En el mundo del emprendimiento, a menudo escuchamos historias de éxito que parecen sacadas de un cuento de hadas. Pero, ¿qué pasa cuando la historia comienza con una falta de empleo y una pasión desenfrenada por la comida? En este artículo, te contaré cómo María Padura y Alfonso de Borbón convirtieron su añoranza por la cocina tailandesa en un exitoso negocio de delivery en Madrid: Red Panda.

¿Pero qué hace que esta historia sea realmente especial? Bueno, acompáñame en este viaje y descubramos cómo la creatividad, la tradición culinaria y un toque de genialidad se mezclan para crear una experiencia gastronómica memorable.

De la necesidad al emprendimiento

Imagina la escena. Dos jóvenes, cada uno de 24 años, navegando la turbulenta mar de la incertidumbre laboral. Si alguna vez te has sentido perdido profesionalmente, sabrás que esa sensación puede ser abrumadora. María y Alfonso estaban en la misma situación. A medida que el mundo giraba, sus sueños parecían escurrirse como arroz por un colador. Así que, en lugar de dejarse llevar por la corriente, decidieron tomar el timón de su propio destino.

«Nos encontramos los dos sin trabajo y sin saber qué hacer», recuerda María. Y así, entre un probador de ropa y un curry tailandés, nació la idea de Red Panda. (Spoiler Alert: No hay magos ni hechizos en esta historia, solo mucha creatividad y amor por la buena comida).

Un amor a primera cocina

La cocina tailandesa ha tenido un lugar especial en el corazón de María y Alfonso desde sus viajes a Tailandia. Este destino no solo les ofreció paisajes de ensueño, sino también currys que les hicieron decir: «¿Por qué no podemos tener esto en Madrid?» Y ahí fue cuando la chispa de la idea comenzó a brillar.

La combinación de la experiencia culinaria de Alfonso, que había trabajado en lugares prestigiosos como el Four Seasons en Italia y el Invernadero en Madrid, junto con la pasión creativa de María por el diseño, resultó en algo hermoso: Red Panda, una dark kitchen que se especializa en currys tailandeses y una experiencia de entrega que trasciende lo convencional.

Un pequeño empujón de papá

Como cada buena historia de emprendimiento requiere un personaje de apoyo, María tuvo la suerte de contar con su padre en el campo de la hostelería. «Mi padre fue el que más nos animó», dice María. Este particularmente sabio patriarca, con más de 25 años de experiencia en el sector, conocía las entrañas del negocio. “Es como hacer un máster”, dijo, refiriéndose a las dark kitchens como la forma más rápida de dar el primer paso sin los altos costos de un restaurante tradicional.

Imagina a un joven entusiasta recibiendo consejos de un mentor experimentado. Esa mezcla de apoyo y experiencia es esencial en cualquier camino emprendedor, y María y Alfonso no fueron la excepción.

Del caos a la cocina: la magia del curry tailandés

Una vez que María y Alfonso decidieron que el mundo necesitaba más currys tailandeses, comenzaron la tarea de perfeccionar su menú. ¿Y cómo lo hicieron? Con mucha investigación, lectura de libros de recetas y, por supuesto, ¡miles de pruebas en casa!

Cada curry es una obra de arte culinaria, cuidadosamente preparada en un wok a altas temperaturas y sin gluten ni lactosa. Su carta, aunque reducida, está pensada con el amor y la dedicación que solo se encuentra en una cocina familiar.

Los platos estelares que arrasan

¿Y qué hay del menú? La oferta incluye desde entrantes como alitas con miel y siracha o korean BBQ, hasta los currys que han conquistado el corazón (y el paladar) de muchos. La receta de los flaming noodles, que se incluyó en el menú tras meses de prueba, es un ejemplo perfecto de la dedicación de la pareja. «Estuvimos probando dos meses hasta que nos salieron perfectos», relata Alfonso.

El éxito de sus currys radica en la calidad de los ingredientes y la experiencia que aportan a cada plato. Así que, la próxima vez que estés buscando algo nuevo para pedir a domicilio, recuerda que detrás de cada delivery hay una historia, y a menudo, una buena cantidad de pasión.

La presentación: comer con los ojos

Hablemos de un aspecto crucial que puede pasarse por alto en el mundo del delivery: ¿cuánto influye la presentación? María lo sabía, y por eso, decidió invertir considerablemente en el packaging. “A mí me encanta el diseño”, dice, y eso se refleja en cada paquete que sale de su cocina. Desde la selección de los recipientes hasta la forma en que se presentan los ingredientes, el objetivo es que la experiencia sea completa.

¿Quién no ha recibido una comida a domicilio que parecía haber pasado por un tercer piso? La presentación puede hacer que una comida sea experiencia o simplemente, otra cena. ¡Bravo por Red Panda al poner tanto ímpetu en esto!

La escalera hacia la expansión

Con el crecimiento constante de su negocio, María y Alfonso se están preparando para dar el siguiente paso. Su objetivo actual es expandirse e incluir un local donde la gente pueda disfrutar de su comida en un ambiente acogedor. Imagina un espacio donde la gente pueda saborear sus platos, mientras disfruta del vibrante ambiente de Madrid.

“Nos gustaría cocinar más cosas, pero por logística y cocina no podemos”, confiesa María, al tiempo que reconoce que su éxito hasta ahora radica en ofrecer pocos platos pero de alta calidad. Eso es clave: a veces es mejor hacer menos, pero hacerlas bien.

La vision que conecta a Red Panda con el futuro

Mientras tanto, Red Panda sigue trabajando incansablemente para cumplir sus sueños. Con una media de 30 pedidos al día —la mayoría de grupos grandes— su popularidad va en aumento, pero lo más importante es la relación que están forjando con su comunidad de clientes. Cada pedido no es solo una venta, sino una oportunidad para interactuar con quienes comparten su amor por la buena comida.

No solo comida, sino una comunidad

Hoy en día, en un mundo donde el delivery se ha convertido en lo habitual, muchos lugares pierden el toque personal. Red Panda, en cambio, se esfuerza por forjar vínculos más allá de lo comercial. “La mayoría de nuestros clientes son repetidores”, asegura Alfonso con una sonrisa que refleja el cariño que han puesto en su negocio.

La comunidad que han construido no es solo sobre comida; se trata de conexión, historia y el deseo compartido de disfrutar de buenos momentos alrededor de una comida deliciosa. Después de todo, ¿no es eso lo que buscamos todos?

Reflexiones finales

La historia de María y Alfonso es una prueba de que a veces, la vida nos lleva por caminos inesperados. Desde la pérdida de un trabajo hasta la creación de un negocio que no solo ha tenido éxito, sino que ha llenado un nicho en el mercado, su trayecto es inspirador.

Si hay algo que podemos aprender de ellos es que el camino hacia el éxito está lleno de giros, pero con dedicación y pasión, se puede lograr. Así que la próxima vez que te encuentres frente a un plato de curry tailandés de Red Panda, recuerda que ¡cada bocado es fruto de una historia de amor primario por la cocina!

Y para esos aventureros culinarios entre vosotros, ¿quién está pensando en su propio negocio de comida? Después de todo, como decía el gran filósofo (o tal vez fue un chef famoso), “la mejor comida es la que conecta a las personas”.

Así que, ¡anímate! Quién sabe, tal vez tu próximo plato estrella esté esperando a ser descubierto… 🍜