La DANA, o Depresión Aislada en Niveles Altos, ha causado estragos en varias localidades de la Comunidad Valenciana en las últimas semanas, y como es comprensible, el clima ha sido tema de conversación en todas partes, desde las cafeterías hasta las redes sociales. ¿Acaso no hemos aprendido de la pandemia? ¿Por qué parece que siempre estamos un paso detrás de la naturaleza? Bueno, esta vez, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha implementado medidas para ayudar a las empresas, trabajadores y autónomos afectados por esta crisis.
Hablemos de las soluciones que se están difundiendo como pan caliente y exploremos cómo estas pueden influir en la vida laboral de millones de españoles. Pero primero, vamos a coger un café, que esto va para largo.
¿Qué es la DANA y por qué nos tiene en vilo?
Antes de entrar en materia, vale la pena aclarar qué es exactamente una DANA. En términos sencillos, se trata de una masa de aire frío en altura que, cuando se combina con aire cálido en la superficie, puede provocar lluvias torrenciales, inundaciones repentinas y un caos total. Para resonar con mi experiencia, recuerdo una vez que se predecían fuertes lluvias y no exagero, transformé mi casa en una especie de Arca de Noé improvisada. Resulta que la lluvia llegó —y con ella, mis ilusiones de un fin de semana tranquilo—.
El hecho es que la DANA ha tenido un impacto profundo en la Comunidad Valenciana, afectando a negocios, familias y cada rincón del día a día.
Medidas puestas en marcha por el Gobierno
El Gobierno de España ha decidido actuar, y no ha escatimado en recursos. Se han puesto en marcha mecanismos que, aunque pueden parecer burocráticos, son necesarios para ayudar a que empresas y autónomos no se hunden como un Titanic en aguas heladas. Aquí van las principales líneas de acción:
ERTE por fuerza mayor
En la misma línea que durante la pandemia de COVID-19, se activan los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por razones de fuerza mayor. Para aquellos que no estén familiarizados, un ERTE permite a las empresas suspender temporalmente los contratos de trabajo o reducir las jornadas. ¿Y cómo se solicita? A través de un procedimiento que podría parecer un laberinto si no estuviese bien diseñado.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha declarado que las exenciones en las cotizaciones y las ayudas estarán disponibles con efecto retroactivo, lo que significa que nadie se quedará atrás en este barco. ¿No es ese un alivio?
Para los autónomos
Los autónomos no han sido olvidados en esta ola de medidas. Se introducirá una prestación por cese de actividad que ha sido el salvavidas para muchos en el pasado. Esta prestación se gestionará a través de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social, no directamente. ¡Sorpresa!
La prestación dependerá de si el cese es temporal o definitivo. En la modalidad temporal, los autónomos podrán recibir entre el 70% y el 50% de su base reguladora dependiendo del tiempo de interrupción. Así que, en vez de llorar sobre la leche derramada, hay que ponerse en modo superviviente.
Beneficios adicionales para empresas
Las empresas que se acojan a los ERTE por fuerza mayor también recibirán beneficios más allá de la suspensión de actividades. Por ejemplo, pueden estar exentas de realizar pagos a la Seguridad Social por períodos de tiempo específicos. Esto significa que aquellas empresas que cuenten con menos de 50 empleados no tendrán que pagar nada durante este proceso. Suena bien, ¿verdad? Pero esperen, porque hay más…
Increíblemente, si no se llega a una resolución sobre la solicitud en un plazo de cinco días, se aplicará el principio del «silencio administrativo positivo». Es decir, si no te dicen que no, se asume que sí. ¿A quién no le gustaría que así se resolvieran los problemas de la vida? ¡Haz la prueba en casa!
Prestaciones para empleados afectados
Los empleados de aquellas empresas que soliciten un ERTE también se beneficiarán de este sistema. Mientras dure el ERTE, podrán acceder a prestaciones parciales sin que esto consuma su derecho a paro. ¡Démosle una ovación a la solidaridad!
Trabajo a distancia, más que una moda
El teletrabajo ha llegado como el sol después de una tormenta. Desde el Ministerio de Trabajo han recordado que cualquier persona que no pueda acudir a su jornada laboral por las circunstancias derivadas de la DANA podrá optar por el teletrabajo. Pero, sinceramente, ¿cuántos de nosotros hemos pasado días de teletrabajo en pijama? Claro, la primera acción al iniciar la jornada era ponerme una camisa bonita y dejarme los pantalones deportivos. Pero eso pertenece a otro artículo.
Inseguridad y preguntas sin respuesta
Sin embargo, toda esta ayuda no está exenta de incertidumbre. Muchos se preguntan cómo se calibrarán las ayudas en un contexto donde las necesidades son tan diversas. ¿Se contemplarán las realidades de todos los sectores? La respuesta no es sencilla. Es fácil ver las respuestas en papel, pero vuélvanlo a repetir cuando se sienten frente a la autoridad con toda su carga emocional.
La vida después de la DANA
Como cualquier crisis, la DANA eventualmente dará paso a la recuperación. Las historias sobre la resiliencia de las empresas y trabajadores sorprenderán a aquellos que piensan que no somos capaces de enfrentar adversidades. Recuerdo, en 2020, durante la pandemia, ver cómo muchos pequeños negocios se reintegraron con una tenacidad notable. Uno de mis amigos, un pequeño panadero, comenzó a ofrecer su pan a domicilio, y pronto su popularidad se disparó.
Mirando hacia adelante
El impacto de la DANA será significativo, pero no debemos rendirnos. Desde la empatía que debemos tener hacia aquellos que más sufrieron, hasta la voluntad de adaptarnos a la nueva normalidad que surgirán después de recuperar la estabilidad: todos tenemos un papel que desempeñar.
Así que, ¿qué podemos hacer en nuestra vida cotidiana mientras el Gobierno trabaja en las medidas necesarias? Aporta tu granito de arena: compra local, sigue apoyando a esos emprendedores que siempre han estado ahí, y, sobre todo, nunca pierdas la esperanza.
Reflexiones finales
El mundo sigue girando, y nosotros con él. La DANA ha dejado su huella, pero lo que realmente define a una comunidad no son las adversidades que enfrentamos, sino cómo nos unimos y nos ayudamos a levantarnos. Tal vez, Alexander Graham Bell tenía razón al decir que «cuando una puerta se cierra, otra se abre», aunque espero que no haya puertas volando por ahí debido a otro fenómeno natural.
En resumen, la ayuda viene en camino, y aunque muchas preguntas aún permanecen sin respuesta, hay un sentido creciente de comunidad e innovación en este momento. Así que, tomemos un respiro, mantengamos la empatía en nuestros corazones, y sigamos adelante.