone que un pequeño comerciante puede competir con gigantes en línea que, en ocasiones, incrementan sus precios solo para ofrecer un descuento ficticio?
María Dolores Fernández resume esta frustración diciendo: «Es un gran atraso. Las ventas suelen paralizarse durante todo el mes por su causa.» Esto acerca a la discusión de cuánto afecta el Black Friday a los pequeños negocios. No se trata solo de «ofertas y descuentos»; se trata de sostener una cultura de compras saludables.
El comercio local no puede permitirse tener descuentos sobre productos que ya han bajado sus precios. Así, los días de compras se convierten en una lotería, donde muchos pequeños negocios quedan fuera del mapa. Hablando de lotería, ¿no sería genial si tuviéramos un sistema de bingo donde el premio fuera una compra en la tienda local favorita?
Iniciativas locales: ¿la salvación del comercio en Córdoba?
En este escenario complicado, los comerciantes locales no se rinden. Se están organizando actividades ingeniosas que buscan conectar a la comunidad y atraer a los consumidores de vuelta a las tiendas. La campaña de Shopping Garden en Ciudad Jardín es un ejemplo brillante de cómo los comerciantes están buscando redefinir el concepto de lo que el shopping puede ser.
Estos eventos ofrecen más que compras; ofrecen experiencias. «Degustaciones gratuitas, cortes de pelo, bailes latinos y actividades para los niños», describe Manuel Calvo, presidente de La Viñuela. ¡Todo suena como la fiesta del año que no puedes perderte!
El próximo evento, el Santa Rosa Day, está llenando de esperanza a los comerciantes con una mezcla de talleres, cuentacuentos y gincanas. Además, implican una noble causa de recolecta de alimentos, lo que les da un matiz solidario y atractivo. Aquí hay una oportunidad brillante para la comunidad de apoyar a los comerciantes locales mientras se divierten. ¿Quién dijo que shopping y caridad no podían ir de la mano?
Una visión renovada: la importancia de construir relaciones
Más allá de los descuentos y las ventas, lo que realmente logra marcar la diferencia es la relación cercana que se construye entre los comerciantes y los clientes. «Estamos en una sociedad, sobre todo más joven, que adquiere el 80% de sus compras en línea», admite Blasco. Esto resuena en mi experiencia personal: cuando compras algo directamente a un pequeño negocio, no solo te llevas un producto, sino también una historia y una conexión.
Los pequeños comerciantes están invitando a la comunidad a reconocer el valor de lo local. Tener una conversación con el dueño de la tienda, entablar una relación de confianza y valorar el esfuerzo que hace ese trabajador subrayado es lo que puede marcar una diferencia tanto en términos de sostenibilidad como de construcción comunitaria.
Clausura: un espíritu de resiliencia
Mientras el clima y las normativas continúan afectando las ventas, uno puede pensar que el futuro parece sombrío para los comercios cercanos. Pero, con un espíritu de resiliencia y determinación, estos pequeños y medianos negocios están convirtiendo retos en oportunidades. Están no solo viendo hacia el cielo como, según su propio relato, los labradores, sino también creando un camino donde haya luz (¡y en algunos casos, incluso luces navideñas!).
El compromiso de estos comerciantes con su comunidad, junto con la esperanza de que el espíritu navideño se sume a la compra de regalos y a la experiencia de las festividades, es lo que realmente mantendrá viva la esencia de Córdoba. ¿No es genial pensar que cada vez que compramos en una tienda local, estamos ayudando a mantener viva no solo la economía, sino también la cultura y el espíritu de nuestra comunidad?
Así que la próxima vez que salgas de compras, ¿por qué no mirar a tu alrededor y considerar un pequeño comercio? No solo estarás adquiriendo un producto; estarás comprando un pedazo de comunidad, un recuerdo, y quizás, solo quizás, una conversación con un comerciante que ha vivido las peripecias de esta temporada contigo. Al final de cuentas, a veces la mejor promoción y el mayor descuento son las historias compartidas y las risas en la colas del banco. ¡Feliz shopping local!