En un mundo que cambia a una velocidad vertiginosa, a veces se nos olvida lo más básico: la mortalidad. Sí, es un tema que preferiríamos evitar en las cenas de Navidad (por favor, no saquemos el tema de la abuela que se olvidó de poner el freno de mano y terminó en ese arbusto), pero es esencial entenderlo para apreciar la vida en su totalidad. Hoy, te invito a echar un vistazo a las estadísticas recientes sobre defunciones en España —junto con un toque de humor y anécdotas personales— para ver qué nos pueden enseñar sobre nosotros mismos y nuestra sociedad.

Las cifras no mienten: un vistazo general

Tal como reporta la Junta en su última nota de prensa, el 85,3% de las defunciones en España corresponden a personas de 65 años o más. ¿Esto significa que estamos condenados a salir y adoptar gérmenes al llegar a esa edad? No, pero sí resalta la importancia de cuidar nuestra salud y, de paso, la de nuestros mayores. En la época de los selfies y las redes sociales, a menudo olvidamos que lo más importante es permanecer sanos para disfrutar esos momentos junto a quienes amamos.

Entre las defunciones, el segundo grupo más afectado incluye a las personas de 15 a 64 años, representando el 14,3% de los casos. Mientras que los menores de 15 años apenas alcanzan el 0,4%. A primera vista, podríamos pensar que la juventud es un escudo impenetrable, pero, como toda buena película de terror, confiar demasiado en eso puede resultar mortal. Alzamos nuestras copas en un brindis por los jóvenes y su salud, ¿no creen?

Las principales causas de defunciones en mayores de 65 años

Ahora, profundicemos un poco más en esos números, ya que cada cifra cuenta una historia. Entre los mayores de 65 años, las enfermedades del sistema circulatorio son responsables de 5.156 fallecimientos, lo que representa un 29,0% del total de defunciones en este grupo etario.
Esta cifra parece un tanto sombría, ¿verdad? Pero no te desanimes. ¡Espero que hayas tomado esa carga de frutas y verduras en la última visita al supermercado como un desafío simbólico! ¿Y si todos hacemos un pacto para consumir más espinacas que en esa caricatura de Popeye?

Tumores: la segunda causa más importante

La segunda causa de defunciones en mayores de 65 años son los tumores, que a su vez representan 3.620 muertes, el 20,4% del total. Lo curioso es que, según algunos estudios recientes, hemos avanzado mucho en tratamientos y detección temprana de cáncer. Pero el hecho es que todavía queda mucho tramo por recorrer.

Uno de mis amigos, que ha tenido la valentía de enfrentar varias batallas con el cáncer, dice que ir a los chequeos médicos es como jugar a la ruleta; a veces se gana el premio gordo y a veces… well, se sale con una receta de ensalada. Aprendí de él que, más allá de las cifras, cada vida es un libro, y cada diagnóstico es un nuevo capítulo.

Enfermedades respiratorias: el tercer inquilino no deseado

Por otro lado, las enfermedades del sistema respiratorio son responsables de 2.636 defunciones, el 14,8% total. Esta cifra ha crecido un 9,0% respecto al mismo trimestre de 2023. Esto suena alarmante, pero es un recordatorio de que debemos cuidar nuestros pulmones. Todos hemos visto esa escena en las películas donde alguien deja caer el humo en el aire con total despreocupación, ¿verdad? Bueno, en la vida real, esos pequeños detalles cuentan.

Las muertes entre jóvenes: una historia diferente

Cuando miramos las defunciones en el grupo de 15 a 64 años, la escena cambia un poco. Aquí, los tumores se convierten en la primera causa de muerte con 1.162 fallecimientos, lo que representa un alarmante 39,0% del total. ¿Uno pensaría que los jóvenes están a salvo de esto, verdad? Pero la realidad es que los hábitos de vida, la alimentación y la genética son factores que juegan un papel fundamental en esta dura estadística.

Mis amigos a menudo bromean sobre lo saludables que son quienes hacen yoga todos los días. Al final, se dan cuenta de que cada uno tiene su propio estilo de vida, y aunque el mío se asemeje más a “Ver Netflix en la cama”, trato de mantenerme en movimiento. Después de todo, alguna excusa divertida siempre es mejor que un justificante médico.

El impacto de las enfermedades circulatorias

Las enfermedades del sistema circulatorio se encuentran en segundo lugar, con 561 muertes, lo que implica un 18,8% de las defunciones en el mismo grupo. Esto es algo preocupante, ya que parece que, a medida que maduramos, el colesterol parece ser un amigo que se niega a irse. ¿No te ha pasado que simplemente terminar una bolsa de papas fritas se siente gloriosamente culpable? Como siempre digo: “Todo con moderación, incluso las moderaciones”.

Defunciones por causas externas

Hablando de causas externas de mortalidad, estas causaron hasta 308 defunciones (10,3%). No se puede negar que esto incluye accidentes y otras tragedias inesperadas. Me acuerdo de un amigo que se resbaló en una cáscara de plátano como si estuviera protagonizando una película de comedia, pero al final la vida también se convierte en algo serio. La estadística es un recordatorio de que la vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos.

Reflexiones finales: cuidemos nuestra salud

Al reflexionar sobre estas estadísticas, es crucial que nos tomemos un momento y nos preguntemos: ¿qué estamos haciendo para cuidar nuestra salud? Sí, puede parecer un cliché, pero en realidad debemos tener en cuenta que nuestra salud es nuestra verdadera riqueza.

Hacer ejercicio, mantener una dieta equilibrada (¡esa ensalada no se va a comer sola!) y, por supuesto, ir a chequearse cuando sea necesario son pasos críticos. La vida es demasiado corta como para olvidarnos de vivirla plenamente.

Así que, ¿cómo podemos convertir estos números en un impulso para la acción? Tal vez deberíamos hacer un pacto de grupo para ejercer y cenar de forma saludable. Imagina convertir una cena típica en un «Día saludable»—en lugar de la pizza de siempre, preparemos una deliciosa ensalada. Claro, puede que luego se necesite una buena charla sobre lo que le pasó al juego de mesa que tanto nos gusta, pero sería un comienzo.

No olvidemos que la prevención comienza en nosotros y que, aunque las estadísticas puedan parecer sombrías, siempre hay oportunidades para mejorar, tanto para nosotros como para las siguientes generaciones. ¡Sigue adelante y cuida de ti y de los que amas!