La noticia del fallecimiento de José Miguel Pérez, exdirigente socialista canario y catedrático de Historia Contemporánea, ha conmovido a la sociedad canaria y a sus colegas del Partido Socialista. A los 67 años, tras una larga y valiente batalla contra el cáncer, su muerte ha dejado un vacío en la política regional y ha suscitado reflexiones sobre su legado y contribuciones. Pero ¿quién fue realmente este apasionado político que dedicó su vida al servicio público? En este artículo, exploraremos su trayectoria, su personalidad y las enseñanzas que podemos extraer de su vida.

Un político con una visión progresista: los comienzos de José Miguel Pérez

José Miguel Pérez no era un político cualquiera; estaba, como se diría coloquialmente, hecho de una pasta especial. Nacido en un contexto en el que la política en Canarias evolucionaba rápidamente, su pasión por el servicio público comenzó a gestarse en su juventud. Pérez no solo era un intelectual; su formación como catedrático de Historia Contemporánea le proporcionó una visión crítica y amplia del mundo que le rodeaba.

Recuerdo una vez que un amigo me dijo que los políticos deberían todos ser profesores, y no puedo evitar pensar que, en el caso de Pérez, esto era verdad. Su profundo conocimiento y su capacidad para entender el contexto histórico le dieron una ventaja en su carrera política. Desde sus inicios como secretario general del PSOE en Canarias en 2010, ya se vislumbraba a un líder con un enfoque diferente. ¿Quién más podría haber llevado un partido en tiempos convulsos y lograr que no solo sobreviviera, sino que prosperara?

El primer ejecutivo autonómico de coalición: un hito en la política canaria

Uno de los logros más notables de José Miguel Pérez fue su papel como parte del primer Gobierno de Canarias de coalición en un periodo que abarcó desde 2011 hasta 2015. Junto a Paulino Rivero, trabajó incansablemente para mantener un ambiente de colaboración y consenso. En una época donde la polarización política es la norma (¿quién no ha visto debates televisivos en los que parece que más que debatir, se están atacando?), la capacidad de Pérez de priorizar el diálogo sobre la discordia debe ser objeto de estudio.

«Siempre puso por delante un acuerdo a una disputa, un consenso a una disparidad», dijo Ángel Víctor Torres en su conmovedor tributo en redes sociales. Esa frase resuena en un momento en el que la política necesita más que nunca la voz de personas como Pérez. Su enfoque conciliador es una lección que todos los políticos deberían aprender y seguir.

El legado académico y humanitario de José Miguel Pérez

Aparte de su carrera política, José Miguel Pérez siempre tuvo una conexión fuerte con la educación. Como catedrático universitario, dedicó gran parte de su vida a formar a nuevas generaciones de canarios. Esto, de hecho, es algo que siempre he admirado de los políticos que son capaces de volver a sus raíces y contribuir en un ámbito donde pueden marcar la diferencia. Alguna vez escuché que los profesores son como jardineros; siembra semillas en jóvenes mentes y luego observa cómo florecen. ¡Y vaya que lo hizo Pérez!

Su legado académico no se limita a los conocimientos impartidos en el aula. Su compromiso social y su visión progresista de un futuro más igualitario fueron criterios que guiaron su labor. Su incansable lucha por los más necesitados es un recordatorio de lo que significa ser un verdadero servidor público.

Recuerdo que un amigo me decía que siempre es más fácil hablar de ayudar a la comunidad que realmente hacerlo. La gestión de Pérez no fue solo retórica; fue acción.

Recordando a un luchador: reacciones a su fallecimiento

La forma en que la comunidad ha respondido al fallecimiento de José Miguel Pérez dice mucho sobre el impacto que tuvo en la vida de aquellos que lo conocieron. Muchos expresaron su sorpresa, incluso sus amigos más cercanos no se esperaban este desenlace. Un periodista amigo mío siempre decía que nunca se debe subestimar el poder de una voz amable en una sala llena de agresividad. Pérez era esa voz, un líder que eligió la empatía en lugar del enfrentamiento.

Una triste ironía es que, aunque luchó con valentía contra enfermedades, su partida ha sido un shock, resaltando la fragilidad de la vida, incluso para aquellos que parecen ser indestructibles.

Reflexionando sobre nuestra propia vida política y social

A medida que reflexionamos sobre la vida de José Miguel Pérez, surgen preguntas: ¿Qué tipo de legado dejaremos nosotros? En un mundo donde la política a menudo parece ser un juego de egos, su ejemplo de humanidad y colaboración es vital. ¿Estamos dispuestos a construir puentes en lugar de muros? La respuesta no es sencilla, pero la vida de Pérez nos ofrece un mapa a seguir.

Imaginemos un mundo donde cada decisión política se toma pensando en el bienestar de los demás. Si Pérez lograba eso en su tiempo, al menos podemos intentar replicar su legado en nuestras propias vidas. Tal vez podamos hacer un pequeño cambio y ver qué sucede.

La necesidad de líderes como José Miguel Pérez

Al mirar a nuestro alrededor, no podemos evitar percibir la falta de líderes como José Miguel Pérez. El ambiente político actual está lleno de críticas, de ataques y desinformación. En este contexto, la figura de un político que priorizaba el diálogo y el consenso se siente como un susurro de esperanza en un clamor ensordecedor.

La pregunta sigue siendo: ¿dónde están esos líderes hoy? ¿Por qué no vemos más voces como la de Pérez en el panorama actual? Quizás es porque esos líderes, que se comprometen a trabajar en pro del bienestar común sin buscar reconocimiento, son una especie en peligro de extinción. Es una realidad dura, pero necesaria.

Conclusión: aprendiendo de un verdadero servidor público

La vida de José Miguel Pérez es un testimonio de lo que significa ser un verdadero servidor público. Es evidente que su legado perdurará en la memoria de aquellos que lo conocieron y a quienes sirvió. Su vida y su carrera nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia conducta en el espacio político y social.

Si hay algo que podemos aprender de él es la importancia de escuchar, de dialogar, de tender puentes en lugar de cavar fosas. Así que, la próxima vez que te enfrentes a un desafío, ya sea en tu vida personal o profesional, recuerda la figura de José Miguel Pérez. Él será la voz que te empuje a la acción.

José Miguel, donde quiera que estés, gracias por tu ejemplo. Te echaremos de menos, pero sobre todo, tomaremos tu legado como una guía para un futuro más esperanzador.