En el mundo literario, como en la vida, a veces parece que las cosas van dando vueltas como un carrusel. El pasado 16 de octubre de 2024, el Premio Planeta se convirtió, una vez más, en el centro de atención al ser otorgado a Paloma Sánchez-Garnica por su obra Victoria y a Beatriz Serrano como finalista con Fuego en la garganta. Este galardón no solo es un reconocimiento a la calidad literaria, sino también un termómetro vital de las tendencias y el impacto que las autoras femeninas están teniendo en la industria editorial española. Pero, ¿qué significa realmente este hito en la música de fondo del mundo literario? Vamos a sumergirnos en el tema.

Un premio que habla por sí mismo: el impacto del Planeta

El Premio Planeta, fundado en 1952 y uno de los más prestigiosos de habla hispana, ha sido tradicionalmente visto como un bastión masculino. Sin embargo, este año nos trae un rayo de esperanza. Es cierto que, desde su inicio, solo alrededor de veintena de mujeres han logrado alzarse con este galardón. Pero, ¿es esto un síntoma de que las cosas están cambiando? Sin duda alguna.

Recordemos que en 2021, este mismo premio fue otorgado al seudónimo Carmen Mola, revelándose más tarde que tras este nombre se escondían tres hombres. ¡Menuda sorpresa! Aquí uno podría preguntarse: ¿acaso la industria literaria no se ha dado cuenta de que las mujeres están haciendo un trabajo excepcional? Y sí, parece que finalmente nos dirigimos hacia esa dirección.

La premiada de este año, Paloma Sánchez-Garnica, ya había sido finalista en 2021, lo que muestra que su estilo y profundidad han resonado en los jurados a lo largo de los años. Así que, si algo queda claro es que la consistencia está dando sus frutos. Y es que, como dice el refrán, «todo llega a quien sabe esperar», ¿no?

La creciente visibilidad de autoras en la literatura española

Los números no mienten: una mirada al informe de Hábitos de Lectura revela que las mujeres lectoras superan a los hombres en todas las franjas de edad. Curiosamente, la diferencia es más pronunciada entre los 25 y 34 años, donde el 73,4% de las mujeres lee en su tiempo libre, en comparación con el 55,9% de los hombres. ¡Increíble! Y, sin embargo, cuando se trata de publicar, la historia es un poco diferente.

En 2022, la Encuesta de población activa del Instituto Nacional de Estadística (INE) identificó el crecimiento de escritoras, periodistas y lingüistas en comparación con sus contrapartes masculinas. Sin embargo, el último informe del Ministerio de Cultura señaló que, durante ese mismo año, de los 66.371 títulos inscritos, el 61,8% fueron escritos por hombres. Esto se siente un poco como un golpear sobre la mesa de un café, mientras que todos se deleitan en su latte. “Por favor, señores, ¡también estamos aquí!”.

Las editoriales parecen tener una paleta de colores bastante desigual. Por ejemplo, de acuerdo a un artículo de Infolibre, en editoriales independientes, solo un 20% de las publicaciones pertenecen a mujeres. ¿Por qué, entonces, esta brecha? Falta de oportunidades o simplemente un sistema arraigado que se niega a ceder su espacio a voces femeninas más innovadoras.

Más ventas, ¿pero menos publicaciones?

Interesante paradoja, ¿verdad? ¡Oh, la ironía! A finales de 2021, un informe de El País reveló que las mujeres habían escrito 21 de los 50 libros más populares de ese año, representando un 42% de los títulos. Pero, al analizar el número de ejemplares vendidos, las autoras alcanzaron un impactante 51%. ¡Así que se venden más libros escritos por mujeres, pero aún así, el número de publicaciones sigue siendo bajo! Esto plantea la pregunta: ¿no es hora de que las editoriales abran más espacio a esas voces tan claramente demandadas?

Volviendo a mi época de estudiante, recuerdo cuando nos asignaban obras literarias para leer y las opciones eran un tanto limitadas; era como si estuviésemos atrapados en un bucle temporal de autores masculinos. Ojalá hubiera más curaduría de autoras en nuestro currículo, aunque sea para que nuestras charlas en las cafeterías tengan más variedad.

El rol de las editoriales en el cambio del panorama literario

Ya hemos mencionado algunas editoriales que parecen tener una inclinación positiva hacia las mujeres, como Tránsito, Con M de Mujer y Editorial Huso. En un mundo donde la igualdad es un objetivo largo, es vital que existan estos espacios dedicados exclusivamente a la promoción de autoras. La labor que hacen es semejante a esa madre que siempre se asegura de que cada uno de sus hijos tenga su trozo de pastel en su cumpleaños, sin dejar a nadie fuera.

Volviendo a la idea de que las editoriales deben evolucionar, sería genial ver a más de estas instituciones tomando la iniciativa de diversificar su catálogo. Más voces, más historias. ¡Piensa en todas las aventuras literarias que nos estamos perdiendo!

Un futuro brillante lleno de esperanza

Podría decirse que, al final de cuentas, lo que ha sucedido en estos últimos años es un signo positivo. A medida que las mujeres muestran una presencia cada vez más fuerte en el campo literario, podemos anticipar cambios en el futuro. De hecho, la creciente notoriedad de autoras y su influencia en el ámbito literario puede ser no solo una tendencia pasajera, sino un movimiento cultural significativo.

Los datos en cuanto a la lectura femenina son una prueba de que las mujeres están reclamando su lugar, y eso es inspirador. ¿Te imaginas ir a la librería en unos años y ver estanterías enteras dedicadas a autoras? Sería como un banquete literario. Hasta entonces, continuaremos derribando obstáculos y abriendo la puerta a más autoras en el mundo de las letras.

Y mientras tanto, mantener un enfoque positivo es crucial. Claro, inevitablemente habrá obstáculos en el camino, pero recordar que cada mujer que publica un libro está contribuyendo a este cambio es un aliciente. Si tú, lector querido, has disfrutado de un libro escrito por una mujer, ¿por qué no recomendarlo? Es simple, pero cada pequeña acción contribuye a este enorme movimiento hacia la igualdad.

Reflexiones finales

En conclusión, el panorama literario presenta una imagen emocionante y esperanzadora. Este Premio Planeta es solo la punta del iceberg que representa un cambio más amplio en la industria. Ahora más que nunca, es el momento de celebrar, apoyar y elevar las voces de las autoras. Después de todo, cada libro es un nuevo mundo, y qué mejor que explorar esos universos desde la perspectiva de alguien que normalmente no tiene la oportunidad de ser escuchada.

Te invito a unirte a este viaje, a compartir historias, a impulsar aquellas voces que resonarán en las estanterías de nuestras librerías. ¿Estás listo para abrir la puerta a un mundo literario más inclusivo? ¡La revolución literaria está en marcha y, definitivamente, también puedes formar parte de ella!