La lengua igbo, una de las más ricas y diversas del sudeste nigeriano, está atravesando una crisis de identidad y relevancia que podría llevarla al borde de la extinción. Mientras la Unesco señala que no existe evidencia de un pronóstico específico sobre su desaparición, la realidad de muchos hablantes de igbo es que su lengua está bajo amenaza. En este artículo, exploraremos la situación actual del idioma, las repercusiones sociales y culturales, y cómo a pesar de los desafíos, hay un resurgimiento de interés entre las nuevas generaciones.

El rumor de la desaparición del igbo: ¿realidad o mito?

En algún rincón de Nigeria, hace una década, un rumor comenzó a tomar fuerza: el idioma igbo desaparecería alrededor de 2025. La idea, aunque no respaldada por datos concretos de la Unesco, logró unir y movilizar a una comunidad que, en muchos casos, se había desinteresado de su lengua materna. Pero, ¿cómo comenzó esta historia? La profesora Chinwe Anunobi, directora ejecutiva de la Biblioteca Nacional de Nigeria, ofrece una perspectiva clara: “La lengua se irá erosionando si no tomamos medidas”.

Hay más de 40 millones de personas que se identifican como igbos, lo que representa una parte significativa de la población nigeriana total, que supera los 200 millones. Sin embargo, la lengua enfrenta varios obstáculos. Uno de los más notables es la existencia de 116 dialectos que dificultan la comunicación entre hablantes de diferentes regiones. Además, la generación más joven siente que el inglés es un idioma más prestigioso y útil, lo que ha llevado a un descenso en la enseñanza y uso del igbo.

¿Por qué se siente que el igbo está en peligro?

En tanto los igbos adoptan el inglés como lengua de comunicación familiar, surge la pregunta: ¿qué significa esto para la identidad cultural de una comunidad? Mojike Godsfavour Lotanna, un ferviente defensor de la lengua, afirma que muchos padres han interiorizado la creencia de que el igbo es “inferior” y, por ende, prefieren educar a sus hijos en inglés. Pero esto no solo duplica el uso del inglés; ante la escasez de materiales, docentes y estudios sobre el igbo, se establece un ciclo que pone la lengua en un camino peligroso hacia la extinción.

La lucha por la preservación del igbo

A pesar de los desafíos, la preocupación por la supervivencia del idioma ha llevado a un creciente interés entre las nuevas generaciones. Sandra James, una maestra de secundaria, es un claro ejemplo de este cambio de mentalidad. Llegó a tomar clases de igbo adulto tras darse cuenta de que era importante para su identidad. “No quiero que la lengua desaparezca”, dice con convicción, replicando el sentimiento de muchos igbos. Este movimiento se ha traducido en festivales culturales, clases en YouTube y hasta la contratación del primer profesor de igbo en la Universidad de Oxford en 2022.

La política lingüística nacional y sus retos

En un intento por abordar la situación, el Gobierno nigeriano aprobó en 2022 una nueva política lingüística nacional que promueve la enseñanza en lenguas nativas en lugar del inglés en primarias. Es un cambio ambicioso, pero como indica Sylvia Chinelo Obiajili, profesora en Anambra, los desafíos son inmensos. «La política puede que no dé resultados porque muchos padres no están dispuestos a aceptar que sus hijos aprendan otras lenguas», dice, junto a la preocupación por la posibilidad de conflictos étnicos en un país con una historia de tensiones.

¿Es esta política el camino correcto?

Olvidémonos de la política por un momento: ¿realmente se puede restaurar un idioma a través de decisiones gubernamentales? La respuesta puede ser tan compleja como la identidad de los igbos. Aunque estas políticas son loables, el cambio debe comenzar en casa. La profesora Anunobi subraya que “los padres deben hablar igbo con sus hijos”. Pero, ¿cómo pueden hacerlo si no sienten que el idioma tiene valor?

Historias de pérdida y deseo

Judith Ikechukwu, una joven de 21 años, representa a una generación que siente el peso de la tradición. «Me avergüenzo de no saber hablar igbo», confiesa, recordando cómo fue ridiculizada por no hablar su lengua materna durante una visita a su pueblo natal. Es triste pensar que una lengua, que es la puerta de entrada a la cultura y la identidad, pueda convertirse en un símbolo de vergüenza.

La historia de Judith resuena con la de muchos igbos que, tras haber sido desplazados por la guerra civil nigeriana, viven con una identidad oculta para evitar la discriminación. A pesar de haber apagado esa parte de sí mismos, hay un renovado sentido de orgullo entre quienes buscan reivindicar su legado cultural. Igboko opina que las redes sociales han jugado un papel importante en este resurgir, permitiendo que muchos igbos afirmen su identidad.

La luz al final del túnel: inyecciones de esperanza en la comunidad

El futuro del igbo no está todo perdido. Chioma Ekeoma, profesora de igbo en Internet, expresa optimismo al afirmar que «hacer que los igbos vean y abracen su identidad cultural es una forma de garantizar que el idioma no muera». Con cada clase impartida y cada festival cultural celebrado, se teje una red de apoyo que busca mantener viva esta lengua. Además, el auge de plataformas digitales ha sido un aliado inesperado en la preservación cultural: tutoriales, clases en línea, y la música en igbo están cada vez más accesibles.

Sin embargo, no podemos ignorar el papel central que tiene la comunidad en este proceso. El apoyo de los padres, maestros y líderes comunitarios es fundamental para reforzar el valor del idioma. En última instancia, la legitimidad de la lengua se construye a través de su uso diario y su integración en la vida cotidiana.

¿Qué pasará con el igbo en los próximos años?

La pregunta crucial persiste: ¿será suficiente el esfuerzo de los individuos y las comunidades para salvar el igbo? La respuesta dependerá de la voluntad colectiva de los igbos de reconectar con sus raíces y de la disponibilidad de recursos. Los caminos son inciertos, y todavía hay mucho por hacer, pero cada paso hacia la revitalización de la lengua es un paso hacia un futuro más rico en diversidad cultural.

Un cierre reflexivo

La lengua igbo es mucho más que un conjunto de palabras; es un vehículo de identidad, historia y conexión intergeneracional. Mientras exploramos los desafíos y las oportunidades que enfrenta, se nos recuerda cuán vital es la preservación lingüística no solo para las lenguas en peligro, sino para la humanidad en su totalidad. ¿Puede la lengua ser salvada? Quizás lo más importante es que la conversación no deje de existir.

Así que, ya sea sumando tus esfuerzos desde casa o apoyando iniciativas culturales, recuerda que cada palabra cuenta. Al final del día, no solo estamos hablando de un idioma; estamos hablando de una cultura que merece ser celebrada, vivida y transmitida a las futuras generaciones.