Si hay algo que caracteriza al aclamado director Ridley Scott, es su habilidad para contar historias épicas con un alto grado de espectacularidad, aunque eso signifique tomar algunas libertades creativas en el camino. Con su reciente película ‘Napoleón’, muchos historiadores están sacando un grito en el cielo, y las dudas sobre la precisión histórica vuelven a surgir con su próximo proyecto, ‘Gladiator II’. ¿Realmente importa la veracidad histórica en las películas? ¿O estamos aquí solo para disfrutar de la acción y el drama? Vamos a profundizar en este dilema.

La reciente controversia de ‘Napoleón’

Primero, déjame contarte un secreto: siempre he sido un gran fanático de las películas históricas, pero a menudo me encuentro decepcionado por los deslices de los directores. Recuerdo cuando vi ‘El reino de los cielos’. Les juro que me pasé más tiempo buscando datos en Wikipedia que disfrutando de la película. Y aquí estamos de nuevo: Ridley Scott, esta vez con ‘Napoleón’, que ha suscitado críticas de expertos que han señalado las inexactitudes en su retrato del famoso general francés.

Uno de los principales puntos de controversia es la representación de la campaña de Napoleón en Egipto, donde se muestra, y aquí es donde se me escapa una pequeña risa, cómo sus tropas bombardean las pirámides. ¿En serio, Ridley? Un historiador, Georges Mourier, hilarantemente comentó que esa acción sería una «absoluta locura», y es cierto: eso sería como si alguien me dijera que puedo bombardear el Coliseo en mis vacaciones a Roma. ¿A quién se le ocurrió? Pero no solo eso, hay errores como la ejecución de María Antonieta, que, curiosamente, se cuenta mal en la película. Me imagino al historiador en su sofá, gritando «¿Qué demonios están haciendo?».

Entonces, ¿qué nos dice esto sobre la forma en que Hollywood puede reinterpretar la historia? Algunos dirían que se trata de aproximaciones artísticas, mientras que otros argumentarían que estas inexactitudes pueden tener un efecto duradero sobre nuestra percepción del pasado.

Gladiador o gladiador: ¿una secuela que respete la historia?

Y ahora, ¡ta-ta-ta-ta! El circo de ‘Gladiator II’ ha comenzado. Aunque esta historia lleva el peso de la cultura popular, también tiene un historial de controversias. La secuela de la épica película de 2000 vuelve a llevarnos a Roma, pero con Ridley a la cabeza, ¿la historia se mantendrá o se olvidará por completo?

Los avances y las filtraciones de ‘Gladiator II’ han comenzado a desatar nuevas críticas sobre la representación de personajes y eventos históricos. Historiadores como Shadi Bartsch han manifestado su descontento, calificando la película de «mierda total hollywoodiense». Aparentemente, la película incluye escenas que muestran el Coliseo como una especie de piscina gigante con tiburones. No sé vosotros, pero me parece que aquí se han fumado algo un poco fuerte. La idea de combatir tiburones en un coliseo romano es tan absurda que casi me hace reír.

Licencias artísticas: ¿un mal necesario?

Este dilema sobre la precisión histórica me lleva a cuestionar de nuevo: ¿deberían los directores de cine sacrificar la exactitud por el drama y la emoción? En un mundo ideal, todos los cineastas serían rigurosos a la hora de poner la historia de manera precisa en la pantalla. Pero, sé sincero, ¿es eso realmente entretenido? Ver a un emperador romano discutiendo sobre la política mientras se toma un café en un elegante café podría no ser lo más emocionante.

Además, está el problema del anacronismo que podría ahogar la emoción de una película. Si nos ceñimos al hecho de que no existe el café en Roma hasta el siglo XVIII, el público podría aburrirse más rápido que un romano sin gladiadores. Tal vez estos excesos son la manera que tiene Scott de mantenernos enganchados, recordándonos que no estamos mirando un documental.

La magia de la ficción histórica

Ahora, no me malinterpreten. Adoro las películas que desafían la historia. ‘El último duelo’, por ejemplo, también era un ejemplo de cómo Scott supo crear una narrativa convincente que, aunque tenía sus fallos, nos sumergió en un momento crucial de la historia francesa. El desafío es encontrar la línea entre contar una historia que entretenga y la necesidad de que esa historia se mantenga en un contexto histórico fiel, y eso es lo que ha desatado estos debates.

Lo gracioso es que la mayoría de nosotros, como simples espectadores, no somos historiadores. Cuando vemos una película, generalmente buscamos escapismo, y eso puede llevarnos a tragarnos incluso las ideas más disparatadas. Sin embargo, Surfeando entre anacronismos se vuelve inevitable preguntarnos sobre la responsabilidad de los cineastas ante el público. ¿Deben proporcionar un «aviso de Spoiler histórico»? ¡Tal vez una etiqueta que diga: «La historia es una opción»!

Conclusiones: ¿entretenimiento o enseñanza?

Hola, amigos; aquí llegamos al dilema. En mi opinión, hay algo de verdad en ambas posturas. Creo que la historia es importante, pero también entiendo que el cine es una forma de arte que a veces depende más de la emoción que de la realidad. Si te cuento que los romanos tenían tiburones en el Coliseo y además le añades un toque de acción, es probable que me tengas hipnotizado.

En resumen, Ridley Scott continúa navegando por aguas turbulentas, y su habilidad para atraer tanto a críticos como a la audiencia es innegable. Quizá lo mejor que podemos hacer es disfrutar de lo que se nos ofrece y recordar que, aunque la historia puede ser un componente, la intención última del director puede no ser la docencia, sino ofrecer entretenimiento. Y, claro, siempre podemos tener un debate amistoso sobre la veracidad de lo que vimos en la pantalla.

En la próxima película de Scott, quizás veamos romanos piloteando aviones a control remoto en el cielo. ¿Quién sabe? Lo que está claro es que, mientras las historias sigan vibrantes y los tiburones continúen nadando, no habrá falta de emoción en el cine.

Al final, la pregunta que nos queda es: ¿qué es más importante para ti, el sentimiento que te deja una película o la exactitud histórica? ¿Te quedarías en casa viendo un documental aburrido o preferirías una película que te deje con ganas de más, a pesar de que un par de datos sean un tanto chiflados?

Sea como sea, ¡prepárate, que la historia está lista para ser contada una vez más!