¿Quién no ha tenido un corazón palpitante al ver que la ensaladilla rusa aparece en la mesa durante una celebración familiar? Ese plato que ha pasado de generación en generación, compartiendo colores y sabores, se ha convertido en un símbolo de la gastronomía española. Este artículo no es solo un homenaje a la ensaladilla rusa, sino también una guía para entender su historia, su evolución y el emocionante panorama competitivo que la rodea. De la cocina de nuestros abuelos a los más sofisticados restaurantes, ¡acompañadme en este viaje!

La ensaladilla rusa y su historia: de la anécdota a la tradición

Todo comienza en Moscú, 1864. Lucien Olivier, un chef francés, estaba al frente de un prestigioso restaurante llamado Hermitage. Se dice que un día, un cliente decidió hacer un mix de ingredientes que a Olivier le pareció casi un sacrilegio. Pero, como buen chef con sentido del humor, decidió vengarse creando una ensalada que reuniría una serie de ingredientes aparentemente incompatibles, como carnes de caza, marisco, hortalizas y su misteriosa salsa secreta, que, como todo buen secreto, nunca fue revelado del todo.

Pero, ¿sabíais que la ensaladilla rusa tiene una historia con un giro twist? Con la formación de la Unión Soviética, la receta original pasó por una transformación radical. La alta cocina se convirtió en comodidad y, de los lujosos ingredientes, se pasó a los humildes: pollo, jamón cocido, zanahorias y guisantes. Lo único invariable fue la base de patata cocida y la omnipresente mayonesa. ¡Ah, la mayonesa! Ese emulsificador mágico que hace de cada bocado una experiencia única.

Un plato versátil y lleno de sorpresas

La ensaladilla rusa se ha convertido en algo más que un simple plato. Se ha adaptado en miles de versiones y cada familia tiene su propia receta secreta. Mi abuela, por ejemplo, siempre le ponía un toque de aceitunas rellenas. Yo, en mi intento de ser el chef del hogar, probé una versión con piña y no puedo decir que los resultados hayan sido los esperados. En vez de sorprender, los miembros de mi familia me dieron miradas que decían «¿Por qué, simplemente, por qué?». Algunas veces, la nostalgia es mejor que la innovación.

Celebrando el Día Mundial de la Ensaladilla

Cada 14 de noviembre, se celebra el Día Mundial de la Ensaladilla. Un día para ofrecer homenaje a este plato que nos une en cada reunión familiar. La fecha conmemora la muerte de Lucien Olivier, el creador que nunca imaginó que su ensayo de venganza se convertiría en un clásico de muchas mesas. Es curioso pensar cómo un simple plato puede tener dicha carga emocional, ¿no es así?

La ensaladilla rusa en la actualidad: competiciones y premios

Recientemente, hemos visto cómo la ensaladilla rusa ha cobrado vida en competiciones gastronómicas. Uno de los eventos más relevantes fue el certamen celebrado en Madrid, donde más de 25 restaurantes presentaron sus versiones de este querido plato. Entre las propuestas más destacadas se encuentra la del aclamado chef español Albert Adrià, quien sorprendió con una ensaladilla que combina ingredientes lujosos con elementos del campo. Con su truco para la mahonesa, que combina aceite de oliva y el líquido de conserva de ventresca, la presentación del plato se convierte en una experiencia interactiva. Uno se siente como un artista en una galería. ¡Un aplauso para la fusión de la tradición con la creatividad!

En el certamen, también destacó Jorge Baeza Manzaneque con su versión de la patata ibicenca, una delicia que hace las delicias de todos los paladares, y Carlos Granados de El Doble de Lucero, que hizo alarde de una ensaladilla clásica, pero con el toque exótico del jarabe de mango. ¡El mango! Siempre me ha parecido un ingrediente arriesgado para algo tan tradicional. Pero, ¿quién soy yo para juzgar los experimentos culinarios cuando mi única hazaña es no quemar pasteles?

La influencia del kilómetro cero en la gastronomía

Poco a poco, se ha hecho evidente que la tendencia del kilómetro cero también ha llegado a la ensaladilla. Los chefs se han propuesto hacer uso de ingredientes locales, frescos y de temporada. Este enfoque no solo apoya la economía local, sino que también garantiza una calidad superior y un sabor genuino en cada bocado. Naturhuerto, una marca que se centra en la producción de hortalizas ecológicas, ha sido una de las protagonistas en esta nueva era de la cocina. Como si de un superhéroe se tratara, llega al rescate de nuestros platos ofreciendo productos frescos que llevan el sabor de la tierra al plato.

¿Puede la ensaladilla tener secretos?

A lo largo de mi experiencia culinaria, he aprendido que cada cocinero guarda sus propios secretos. La ensaladilla no es la excepción. La proporción de mayonesa, el tipo de patata o incluso la técnica de cocción pueden transformar un plato básico en una reflexión gastronómica. Hablo desde la experiencia; he tenido ensaladillas que eran verdaderas obras de arte. Como aquella que degusté en un restaurante de Madrid, donde el chef, con un toque de humildad, nos reveló que la clave estaba en un poco de mostaza. ¡Qué revelación! A veces, basta con un pequeño giro para hacer magia en la cocina.

La calidez de la gastronomía

La ensaladilla, por lo tanto, no solo es un plato; es un puente que une a las personas. Cada bocado evoca recuerdos, historias y risas pasadas. ¿Quién no recuerda cuándo alguien, en medio de una comida familiar, comenzaba a contar anécdotas sobre cómo «en su tiempo» (siempre que leemos «en su tiempo», suponemos que era un mundo mejor) la ensaladilla se hacía de otra manera? Esa mezcla de nostalgia y humor es lo que hace de la gastronomía algo único y consciente.

Reflexiones finales: la ensaladilla como espejo de nuestra cultura

La ensaladilla rusa es más que solo ingredientes en un bol; es un reflejo de nuestra cultura. Desde su historia llena de revanchas hasta su evolución en competiciones modernas, la ensaladilla ha sabido adaptarse y mantener su esencia a la vez. ¿Cuántos platos pueden hacer esto?

Al final, lo importante no es el resultado perfecto, sino las historias que compartimos en la mesa y las risas que surgen mientras intentamos, con más o menos éxito, recrear la receta familiar. Y, en un mundo donde lo instantáneo reina y las modas culinarias cambian más rápido que los trends de TikTok, hay algo reconfortante en saber que la ensaladilla rusa seguirá ocupando un lugar especial en nuestros corazones y en nuestras mesas.

¿Y tú? ¿Cuál es tu versión favorita de la ensaladilla rusa? ¡Cuéntame en los comentarios!