La vida a veces nos regala cosas inesperadas que se convierten en sueños cumplidos. Imagina tener una idea que, tras años de arduo trabajo y determinación, se convierte en un espacio que rinde homenaje a uno de los productos más emblemáticos de la cultura mediterránea: el aceite de oliva. En este caso, estamos hablando de LA Almazara en Ronda, un proyecto arquitectónico único, donde la arte y la tradición se funden en un lugar que es mucho más que una simple almazara.

De un sueño a la realidad: la historia de LA Almazara

Situada a tan solo 2,5 kilómetros de la mágica ciudad del Tajo, LA Almazara comenzó a tomar forma en 2019 después de más de cinco años de planificación. Si alguna vez has estado en medio de una obra, sabes cómo son esos días prolongados y a veces eternos. Ahora imagina esos sentimientos multiplicados por la pasión de Pedro Gómez de Baeza, conocido como Perico, quien soñó con este lugar como un santuario del aceite de oliva ecológico que produce La Organic.

Lamentablemente, Perico no pudo ver la culminación de su sueño, ya que falleció trágicamente el verano pasado. A veces me pregunto cuántos sueños se quedan sin cumplir. Pero en su memoria, el arquitecto y diseñador Philippe Starck asumió el legado. A través de sus innovadoras ideas, la almazara no solo se convirtió en un lugar para producir aceite, sino en un punto de referencia para el oleoturismo en la región.

Un diseño rompedor

¿Quién no querría asociar su nombre con uno de los diseñadores más icónicos del mundo? Starck, conocido por sus creaciones extravagantes y surrealistas, ideó un monumental cubo rojo de hormigón con un cuerno de toro de acero que hace eco de la rica tradición de la tauromaquia en España. Al mirar esa estructura, uno no puede evitar pensar en cómo el arte puede entrelazarse con el patrimonio cultural de un lugar.

Como amante del diseño, no puedo dejar de admirar cómo Starck ha logrado fusionar la modernidad con la tradición. A menudo me encuentro pensando que la creatividad es el plato principal en la mesa de la vida, y en el caso de LA Almazara, cada bocado es difícil de digerir, ¡en el mejor sentido posible!

Interior: un viaje sensorial

Adentrándonos en el interior de LA Almazara, la experiencia es aún más sorprendete. Al cruzar la puerta, te recibe un ambiente de sombra y misterio, resaltando el vibrante paisaje andaluz que rodea el edificio. Eso sí, no será necesario llevar gafas de sol; aquí queremos disfrutar del contraste y dejar que nuestro espíritu viaje a esas tierras ardientes.

Los espacios están despojados de adornos innecesarios, centrando la atención en obras de arte que parecen contar historias propias. Desde un torso anónimo hundido en la tierra que derrama una cascada de agua, hasta una impresionante obra de la hija de Starck, Ara, quien ha pintado un lienzo de 900 metros cuadrados. En él, se reflejan la esencia de Ronda: el olivarero, la plaza de toros y, por supuesto, ese elemento crucial que une todo, el aceite.

La maquinaria de la almazara es realmente impactante. Imagina la escena: un enorme tubo de acero colgante que transporta las olivas desde el exterior al interior del edificio, donde los visitantes pueden observar cómo ese valioso líquido dorado cobra vida a través de un suelo de cristal. Es como ver a un artista en plena creación, dejando que la pasión y la técnica se fundan en un solo movimiento. No puedo evitar preguntarme: ¿quién no querría tener un vistazo tan mágico?

Un tributo a la historia y la cultura

LA Almazara no solo es un testimonio del interés de los diseñadores contemporáneos, sino que también rinde homenaje a la rica historia de Ronda. En el museo podemos encontrar réplicas de obras de Goya y tributos a personajes históricos como Abbás Ibn Firnás, el precursor de la aviación. Cuando veo exposiciones como esta, me doy cuenta de cuánto dependemos de nuestra historia para construir un mañana mejor.

Sin embargo, ¿qué pasaría si la historia no fuera contada adecuadamente? Imagina que solo fragmentos de estos relatos se pierden. La importancia de mantener viva estas historias es una de las razones para visitar lugares como LA Almazara.

La experiencia de la visita

Si estás pensando en visitar este templo del aceite, prepárate para una experiencia turística que no solo alimenta el cuerpo (¡y el paladar!), sino también el alma. La visita dura aproximadamente una hora y media, y está diseñada para que cada instante esté lleno de descubrimientos. La entrada comienza desde 25 euros, un precio bastante razonable considerando que el viaje no es solo al pasado, sino también al futuro del oleoturismo.

Más adelante, se añadirá un restaurante, un espacio donde los visitantes podrán degustar platos elaborados con ese elixir dorado que todos amamos. Imagínate sentado en una mesa, con el paisaje andaluz en la distancia, disfrutando de aceite de oliva fresco vertido sobre una rebanada de pan crujiente. No me digas que no es de ensueño.

Un legado que perdura

En la inauguración, Starck compartió que este proyecto no era solo arquitectónico. Era un viaje de pasión y amor por el lugar, por su historia y por el oro líquido que se produce en estas tierras. «Este no es un proyecto arquitectónico, es la cristalización de la pasión por la pasión», reflexionó Starck con emoción en su voz, dejando muy claro que sí, la pasión puede ser una fuerza de vida.

Este lugar se convertirá en un símbolo de la cultura del aceite de oliva en Andalucía, donde el arte, el diseño y la agricultura se entrelazan de maneras inesperadas. Y en un mundo cada vez más complejo, ¿no es reconfortante encontrar espacios donde la cultura y la historia se unen para celebrar nuestra humanidad?

Reflexiones finales: un viaje a la esencia del ser humano

Al final del día, más allá del diseño y la producción del aceite de oliva, lo que LA Almazara realmente celebra es nuestra relación con ese elemento vital que acompaña a la humanidad desde sus inicios. El aire, el agua y, sí, también el aceite de oliva, han estado presentes en cada cultura y civilización.

Mientras te alejas de la almazara y miras hacia atrás, observando cómo el sol brilla sobre ese cubo rojo, ¿no sientes que has sido testigo de algo extraordinario? Te invito a que reflexiones sobre tus propias pasiones y cómo estas pueden enriquecer el mundo que te rodea. En nuestro viaje, nos encontramos en lugares como LA Almazara, donde la historia, el arte y la gastronomía se entrelazan para recordarnos el valor de cada gota de aceite de oliva.

Así que, ¿estás listo para explorar el mundo del aceite y la creatividad en Ronda? ¡Nos vemos allí!